Medina y Carla Suárez dispuestas a romper la frontera de cuartos

Melbourne (Australia).-  Una española, bien Anabel Medina, bien Carla Suárez, estará de nuevo en los cuartos de final del Abierto de Australia después de cinco años de espera, en una lucha a muerte que a las dos ilusiona, sabiendo que la que pase podría incluso avanzar mucho más.

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(EFE)

La tenista española Carla Suarez Navarro grita al obtener un punto ante su compatriota Maria Jose Martinez Sanchez hoy en Melbourne.

La grancanaria Carla Suárez, 46 del mundo, conservó intactas las emociones después su gran victoria sobre la estadounidense Venus Williams para vencer hoy a su compatriota María José Martínez por 6-1 y 6-4 en 87 minutos y colocarse por primera vez en los octavos de final de este Grand Slam.

Por su parte, Anabel Medina, vigésima primera favorita, se deshizo de la italiana Flavia Pennetta, duodécima cabeza de serie, lesionada en el tobillo derecho, por 6-4 y 6-1 en 73 minutos.

Las dos tienen a tiro avanzar ahora a una ronda en la que se abren las posibilidades después de vencer cada una a la favorita que figuraba por su parte. Carla a Venus Williams el jueves, y Medina hoy a Pennetta. Es una ocasión especial para avanzar en un torneo que nunca ha sido ganado por el tenis español, ni en chicas ni en chicos.

Arantxa Sánchez Vicario disputó dos finales consecutivas, en 1994 ante la alemana Steffi Graf y al siguiente contra la francesa Mary Pierce, y tres años después Conchita perdió ante la suiza Martina Hingis. En 2003 Virginia Ruano fue la última que llegó a cuartos.

Es lógico que, rivalidad aparte, las dos estén contentas porque sea cual fuere el resultado habrá una española en cuartos. Pero ambas tienen claro que, sea quien sea, las comparaciones con las dos mejores raquetas que ha dado el tenis español femenino no tienen sentido.

"Lo que hicieron Arantxa y Conchita no se nos puede exigir a nosotras", señaló Medina, "porque Arantxa con 16 años había ganado Roland Garros. Son gente que han nacido para ello y han ganado Grand Slams. Nos han puesto el listón muy alto, y eso no lo vamos a poder hacer, a día de hoy, las que estamos", señaló Anabel.

La de Torrente es la más veterana, de 26 años, y ya en 2002 alcanzó los octavos en Melbourne, pero entonces sufrió una terrible lesión en la Central frente a Monica Seles, una rotura de los ligamentos cruzados en la rodilla derecha, que le mantuvo fuera del circuito durante casi un año y que cortó su proyección. Ahora apenas quiere recordarlo. "Hay que mirar lo positivo y olvidar lo que pasó ese día y pensar que me han dado otra oportunidad", expresó.

Medina cree, siempre recordando a Arantxa y Conchita, que su caso fue especial, que nacieron tocadas por una varita mágica. "Para ser número uno del mundo, o el dos, tienes que tener un don. Nacer como número uno y tener un don especial para jugar al tenis. Yo no tengo tanto don, pero dentro mis posibilidades tengo un Grand Slam de dobles y una medalla en los JJ.OO., y estoy muy orgullosa de mi listón".

Carla Suárez también vive su momento. Para ella abstraerse de las emociones que conllevó vencer a Venus ha sido el principal objetivo, y ahora siente que puede venirle el partido más difícil.

Coincide la pequeña jugadora canaria con Medina que comparar ahora el estado de tenis femenino español con los años de gloria de Martínez y Sánchez Vicario no es apropiado. "Está claro que Arantxa y Conchita dejaron el listón muy alto. Creo que sería injusto implicarnos a Anabel y a mí en lo que han hecho ellas, cuando han sido números uno, han ganado un Grand Slam y nosotros todavía no lo tenemos. Aparte de que eran otras épocas, por lo que sería injusto comparar", dijo.

Fuera Venus y Pennetta, la que gane del duelo de españolas puede tener un camino asequible, contra la eslovaca Dominika Cibulkova, decimoctava favorita, o la rusa Elena Dementieva, cuarta, en la frontera de cuartos.