Mueren cuatro niños al derrumbarse el techo de un polideportivo en Barcelona

MADRID.-  El tremendo temporal de viento que azota toda la península se ha cobrado ya una docena de víctimas mortales, diez de ellas en la jornada de hoy. El episodio más trágico tuvo lugar en la localidad barcelonesa de Sant Boi de Llobregat donde cuatro niños, de entre 9 y 12 años, perdieron la vida después de que se desplomara el techo del pabellón polideportivo donde entrenaban. Otras dos muertes se produjeron en Barcelona, tres en Galicia, una en Burgos y otra en Alicante que se suman a la primera víctima que se produjo ayer, una mujer sepultada por un muro en Barcelona.

EP (OTR/PRESS)

El tremendo temporal de viento que azota toda la península se ha cobrado ya una docena de víctimas mortales, diez de ellas en la jornada de hoy. El episodio más trágico tuvo lugar en la localidad barcelonesa de Sant Boi de Llobregat donde cuatro niños, de entre 9 y 12 años, perdieron la vida después de que se desplomara el techo del pabellón polideportivo donde entrenaban. Otras dos muertes se produjeron en Barcelona, tres en Galicia, una en Burgos y otra en Alicante que se suman a la primera víctima que se produjo ayer, una mujer sepultada por un muro en Barcelona.

En torno a una veintena de menores, pertenecientes a dos equipos de béisbol (Club Béisbol y Softbol de Sant Boi), se entrenaban en el interior de un pabellón anexo al campo ubicado en la avenida Aragón de Sant Boi de Llobregat. Sobre las once y cuarto de la mañana el fuerte viento, que en esos momentos superaba los 110 kilómetros por hora, derrumbó el techo de uralita y una de las paredes de la instalación.

Entre los escombros quedaron atrapados los entrenadores y la mayoría de los niños de los dos equipos que se preparaban para jugar. Hasta trece dotaciones de Bomberos se desplazaron hasta el lugar de los hechos y fueron rescatando a las personas atrapadas. Cuatro de los niños perdieron la vida y otra decena tuvieron que ser trasladados hasta centros hospitalarios cercanos para ser atendidos de sus heridas.

El portavoz de los Bomberos de la Generalitat en Sant Boi de Llobregat, Carles Savalls, agradeció la colaboración ciudadana de los vecinos del municipio que acudieron a ayudar a las víctimas. Uno de los que acudió al lugar de los hechos fue Pedro Jesús, el hermano adolescente de una de las cuatro víctimas mortales que calificó de "aterrador" lo que vio cuando llegó hasta el lugar del accidente. Uno de los vecinos que acudió hasta la nave para ayudar a sacar a las víctimas, Jordi Peláez, relató que pudo ver cómo los niños estaban "enterrados entre las piedras".

El alcalde de Sant Boi de Llobregat (Barcelona), Jaume Bosch, aseguró que la instalación anexa al estadio de béisbol estaba en "buen estado" y que había sido remodelada en 1992 con motivo de los Juegos Olímpicos de Barcelona, tras lo cual "no se había detectado ninguna deficiencia por parte del Ayuntamiento ni de los usuarios". El regidor señaló además, que el "excepcional" viento podría haber ido acompañado de algún otro fenómeno como un tornado. "A la espera del informe, no se puede decir la causa exacta del siniestro más allá de manifestar que se ha producido un fenómeno atmosférico extraordinario", apuntó.

El Ayuntamiento de la localidad barcelonesa decretó tres días de luto oficial como señal de apoyo a las víctimas del siniestro. Además, ha establecido un dispositivo de apoyo psicológico que, hasta las 19.30 horas, había realizado ya 42 asistencias psicológicas, 5 asistencias médicas y 75 asistencias sociales. El dispositivo se mantendrá "hasta que las familias lo requieran". Además, a Conselleria de Justicia ha realizado gestiones para que las autopsias se puedan hacer a lo largo de hoy y no tener que esperar al lunes. Las víctimas recibirán sepultura el lunes en un acto "que se ajustará al deseo de las familias, tanto si quieren un acto público como un acto privado".

OTRAS OCHO VÍCTIMAS

Además de los cuatro niños de Sant Boi de Llobregat, que se suman a la mujer que murió ayer sepultada por un muro, en Barcelona el temporal mató a otras dos personas, una en Palama de Cervelló y otra en Abrera, que fueron aplastadas por árboles arrancados por los vientos huracanados. Al filo de la medianoche de ayer también murió aplastado por un árbol un agente de la Guardia Civil en la localidad de Burela (Lugo) cuando se encontraba regulando el tráfico, dificultado precisamente por los fuertes vientos.

También en la provincia de Lugo, concretamente en la localidad de Villaba, murió un hombre de 82 años calcinado en su domicilio. Según informaron los servicios de emergencias el fuego fue consecuencia de "un cortocircuito originado por el temporal". En Galicia se registró otra víctima mortal, uno de los seis tripulantes de nacionalidad portuguesa procedentes del mercante 'Braga', que tuvieron que ser rescatados por Salvamento Marítimo ante el tremendo oleaje que estuvo a punto de hundir la embarcación.

Otras dos víctimas se registraron en Alicante y Burgos. En el término municipal alicantino de Aigües de Busot, un hombre de 51 años falleció esta mañana tras caerle encima un muro. Hasta el lugar del suceso se desplazó una unidad del Servicio de Atención Médica Urgente (SAMU) cuyos efectivos sanitarios no pudieron hacer nada por salvar la vida de la víctima y tan solo pudieron confirmar su defunción. Sobre las 14 horas, una mujer de 73 años perdió la vida hoy al caerle encima una puerta en el municipio burgalés de Hontoria de Valdearados debido a las fuertes rachas de viento.