En Argentina también hay un 'Plan Renove' para las bicis

BUENOS AIRES/MADRID.-  Al igual que se están tomando medidas para afrontar la crisis internacional en sectores como el de los automóviles y el de los electrodomésticos, el Gobierno de Cristina Kirchner quiere ahora reactivar la producción de las bicicletas en el país. Para ello, ha anunciado para este año un 'Plan Canje de bicis', una especie de plan Renove adaptado a las dos ruedas. La medida es sencilla: entregas tu bici usada a cambio de una ayuda para adquirir una nueva de fabricación nacional.

Calimonken (Flickr)

Bicis pintadas por el artista argentino Fernando Traverso

Por una parte, el plan busca relanzar la industria de 'armadores de bicicletas' y mantener puestos de empleo en un sector cuya demanda cayó en 2008 al menos un 30%, afectando a varios miles de trabajadores; y por otra, promover una nueva bicicleta 'made in Argentina'. Y es que este país no produce enteramente las bicicletas, sino que importa elementos como los cuadros de las bicis, y se dedica a fabricar los accesorios para después montar este vehículo sostenible. "Antes de que el sector entrara en recesión, se vendía un millón y medio de bicicletas cada año, con una media de precio entre los 350 y 600 pesos argentinos, según los rodados", explica Pedro Waisman, director ejecutivo de la Cámara de la Industria de Bicicletas, Motocicletas y Afines.

Para conseguir estos objetivos, el Gobierno argentino, que cuenta con la colaboración del Banco de la Nación y de unos 14 fabricantes de bicicletas, subvencionará parte de la producción de los nuevos modelos nacionales. Aunque aún se está negociando, todo apunta a que los ciudadanos podrán elegir entre cuatro o cinco tipos de bicis —algunas también para niños— que no superen los 500 pesos argentinos (unos 111 euros).

El plan se aplicaría de forma que el bicicletero que entregue su bici usada (puede estar oxidada o rota), reciba del fabricante o vendedor un comprobante que luego le permita pedir un crédito en el banco. La idea es que cada argentino, sobre todo aquellos con menores recursos económicos, pueda acceder a una financiación de doce cuotas mensuales que no supere los 40 pesos argentinos (poco más de 8 euros). De esta manera, se aplica un interés del 11% anual, menor que la tasa del 25% que ronda el actual pago con tarjetas de crédito.

Por otro lado, las bicicletas usadas tendrán una segunda oportunidad: después de una buena reparación, se planea destinarlas a las escuelas rurales del interior del país. Con todo ello, el Gobierno de Cristina Kirchner pretende impulsar, en la primera fase del proyecto, la compra de 200.000 bicicletas nuevas en territorio nacional.

Como cuenta Néstor Sebastián, presidente de la Asociación de ciclistas urbanos de Buenos Aires (ACU), este plan tiene también sus puntos débiles. "Las bicis que se van a ofrecer son de menor calidad, no tendrán cambios y serán menos cómodas. Eso sí, serán el doble de económicas que las convencionales que pueden llegar a costar unos 300 dólares (unos 233 euros)". De todos modos, este argentino asegura que el Plan puede ser una buena salida para todas aquellas bicis oxidadas y en desuso que los ciudadanos guardan en casa o cuelgan en el balcón. "Ya veremos si el ciclista que depende todos los días de la bici para ir a trabajar quiere deshacerse de ella, y si tendrá tiempo para hacerlo".

Según el presidente de ACU, el Gobierno lleva tiempo anunciando este plan y lanzando ideas al aire, pero aún está en el inicio. "Esperamos que para abril esté en marcha, porque aunque no nos convence del todo, sí es verdad que este proyecto beneficia y da una publicidad indirecta a la bicicleta".

En un país como Argentina, donde la mayor parte de la población se mueve en bici para ir a trabajar o estudiar, más bien por obligación que por elección, la oportunidad de adquirir una nueva bicicleta más económica es muy atractiva. Javier vive en Buenos Aires y tiene 55 años. Trabaja en la industria metalúrgica y para él, que cada mañana va a la fábrica en bici, el plan le animaría a cambiar su actual vehículo de dos ruedas sin pensarlo. "Necesito una bici nueva desde hace mucho tiempo y así podría conseguirla. Es una gran oportunidad". Lo mismo opina Martín, un diseñador de 25 años que suele moverse en tren con su bici. "Cuando el plan esté en marcha, cambiaré una bici vieja que tengo en el garaje para optar a otra mejor". Por otro lado, Marcela, fotógrafa que recorre la ciudad buscando la mejor captura, ve de forma más cautelosa esta medida. "No creo que esto se implemente bien, son medidas mediáticas, que luego no llegan a la práctica".

En paralelo a este plan, el Gobierno de este país de casi 40 millones de habitantes, proyecta complementar la medida en diferentes ciudades argentinas con un nuevo reordenamiento del tránsito, la construcción de bicisendas y la instalación del servicio 'bicing' en algunos puntos clave. Parece ser que los argentinos, también estamos un poco ¡hartos del coche!.