Diplomacia femenina a dos velocidades

Una de cada cinco embajadas holandesas está encabezada por una mujer, el actual representante de Holanda en Estados Unidos, una de las legaciones más prestigiosas de todo el servicio exterior, es una mujer, y más de la mitad de los holandeses que cursan la carrera diplomática de ese país son también féminas. ¿Qué tiene el cuerpo diplomático holandés que atrae a tantas jóvenes?

Otras grandes embajadoras holandesas: el equipo olímpico de Holanda de 1928.

"En parte, ese es el resultado de la evolución normal de los tiempos, pero también se debe a una decisión consciente que hemos tomado en Holanda para facilitar las actividad profesional de las mujeres", señala el embajador de los Países Bajos en España, Como van Hellenberg Hubar. "No creo, sin embargo, que ninguna de mis compañeras de trabajo quiera ser diferente; simplemente quiere ser apreciada por la calidad de su trabajo y opino que eso es lo justo. La mayoría no cree que sea necesario establecer porcentajes ni que la mitad de los miembros del cuerpo diplomático deban ser mujeres, ni nada así".

Pero la sociedad holandesa, como precisa el embajador, ha desarrollado, entre otras cosas, una cultura de trabajo a tiempo parcial —"de la que estamos muy orgullosos"— que ayuda a las mujeres a entrar en el proceso de la economía formal y se ha preocupado de "eliminar atavismos", lo que ha impulsado una alta participación de las féminas en muy diversas profesiones.

No en todos los países europeos es así. En España, la mujeres no entraron en cifras significativas en la carrera diplomática hasta la década de los noventa y hace sólo escasos años que la política de paridad en las embajadas recibió un impulso claro de la mano de la vicepresidenta del Gobierno, Maria Teresa Fernández de la Vega. Hoy en día, las mujeres representan aproximadamente un 19% del cuerpo diplomático español (177 de un total de 933 funcionarios), una cifra que aumenta en las nuevas promociones hasta superar el 30% del total.

Una política paritaria que "levanta ampollas"

La representación femenina en los escalafones más altos es bastante inferior, ya que pocas han llegado a ocupar el puesto de embajadoras, en parte porque un número importante no tiene acumulada la experiencia requerida para estar al frente de una legación diplomática. Pero la voluntad del actual Ejecutivo español de extender la Ley de Igualdad de Género también al cuerpo diplomático hace pensar que esa cifra irá creciendo, incluso cuando -según fuentes de Exteriores- el enfoque paritario está "levantando ampollas" entre muchos diplomáticos porque se considera enemigo de la meritocracia. La creación del puesto de Embajadora en misión especial para el fomento de las políticas de igualdad de género o los nombramientos de mujeres para los puestos de Subsecretaria de Estado o Directora General de Africa, sin embargo, apuntan a que en los próximos años continuará la misma política.

Peor situación hay en Italia, donde la cifra de mujeres diplomáticas es del 14%, y no existe una política de género en la administración pública, ni siquiera facilidades para las mujeres, como el reemplazo durante las bajas maternales de las diplomáticas en el servicio exterior.

"El aspecto familiar sigue siendo un problema para la mujer en la diplomacia, sobre todo cuando se asciende en la carrera a niveles más altos", señala Giuliana del Papa, consejera política de la Embajada italiana en Madrid. "Si hubiera sustituciones durante el embarazo, nos sentiríamos más libres para compatibilizar carrera y familia. También haría falta una diferente organización de los horarios, porque quedarse hasta las 10 de la noche todos los días no implica mayor productividad. Pero la escasez de incentivos en el ámbito privado desalienta a muchas mujeres a subir los escalafones de la diplomacia italiana".

Las diferencias han llevado a un grupo de diplomáticas italianas —entre ellas Del Papa— a constituir una agrupación, la Associazione Donne Italiane Diplomatiche Dirigenti, para empujar al Ministerio de Exteriores a adoptar medidas que impulsen la presencia de mujeres en todos los grados de la carrera, porque, según Del Papa, "buscamos un cambio de mentalidad y en un país como Italia, las cosas no cambian solas".

Pero fuera de las cuestiones familiares, ¿hay diferencias entre hombres y mujeres en las forma de conducir los asuntos exteriores? ¿Son las diplomáticas más diplomáticas? "Yo he tenido tres veces a mujeres como número dos y no veo grandes diferencias", dice el embajador van Hellenberg Hubar. "Las mujeres suelen ser muy intuitivas, porque la intuición forma seguramente parte de su manera de funcionar, y eso en diplomacia puede ser una ventaja. El interés de muchas mujeres por temas de carácter humano también es favorable. Nos ayuda tener a una mujer refiriéndose a temas como el derecho a la reproductividad porque, en la percepción del público, una mujer entiende esos temas mejor que un hombre".

Para Del Papa, las mujeres suelen ser mejores en las relaciones sociales, el trabajo en equipo y "en acabar las tareas que han empezado, porque por influencia cultural, tendemos a ser más diligentes. Los hombres son buenos en cuanto a la exposición pública, pero hay magníficos diplomáticos de ambos sexos y es difícil identificar talentos que diferencien a los géneros. Todo depende bastante de la experiencia, aunque en general creo que seguimos teniendo que trabajar más que los hombres y demostrar más también".

Y los nuevos conceptos de familia, de relaciones o la apertura en las inclinaciones sexuales que practican los europeos, ¿no afectan a las diplomáticas en países donde se asignan roles más estrictos para las mujeres? Islandia acaba de elegir a un presidenta lesbiana, Johanna Sigurdardottir. ¿Podría una diplomática gay servir de embajadora en un país como Arabia Saudí?

"Nosotros defendemos principios que consideramos democráticos y tratamos de proyectar nuestros valores al exterior: el aborto dentro de unas condiciones; la eutanasia, dentro de unas condiciones; la prohibición de discriminación por preferencia sexual... Estos son valores modernos y pueden ser un poco conflictivos porque para ciertas sociedades podrían ser lo opuesto de lo que consideran normal", explica el Embajador van Hellenberg Hubar. "Si respetamos un poco las normas y hay tolerancia entre ambas partes, entonces es posible enviar una pareja lesbiana como embajadores. Pero no es fácil. Hace poco tuvimos que trasladar a un embajador y a su pareja del mismo sexo a otro país. Y eso pasó en Europa".