Clinton se compromete ante Préval a ayudar a Haití a cimentar su democracia

Washington.-  La secretaria de Estado de EE.UU., Hillary Clinton, se reunió con el presidente de Haití, René Préval, y le expresó el compromiso estadounidense de ayudar a ese país a construir una democracia sólida.

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(EFE)

La secretaria de Estado de Estados Unidos, Hillary Clinton (d), recibe al presidente de Haití, René Preval (i), hoy en el Departamento de Estado en Washington (EE.UU.), antes de sostener una reunión privada.

En unas breves palabras a la prensa antes del inicio de la reunión, Clinton se mostró encantada con la visita de Préval, al que calificó de un "viejo amigo", en lo que supone su primer encuentro con un mandatario extranjero desde que asumió el cargo hace unos días.

La secretaria de Estado avanzó que en la reunión hablarían de cómo EE.UU., junto con la comunidad internacional, podrían "ayudar a Haití y a su pueblo.

"Queremos trabajar con ellos en la construcción de una democracia vibrante y una economía creciente", señaló Clinton, y aseguró que el presidente estadounidense, Barack Obama, comparte el compromiso de ayudar al país caribeño.

Horas antes, el director de la Oficina de Prensa del Departamento de Estado, Gordon Duguid, explicó a Efe que en el encuentro tenían previsto abordar asuntos relacionados con la seguridad, los programas de desarrollo y la asistencia humanitaria.

La reunión de Clinton con Préval se enmarca "en el compromiso del Gobierno con Latinoamérica y el Caribe", resaltó.

Préval se reunió con la secretaria de Estado después de haber asistido esta mañana al desayuno nacional de oración junto al presidente Obama y otros líderes.

El miércoles se vio con el director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Dominique Strauss-Kahn, a quien le solicitó apoyo para atraer donantes a una conferencia en la que pretende recaudar fondos para el desarrollo de su país. Está previsto que esa cita tenga lugar en Washington en abril.

El mandatario haitiano también se reunió con la máxima autoridad del Banco Mundial (BM), el estadounidense Robert Zoellick.

En su esfuerzo por reforzar los lazos con su principal socio, Préval tiene previsto reunirse con congresistas.

Haití sigue siendo el país menos desarrollado en la región y es uno de los más pobres del mundo.

Por ello, la política de EE.UU. hacia Haití está diseñada para fomentar y fortalecer la democracia en ese país, aliviar la pobreza y la malnutrición, promover el respecto a los derechos humanos y luchar contra la inmigración ilegal y el narcotráfico, explica el Departamento de Estado en su nota con datos básicos del país.

EE.UU., que ayuda a Haití principalmente a través de organismos como la Organización de Estados Americanos (OEA) y el "Grupo de Amigos de Haití", así como la Comunidad del Caribe (Caricom), ha sido el donante más importante de ese país desde 1973, según la misma fuente.

Washington considera que la inseguridad política y la incapacidad del Gobierno haitiano de invertir en desarrollar los recursos naturales y humanos han contribuido significativamente a la situación de subdesarrollo que sufre ese país.

En sus esfuerzos por fortalecer la democracia haitiana y tratar de crear la base para el crecimiento económico en ese país, EE.UU. ha aportado más de 600 millones de dólares desde 2004 para mejorar la gobernabilidad, la seguridad y el Estado de derecho, fomentar la recuperación económica y cubrir las necesidades básicas.

En abril del año pasado, la Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional (USAID, por su sigla en inglés) aportó 240 millones de dólares en ayuda a países pobres, entre ellos a Haití, ante el aumento de los precios de los alimentos.

Haití vivió entonces una situación de inestabilidad política y de protestas violentas.

También destinó ayudas de emergencia a Haití tras los graves daños sufridos el año pasado tras el paso de los huracanes "Fay", "Gustav", "Ike" y "Hanna", que se cobraron la vida de varios cientos de personas.

En lo que se refiere a la lucha contra el narcotráfico, Haití es un punto de tránsito para drogas procedentes de América del Sur hacia EE.UU., por lo que Washington entrena a la división de antinarcóticos de la Policía de ese país, y suministra material y formación a la Guardia Costera, entre otras medidas.