Las entidades transfronterizas luso-españolas necesitan personalidad y fondos

Guimaraes (Portugal).-  Las entidades luso-españolas transfronterizas, un gran polo de atracción de fondos europeos, salieron hoy a debate en la reunión sobre cooperación ibérica de Guimaraes donde se pidió que cuenten con personalidad jurídica y recursos propios.

Según un estudio divulgado hoy en la Conferencia de Cooperación Transfronteriza de Segunda Generación que se celebra en esta ciudad lusa, Portugal y España captaron en los años noventa más de 900 millones de euros de ayudas comunitarias, a través de entidades y programas de ese tipo.

Luis Domínguez, directivo del Eixo Atlántico del Noroeste Peninsular, una entidad transfronteriza muy exitosa que agrupa a los grandes municipios de Galicia y el norte de Portugal, sostuvo que, para garantizar su continuidad, los organismos de ese género necesitan la personalidad jurídica y fondos con los que operar.

Domínguez, que presento el estudio, consideró también que esos organismos deben surgir de procesos electorales, que facilitarán su existencia.

La reunión de Guimaraes, en la que participan autoridades y directivos de entidades regionales junto a delegados gubernamentales de España y Portugal, está orientada a promover proyectos de cooperación y desarrollo para las zonas fronterizas y buscar respaldo financiero de la Unión Europea (UE).

La conferencia de dos días fue inaugurada hoy por la ministra española de Administraciones Públicas, Elena Salgado, y el titular luso de Medio Ambiente, Francisco Nunes Correia, que se pronunciaron por incrementar la cooperación bilateral y promover con ella el empleo a través de los programas de infraestructuras y desarrollo.

Domínguez, durante la presentación del estudio que analiza el impacto de la cooperación hispano-portuguesa en las regiones limítrofes, destacó la importancia de las organizaciones transfronterizas para captar y canalizar ayuda al desarrollo.

Pero el directivo del Eixo Atlántico y titular de la Cátedra Jean Monet de la Universidad de Vigo, señaló también, al comentar la experiencia Galicia-norte luso, el problema de las diferentes organizaciones administrativas de cada país, dado que en Portugal no hay comunidades autónomas.

Esa asimetría, indicó, afecta a la articulación de los fondos que se reciben, no sólo en el caso del noroeste peninsular, sino también en el de los proyectos de Castilla y León, Extremadura y Andalucía con las respectivas comarcas fronterizas de Portugal.

El directivo del Eixo Atlántico, fundado en 1992 y que agrupa a 17 ciudades españolas y otras tantas portuguesas, abogó por la eliminación de barreras administrativas para no entorpecer la puesta en marcha de nuevas iniciativas transfronterizas.

Hasta ahora, recordó, los proyectos hispano-lusos para regiones limítrofes de los dos países se han beneficiado de los fondos europeos "Interreg".

El programa Interreg I, que se desarrolló entre 1990 y 1993, aportó cerca de 385 millones de euros a proyectos para superar el "efecto barrera" en las zonas fronterizas, de los que el 58 por ciento fue con destino a España y el resto a Portugal.

La segunda fase, el Interreg II, de 1994 a 1999, destinó a la frontera hispano-portuguesa 552 millones de euros, de los que el 64 por ciento recayeron en territorio español.

En la conferencia de Guimaraes se hace ahora balance de la gestión de los fondos de Bruselas y se prepara la estrategia ante las autoridades comunitarias para la captación de ayudas correspondientes al periodo 2013-2020.

En el caso del Eixo Atlántico, que tiene como presidente a un alcalde portugués, Luis Filipe Menezes, de Vila Nova de Gaia, y como vicepresidente a un español, Abel Caballero, de Vigo, la Comisión Europea ya concedió el mes pasado un millón de euros para sus actividades de 2009-2010.