Bolivia: nueva Constitución, vieja fractura

Bolivia ha aceptado la reforma constitucional impulsada por el presidente Evo Morales con un apoyo del 60%, según los sondeos. Sin embargo, el mapa electoral refleja una fuerte división en torno al nuevo texto. ¿Qué supone esta nueva Constitución para el país?

(EFE)

Evo Morales, con el nuevo texto en la mano.

¿Qué se ha votado en Bolivia?

Los bolivianos han acudido a las urnas para decidir sobre la aprobación de una nueva Constitución. Es la primera vez que se produce una votación por esta causa, ya que los anteriores textos constitucionales fueron aceptados únicamente en el Parlamento. La nueva Constitución de Bolivia, la decimosexta en la historia del país, se compone de 411 artículos y su principal novedad es su marcado contenido indigenista, ya que garantiza una mayoría indígena en las instituciones públicas del país. No en vano, cerca del 80% de la población boliviana es indígena, al igual que su presidente, Evo Morales.

¿Cuál ha sido el resultado?

Según los sondeos a pie de urna y a falta de datos oficiales, la nueva Constitución refundacional de Morales quedó aprobada en el referendo celebrado hoy en Bolivia con un respaldo del 60%. Pero perdió en Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija, las regiones conocidas como la "media luna".

¿Qué supone para Evo Morales esta aprobación de la reforma?

Evo Morales, tras la votación de la Constitución, sigue invicto en las urnas (después de tres años gobernando Bolivia). Por ejemplo, en agosto de 2008 fue ratificado en su puesto por un 67% de los votantes. Además, la nueva Constitución permite la reelección del presidente, lo que permitiría a Morales renovar su mandato hasta el año 2014. Tras conocerse la victoria del 'sí' en la votación, el dirigente aymara proclamó el inicio de la refundación de un país con igualdad de oportunidades, en un discurso en el que hizo varios llamamientos a la unidad de los bolivianos.

La Constitución: ¿une o separa al país?

El mapa electoral demuestra la profunda división que existe entre la Bolivia indígena y la región de la 'media luna', más conservadora y rica, donde se concentra la oposición al dirigente y se ha impuesto con claridad el 'no' a la Constitución. En estas regiones autonomistas se encuentra la mayor parte de la riqueza natural del país (hasta un 90% de los recursos de petróleo y gas) y muchos de sus habitantes consideran que la Constitución disminuye las competencias para gestionar sus ingresos directamente. Esto ha llevado a que algunos líderes de la oposición, como el empresario Branco Marinkovic, presidente del Comité Cívico de Santa Cruz, sostuviera tras la votación que "nadie puede negar" que en Bolivia hay "dos visiones" de país, ni tampoco que de alguna manera se necesita "encontrar un pacto de unidad y de convivencia" que sea pacífica y democrática. Por su parte, las declaraciones de Morales fueron bien distintas, al afirmar que, desde hoy "no hay media luna. Hay una luna llena en unidad de todos los bolivianos".