Ya nadie conoce a Correa (ni siquiera su mujer)

Si Alejandro Agag no tardó mucho tiempo en desmarcarse de quien fuera testigo de su boda y señalado como presunto cerebro de la trama de corrupción que investiga Garzón, Francisco Correa, hoy ha sido su propia mujer quien, en su declaración ante el juez, ha decidido poner mucha tierra de por medio. Y es que María del Carmen Rodríguez Quijano, una de las tres imputadas que hoy ha declarado en la Audiencia, ha asegurado que se separó de su marido hace cuatro años y que, desde entonces, no mantienen apenas relación, por lo que no sabía nada de las ocupaciones de su marido.

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Rodríguez Quijano, la mujer de Correa.

El ex fiscal de la Audiencia Enrique Molina, que ejerce la defensa de Rodríguez Quijano, ha asegurado ante los medios que la imputada nunca había cobrado de las sociedades de su marido. Y ha añadido: "El que pincha y corta es el que pincha y corta". Tras comparecer ante Garzón, Rodríguez Quijano ha quedado en libertad, bajo la obligación de acudir una vez al mes a la sede judicial, a pesar de las peticiones de las fiscales, que exigían comparecencias semanales y la retirada del pasaporte. Parece que en el caso de Correa demuestra la delgadez de la línea que separa ser un auténtico triunfador, bien relacionado y brillante como la gomina, de ser un apestado, del que ya nadie quiere acordarse.

La de Rodríguez Quijano —que es la hija de uno de los procesados por el 'caso Malaya'— ha sido la comparecencia estrella de hoy, el día en que se ha iniciado el desfile de imputados por las dependencias judiciales. Junto a la mujer de Correa, también han declarado otras dos mujeres: Carmen Luis Cerezo y Felisa Jordán.

Sin embargo, si ha habido un tema del que se ha hablado largo y tendido en la Audiencia Nacional ha sido la polémica noticia de que Bermejo y Garzón coincidieron en una cacería el pasado fin de semana, lo que algunos han considerado directamente como una intromisión en la independencia judicial por parte del ministro. Ha llegado "la noche del cazador, que es la noche de los cuchillos largos", como cantaban 'Piano Magic'. De hecho, la montería se ha convertido en el tema estrella de la reunión del Comité de Dirección de los 'populares', ya que ha servido para romper relaciones con el ministerio de Justicia y para pedir la recusación del juez Garzón. Las desavenencias han llegado hasta el punto de que el portavoz de Justicia del PP, Federico Trillo, ha anunciado esta tarde la suspensión del Pacto por la Justicia mientras Bermejo sea ministro.

Al margen del juego político, todos los hechos que hoy han acontecido despiertan una retahíla de preguntas interesantes desde el punto de vista judicial. Al margen del error de cálculo que ha podido cometer el juez Garzón al acudir a la cacería, ¿supone verdaderamente una intromisión en la independencia judicial la famosa cacería? José Luis Requero, magistrado y ex vocal del CGPJ, ha declarado hoy a Servimedia que "si, como dicen algunos, Garzón está actuando al dictado del PSOE, eso no depende de una cacería". "La cacería es en ese sentido inofensivo, inocuo, por decirlo de alguna forma", ha añadido. Aunque es un tema, claro está, abierto a la interpretación de cada cual.

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Garzón, al abandonar hoy la Audiencia.

Otra pregunta que surge es la de ¿quién es Rajoy para pedir la recusación del juez Garzón? Y es que la recusación es un acto que sólo pueden solicitar las partes implicadas en el proceso y, hasta el momento, ni el Partido Popular ni Rajoy "son formalmente parte", según explican fuentes de la Audiencia Nacional. Por esta razón, los 'populares' habrán de personarse como acusación antes de emprender esta acción.

En la misma línea, resulta llamativo que lo que no ha podido romper la aguda crisis que vive el sistema judicial, lo ha conseguido la escena de la montería: la ruptura de esa frágil pompa de jabón que se llamó Pacto de la Justicia, aquel que en un alarde de buenrollismo suscribieron el pasado 24 de julio José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy en La Moncloa. Sin embargo, a la vista de sus resultados, parece que pocos lo echarán de menos. Teóricamente, las dos principales razones para su firma fueron las renovaciones de los poderes Judicial y Constitucional. La primera se llevó a cabo, aunque desde el principio estuvo rodeada de polémica, ya que sólo se incluyó a magistrados de dos asociaciones judiciales y quedó fuera a cualquier juez no asociado. Este hecho ha terminado por volverse en contra del propio Consejo ya que las dos asociaciones excluidas son las que han abanderado las revueltas judiciales y han salido a pecho descubierto a defender la huelga de los jueces del próximo 18 de febrero.

Y en lo que se refiere a la renovación del Tribunal Constitucional, es hablar del enquistamiento que no cesa, ya que se ha demostrado imposible que los grupos políticos abandonen su enroque (el PP ha presentado sólo a dos candidatos para cubrir dos puestos, quienes el PSOE se niega a admitir). Entonces, habría que preguntarse si ha sido utilizado más como arma política o como instrumento para la mejora de la situación de la Justicia.

Cárcel para Correa y dos de sus colaboradores

Garzón ha decretado esta noche prisión incondicional para Francisco Correa y dos de sus colaboradores, su primo Antoine Sánchez y Pablo Crespo.

El magistrado ha adoptado esta decisión a petición de las dos fiscales Anticorrupción, Miriam Sánchez y Concha Sabadell, después de haber prorrogado este lunes su detención, que tuvo lugar el pasado viernes, para practicar nuevas diligencias.

Garzón acusa a los tres de los delitos de blanqueo de capitales, tráfico de influencias, defraudación y cohecho, los mismos que atribuye a los otros 34 imputados que figuran, por el momento, en esta causa.