Mayte Bajo invoca a Mariemma con castañuelas que fundió con su propio cuerpo

Valladolid.-  Un solo de castañuela perteneciente a la coreografía "Córdoba" e interpretado por Mayte Bajo, directora de la Escuela de Danza de Castilla y León, ha reavivado hoy la llama de la bailarina Mariemma, fallecida el año pasado y que hizo de ese instrumento musical "una prolongación de su propio cuerpo".

ampliar foto

(EFE)

El presidente de la Diputación de Valladolid, Ramiro Ruiz Medrano (d), y el etnógrafo y músico, Joaquín Díaz (i), durante el acto de entrega de varios objetos de la bailarina Mariemma al Centro Etnográfico Joaquín Díaz.

Así ha reflexionado el musicólogo Joaquín Díaz antes de recibir, en nombre de la Fundación Centro Etnográfico que dirige, las castañuelas tocadas por Bajo, labradas en madera de granadillo y que Mariemma (1917-2008) donó a esa entidad cultural gestionada por la Diputación de Valladolid y con sede en la población de Urueña.

"Era una intérprete especialísima de la castañuela o palillos, ya que había alcanzado ese nivel artístico en que el instrumento forma parte de su propio cuerpo, como si fuera una prolongación del mismo, lo cual es muy difícil si además bailaba a la vez como ella hacía", ha explicado Joaquín Díaz a los periodistas.

El musicólogo ha recibido con "emoción y orgullo" el regalo póstumo que próximamente lucirá dentro de una vitrina especial en el Museo de Instrumentos Tradicionales de la Fundación Centro Etnográfico, junto a un disco de vinilo (long play), íntegramente dedicado a la castañuela, que la célebre bailarina grabó junto a su inseparable pianista Enrique Luzuriaga.

La donación, canalizada a través de los herederos legales de la bailarina y coreógrafa -la familia Gálvez-Recuero-, se ha materializado hoy delante del presidente de la Diputación, Ramiro Ruiz Medrano, y de Alejandro García Sanz, alcalde de Íscar (Valladolid), municipio éste cuyo Museo de la Danza, inaugurado en 2006, conserva todo el legado artístico de Mariemma.

En estos dos años de andadura, ha referido García Sanz, el fondo inicia del museo, consistente en trajes, zapatos, castañuelas, mantones, figurines, cuadros, patrones, dibujos, programas de mano, libros y carteles de espectáculos, se ha enriquecido con nuevas aportaciones de los herederos y del Conservatorio de Madrid, que lleva su nombre, en forma de fotografías, afiches y partituras.

Mariemma, "una de las grandes de la danza española y embajadora de la provincia de Valladolid", en palabras de Ruiz Medrano, utilizó la castañuela en los cuatro tipos de danza española que siempre interpretó hasta el virtuosismo y que son la escuela bolera, el folclore, la escuela flamenca y la danza estilizada.

Empleó los palillos en buena parte de las coreografías que llevaron sus firma en los principales escenarios nacionales e internacionales que pisó dentro de su laureada trayectoria, galardonada entre otros con el Premio Nacional de Danza (1950) y la Medalla de Oro al Mérito en Bellas Artes (1981).

Guillermina Martínez Cabrejas, como así se llamaba, nació en Íscar (Valladolid) en 1917 y a los pocos años emigró a Francia con su familia.

Se formó en París, de donde regresó a Valladolid poco después de estallar la II Guerra Mundial, y en 1943 ya debutó en el Teatro Español de Madrid como punto de partida de una exitosa carrera que le llevó por numerosos teatros y salas de Europa e Hispanoamérica.

En 1950 recibió el Premio Nacional de Danza, posteriormente dirigió el Ballet del Teatro de la Zarzuela de Madrid y en 1969 se le encomendó la dirección de la Escuela Superior de Arte Dramático, cuatro años antes de abrir en Valladolid un centro de danza con su nombre. En 1981 el Rey le impuso la Medalla de Oro el Mérito en Bellas Artes.