Berlusconi reconoce la gran aportación de los judíos en la unidad de Italia

Roma.-  El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, reconoció hoy la contribución de los judíos en la construcción de la unidad de Italia, en la formación de la conciencia nacional y de la defensa de la patria en la Gran Guerra (1914-1918).

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(EFE)

El primer ministro italiano Silvio Berlusconi habla el pasado 18 de enero de 2009, durante la rueda de prensa conjunta que ofreció con su homólogo israelí, Edhud Olmert; el presidente francés, Nicolás Sarkozy, la canciller alemana, Angela Merkel; el primer ministro de República Checa Mirek, Topolanek; su homólogo británico, Gordon Brown; y el jefe del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero, tras la reunión que celebraron en Jerusalén durante la ofensiva israelí en Gaza.

Berlusconi habló así en un mensaje con motivo del "Día de la Memoria" que se celebra en Italia, en conmemoración a los 64 años de la liberación de prisioneros y cancelación del campo de exterminio nazi de Auschwitz: "Ese día y ese lugar es el paradigma de la exterminación de un pueblo que ha marcado siempre la historia de la humanidad".

"No lo olvidaremos más" y dijo que Italia recordará siempre las celebraciones de la Shoah (Holocausto) que enseñará a las siguientes generaciones hasta que "sepamos hasta qué punto de aberración puede llegar el odio del hombre contra el hombre".

Berlusconi recordó "una de las páginas más oscuras" de Italia con la leyes contra los judíos de 1938 por las que miles de conciudadanos fueron declarados "no italianos".

El primer ministro hizo larga mención a las leyes raciales en Italia de septiembre de 1938 por las que estudiantes y profesores judíos fueron alejados bruscamente de la escuela y la universidad y el 17 de noviembre les fue prohibido contraer matrimonios mixtos, poseer negocios, terrenos, fábricas, prestar servicio en la administración publica y en las fuerzas armadas, entre otras vejaciones.

En los meses sucesivos los judíos fueron prácticamente alejados de todo: prohibido sus ejercicios profesionales, sus comercios, su música, representar sus obras, su participación en la vida publica y política y hasta las calles con sus nombres fueron cambiadas.

"Fue destrozado así un profundo y secular vínculo entre los ciudadanos italianos judíos y su país, Italia, a la que habían contribuido con el brillante trabajo de sus intelectuales, científicos, artistas, y también con la aportación ciudadanos comunes.

Berlusconi recordó la contribución de los judíos en la construcción de la Unidad de Italia, en la formación de la conciencia nacional y de la defensa de la patria en la Gran Guerra.

"Las leyes raciales -añadió- son también consideradas como una herida profunda, insertadas no sólo en la comunidad judía sino en la sociedad italiana, que pierde improvisadamente una parte importante de su propia historia".

Berlusconi subrayó que los judíos que escaparon a los campos de exterminio, no dudaron después en contribuir a la construcción común de la nueva Italia republicana, también mediante su participación en la Resistencia y en el nacimiento de la Constitución.

"La determinación de sanar aquella herida abierta en 1938 ha contribuido fuertemente a inspirar a la Asamblea Constituyente en la redacción de nuestra Carta fundamental, en al que están delineados las bases de una democracia que no consiente que sean violados los derechos y la dignidad de cada ciudadanos", concluyó.