Fuerzas de seguridad, presos y enfermos comienzan a votar en Irak

Bagdad.-  Los colegios electorales iraquíes han abierto hoy sus puertas para que los miembros de las fuerzas de seguridad, los enfermos y los presos puedan votar en las elecciones provinciales, previstas para el próximo sábado.

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(EFE)

Un policía iraquí deposita su voto en la urna de un colegio electoral en Basora (Irak), el 28 de enero de 2009. Se espera que en torno a 641.000 votantes, entre policías, soldados, enfermos hospitalizados y prisioneros, voten durante la jornada especial para las elecciones provinciales, que se celebran el sábado.

Según cifras oficiales, unos 615.000 iraquíes -de los cerca de 15 millones con derecho a voto- están convocados hoy para elegir a sus representantes en 14 de los 18 provincias del país, en los primeros comicios que se celebran en Irak desde los generales de 2005.

En estas elecciones, la actual composición política del país, marcada por la división étnica y religiosa, se enfrenta a nuevos partidos y personalidades, más caracterizadas por su laicismo y nacionalismo, según analistas.

En las provincias del sur del país, de mayoría chií, compiten entre sí los principales partidos que conforman la alianza gobernante, la Alianza Unida Iraquí (AUI).

Por un lado, el partido "Dawa", del actual primer ministro Nuri al Maliki, que apuesta un Irak centralista y, por el otro, la Asamblea Suprema de la Revolución Islámica (ASRI) de Abdelaziz al Hakim, que defiende un sistema federal.

Ambos tendrán que competir con los candidatos fieles al clérigo anti-estadounidense Muqtada al Sadr, que se presentan como independientes, pero que cuentan con importante apoyo, especialmente el la ciudad meridional de Basora, la segunda más poblada del país.

Entre enero y marzo del año pasado, las fuerzas de seguridad y el Ejército iraquíes, con apoyo de las tropas estadounidenses, doblegaron a las milicias de Al Sadr en Basora y varias ciudades del sur, así como en el barrio bagdadí de Ciudad Sadr, otro de los bastiones de este clérigo radical.

En las provincias centrales, donde los suníes son mayoría, los partidos tradicionales, unidos en la plataforma Frente del Consenso Iraquí (FCI), de marcados tintes religiosos, se enfrentan con los candidatos tribales de los Consejos de Salvación, que aparecen por primera vez en la escena política precedidos por la fama de haber puesto en jaque a Al Qaeda y a sus grupos afines.

Mientras tanto, los comicios en las tres provincias del norte del país que componen la región autónoma del Kurdistán -Erbil, Dohuk y Suleimaniya-, así como la petrolera provincia de Kirkuk, que se disputan kurdos, árabes y turcomanos, se han pospuesto.

La suspensión tiene carácter indefinido mientras se soluciona el contencioso de Kirkuk, pendiente de la celebración de un referéndum para definir su futuro.