La víctima de un intento de violación identifica al acusado al grito de '¡es el'!

Toledo.-  La mujer que denunció un intento de violación en Talavera de la Reina en septiembre de 2007 identificó hoy entre sollozos y al grito de ¡'es él'!, ¡es él!, a Nicolai D.D., un búlgaro de 29 años, como el hombre que intentó violarla y al que retó durante el juicio a que dijera la verdad.

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(EFE)

El fiscal pide ocho años de prisión para Incola D.D, que el 23 de septiembre de 2007 intentó violar a una mujer en un descampado de Talavera de la Reina (Toledo).

En la vista oral celebrada en la Audiencia de Toledo y tras narrar lo ocurrido a primera hora de la mañana del 23 de septiembre de 2007 en un descampado cercano a la zona de Villa Justina de Talavera, la mujer, M.Y.P., accedió a la petición del presidente del tribunal, Juan Manuel de la Cruz, para que mirara a la cara al acusado, del que se ocultaba tras un biombo.

A pesar de las reticencias iniciales de ella por no querer ser vista por el acusado y después de que el magistrado le insistiera para que hiciera un esfuerzo, la mujer dio un paso adelante, salió de detrás del biombo y le identificó en medio del llanto y entre gritos de ¡'es el'!, lo que repitió en varias ocasiones y al que retó a ¡'que me vea y que me diga a la cara que no es él'!.

Mientras, el acusado, que durante su declaración negó los hechos con ayuda de una intérprete, escuchó impasible a la víctima y tan solo giró levemente la cabeza cuando la mujer le miró para identificarle.

La mujer narró al tribunal que entre las 05:30 y las 06:00 horas del 23 de septiembre de 2007 se dirigía a su coche para ir a casa después de estar con unos amigos en la feria de San Mateo de Talavera y que decidió cruzar el descampado como atajo.

Pero, al darse cuenta de la oscuridad que había en el lugar decidió darse la vuelta, momento en el que su cara se topó con la del mismo individuo que poco antes, a la altura de la comisaría, la había mirado de forma "muy fría".

Explicó, tal y como sostienen las acusaciones, que el hombre la agarró y la tiró al suelo para después sujetarla del cuello mientras le decía que la iba a follar y que de lo contrario la mataría.

No obstante, el acusado, que trabajaba en una atracción ferial con motivo de las fiestas de San Mateo, no logró su propósito de violar a la mujer, pues a la tenaz resistencia que ella opuso se unió la circunstancia de que llegaba gente a la zona.

Ese momento fue aprovechado por el acusado para huir mientras se subía los pantalones y ella corría a pedir socorro al grupo de jóvenes que había a unos metros, uno de los cuales testificó en el juicio avalando la versión de la mujer, aunque no llegó a ver la cara del agresor.

Como consecuencia de estos hechos, la mujer sufrió lesiones que le obligaron a llevar un collarín durante el menos una semana y según los forenses las heridas son compatibles con los hechos enjuiciados.

Tanto el fiscal como la acusación particular solicitan un total de ocho años de prisión para el inculpado (seis por el intento de violación y dos por un delito de lesiones), cinco años de alejamiento de la víctima tras salir de prisión y una indemnización de 16.000 y 18.000 euros, respectivamente.

La defensa por su parte pidió la absolución para Nicolai por entender que no está acreditado que fuera el acusado el autor de la agresión, para lo cual se apoyó en que no habla español (la mujer afirmó lo contrario) y que tampoco llevaba la camiseta descrita por los testigos el día de los hechos.