Un viaje en bici por diez tickets de parking gratis (para coches)

SAN DIEGO (EEUU).-  El campus de San Diego de la Universidad del Sur de California lleva años trabajando para concienciar a sus 28.000 alumnos de que hay que buscar modos de transporte alternativos al coche. Hasta ahora los estudiantes hacían caso omiso. Pero por fin han dado con una solución que ha llevado a muchos universitarios a cambiar el coche por la bici: pagarles con diez tickets de aparcamiento gratis al mes y darles un 10% de descuento en la tienda de bicis del campus.

B.G

Estudiante del campus con su bicicleta

Como cuenta Curt Lutz, responsable de Pedal Club —programa para incentivar el uso de la bici en la Universidad—, la medida está funcionando muy bien y se estima que 1.000 personas (entre estudiantes, profesores y trabajadores) acuden cada mañana en bici a clase.

Aunque parezca contradictorio pagar con tickets de aparcamiento el uso de un medio de transporte alternativo, en un país como Estados Unidos —donde el coche está tan extendido— no lo es tanto. "Nuestro programa es ante todo realista. Sabemos que los chicos no van a venir todos los días del mes en bici. Depende del tiempo, de los horarios que tengan ese día... Pero si conseguimos que sólo traigan el coche unos diez días al mes, estaremos ante un gran logro", sostiene Curt.

Los requisitos para formar parte del Pedal Club son registrar tu bicicleta en el estado de California y demostrar que acudes a la Universidad en bici al menos un día cada mes. "Es curioso pero, cuando la gente se apunta a Pedal Club, de forma inconsciente se pone la meta de no pagar el parking. Así que hacen todo lo posible por sólo usar los diez tickets que tienen y el resto de los días procuran venir en bici", dice Curt. Con todo, la picaresca también ha llegado a Pedal Club, y en alguna ocasión han pillado a alumnos fingiendo que son "grandes amantes de la bicicleta", pero en general los estudiantes respetan el trato.

B.G

Aparcamiento de bicis en el campus de San Diego.

Lo más importante para Pedal Club es crear una comunidad donde se puedan poner ideas en común. Una vez al mes organizan un desayuno gratuito al aire libre para los ciclistas de la Universidad. Además de disfrutar de un café y una 'muffin', estudiantes y profesores se van conociendo y ponen en común los lugares que creen peligrosos y las cosas que se deben mejorar. Incluso algunos de ellos se han puesto de acuerdo para compartir coche los días que no vienen en bici. "Para nosotros es muy importante estar en contacto con los universitarios. Les enviamos correos con las novedades y les ofrecemos rutas más seguras dependiendo de la zona de la que vengan", afirma Curt. Los usuarios confiesan que han notado el ahorro en gasolina y los 80 dólares al mes que les cuesta aparcar su coche en la Facultad.

Pero en Pedal Club también son muy conscientes de que no todo son ventajas a la hora de dejar el coche en casa. Por eso, recientemente, han incluido un servicio de taxi gratuito (tres como máximo al año) para los miembros que tengan que abandonar la Universidad por una urgencia o que hayan tenido que quedarse a hacer horas extra hasta tarde. Según Curt, "se trata de que sepan que, si necesitan abandonar rápidamente la Universidad, tienen un medio para hacerlo".

El buen tiempo del sur de california se convierte en un arma de doble filo para los ciclistas. Por un lado, anima a los estudiantes a coger la bici, pero, por otro, provoca que si el día es muy caluroso lleguen sudados a clase. Desde el club están luchando para conseguir que la Universidad ofrezca duchas a los ciclistas y así paliar la principal queja de los usuarios. "Es lo próximo que tenemos que solucionar porque a nadie le gusta llegar empapado de sudor a una reunión o a un examen", asegura Curt.

B.G.

Curt trabaja para incentivar el uso de la bici en el campus.

Aparte de convencer a los alumnos, Curt y el resto de trabajadores del departamento de transporte han conseguido que la Universidad se moje a la hora de facilitar el uso de las dos ruedas. A partir de ahora, todos los edificios nuevos que se construyan en el recinto deberán contar con un aparcamiento para bicis obligatorio. También han logrado que se puedan recoger las bicis abandonadas y reciclarlas para usarlas de nuevo. Como cuenta Curt, muchos estudiantes de las residencias acababan sus estudios y dejaban la bici en cualquier sitio porque no les daba tiempo a venderla. Ahora tienen permiso para que, si en un mes no la mueven, pase a ser propiedad del club. Luego las alquilan gratuitamente a los alumnos que las necesiten para moverse dentro del campus.

Además, este año el número de personas que utiliza el autobús, comparte coche o va en bici ha superado por primera vez a los que van solos en su propio vehículo. "Conozco muy bien este lugar. Yo estudié aquí en los 70 y, créeme, es un dato muy esperanzador. Queremos ser un referente de Universidad 'verde'", cuenta el responsable de Pedal Club.

Sorprendentemente, aunque Curt trabaja para incentivar el uso de la bici, él acude en coche al trabajo. "En mi caso la bici es una utopía. Vivo a 12 millas (unos 19 kilómetros) del campus y cuando salgo del trabajo recojo a mis dos hijos pequeños en el entrenamiento de fútbol. Para mí es imposible, pero creo que soy bastante bueno convenciendo a los que sí pueden hacerlo".