LONDRES.- ¿Se puede crear arte en un país que lleva los últimos 60 años en guerra? Wafa Hourani se hace esta misma pregunta cada día. Tiene 30 años. Es palestino y artista.
'Qalandia 2067', la muestra de Wafa Hourani en Londres.
La combinación no resulta fácil. Vive y trabaja en Ramala. Su obsesión radica en mezclar fotografía y escultura para moldear ciudades futuristas que, sin embargo, no hablan siempre del paso del tiempo. 'Qalandia 2067' es su último trabajo. La fecha no está puesta al azar. El nombre del actual campo de refugiados, tampoco. Han transcurrido cien años desde la Guerra de los Seis Días, pero el aeropuerto, el checkpoint y el muro que separa a la población palestina desde hace ya siete años permanecen intactos en esta inusual maqueta. El discurso de Yasser Arafat se convierte en la cantinela de fondo de cada casa. Las cajitas de luz, coronadas por estridentes antenas, iluminan la vida privada de este inquietante recorrido de ciencia ficción convertido para muchos en experiencia cotidiana. Un gran espejo domina toda la escena. Su trabajo llamó el año pasado la atención de Charles Saatchi y ahora ocupa toda una sala en la galería que el famoso mecenas británico dedica esta primavera a Oriente Próximo.
PREGUNTA.- ¿Es complicado ser artista en Palestina?
RESPUESTA.- Es muy difícil, porque todo el mundo que va a ver una exposición tuya espera que hables de política. Cuando voy a trabajar a cualquier sitio, al ser palestino la gente da por hecho que soy islámico, con todo lo que eso conlleva en los últimos cincos años. Yo intento mostrar otra imagen de lo que significa ser palestino. Yo soy una artista y quiero que la gente me vea como tal.
P.- ¿En Ramala o Gaza hay infraestructuras para desarrollar su trabajo?
R.- En Gaza es complicado, pero en Ramala sí existen galerías de arte y actividad cultural. Cada tres meses aproximadamente hay diferentes exposiciones. Yo creo en la cultura como una manera para solucionar el conflicto. La gente debe ir a los museos, ver arte con sus hijos. El arte es otra vía para mostrarnos ante el mundo. No podemos estar toda la vida luchando contra Israel.
El artista Wafa Hourani.
P.- ¿Pero se puede desvincular el arte del conflicto?
R.- Palestina es un sitio en el que uno también se puede tomar un café, pasear y... crear arte. Es cierto que resulta difícil permanecer ajeno al conflicto, pero cada vez se va viendo más arte inspirado en otra temática. En los 80 y 90, la guerra, la bandera y los colores de ésta centraban la mayor parte de las creaciones por la situación que se vivía en aquel momento. Ahora es distinto. Hace dos años se creó la academia de arte y los trabajos tienen otra fuente de inspiración.
P.- ¿Es posible llevar el arte a la educación?
R.- Es necesario. Hay que explicar a la gente que el arte es arte y el conflicto es el conflicto. Hay que separarlos. Las piezas tienen que ser algo más que el enaltecimiento de una bandera. El arte es una forma de expresión, una representación, una manera elegante de lucha para cambiar las cosas.
P.- ¿Por qué entonces la obra que ha traído a la exposición es referente al conflicto?
R.- En Palestina no ves siempre violencia, pero sí puedes sentirla en todo momento. El conflicto es algo que llevo dentro. No puedo reprimirlo todo el tiempo.
P.- ¿Por qué se obliga a sí mismo a reprimir esos sentimientos?
R.- Muchas veces no me apetece utilizar colores vivos o bonitos para mis creaciones, pero me fuerzo a ello para poder mostrar otra cosa a los palestinos y al mundo entero sobre lo que es Palestina. No quiero mostrar continuamente conflicto. Es por esto por lo que incluyo un espejo en mi obra. Es una manera de decir a los palestinos que se miren a sí mismos y resuelvan las cosas de otra manera. Tienen que aprender de los fallos que han cometido en política para no repetirlos y mostrar al mundo lo bueno que hay dentro de ellos. En mi obra fantaseo con la idea de que un día Palestina será famosa por tener el espejo más grande del mundo, en vez de por la guerra.
P.- ¿Es consciente de lo que supone ser tocado por la varita de Charles Saatchi?
R.- (Se ríe). Conocía ya a Saatchi. Vio unos trabajos míos que representaban ciudades en 2047. Le gustó y me propuso trabajar en esta exposición. Siempre he buscado trabajar con alguien que entienda la importancia de transmitir el arte al público. Él cuenta con esa visión, por eso estoy muy contento de traer mi obra a Londres.
P.- La exposición está dedicada a Oriente Próximo, pero la mayoría de los artistas hace años que trabajan y viven en Europa o Nueva York, ¿se ha hecho una elección correcta?
R.- Habrá muchos más artistas y muchos con punto de vista más político que social, pero sí puedo sentir a Oriente Próximo en esta galería.
P.- Para terminar y sólo por curiosidad, ¿qué hace un coche de Spiderman en un campo de refugiados palestinos?
R.- (Risas). A los palestinos nos encanta Spiderman. Puede escalar muros. Nosotros estamos rodeados de muros. Él no tiene límites.
La muestra de Wafa Hourani y el conjunto de exposiciones sobre Oriente Próximo se pueden ver en la Galería Saatchi de Londres hasta el próximo 9 de mayo
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