El príncipe saudí Al-Faisal ve a EEUU responsable de la "calamidad" en Gaza

Londres.-  Estados Unidos "no es inocente de la calamidad" en Gaza, denuncia hoy un destacado miembro de la familia real saudí, el príncipe Turki al-Faisal, quien insta al nuevo presidente estadounidense, Barack Obama, a reequilibrar urgentemente la política norteamericana en Oriente Medio.

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(EFE)

H.R.H Turki Bin Faisal, príncipe del reino de Arabia Saudí, durante un taller de trabajo desarrollado en la tarde del primer día de la primera edición de la "World Policy Conference", organizada por el Instituto Francés de Relaciones Internacionales, el 6 de octubre de 2008, en Evian, al sur de Francia. EFE/Archivo

En un artículo que publica el diario "Financial Times", el ex jefe de los servicios saudíes de inteligencia y ex embajador en Washington, afirma que si EEUU quiere conservar su liderazgo en la zona y mantener su alianza estrategia con Arabia Saudí, "deberá revisar radicalmente su política hacia Israel y Palestina".

En referencia a la reciente ofensiva israelí en la franja de Gaza, Al-Faisal dice que el anterior gobierno estadounidense que apoyó la operación, ha dejado "un legado lamentable en la región" y ha contribuido "a la matanza de inocentes con su arrogante actitud frente a la carnicería en Gaza".

"A menos que la nueva administración tome medidas importantes para impedir más sufrimientos y matanzas de palestinos, corren peligro la relación saudí-estadounidense y la estabilidad de la región", advierte el influyente príncipe saudí.

El nuevo gobierno de EEUU ha heredado "un nido de víboras en la región, reconoce Al-Faisal, quien recomienda a Obama que se ocupe inmediatamente del desastre en Gaza y de sus causas.

"Inevitablemente, (Obama) condenará el lanzamiento de misiles contra Israel por parte de Hamás, pero cuando lo haga, debería también condenar las atrocidades israelíes contra los palestinos y apoyar una resolución de la ONU al respecto", agrega el príncipe saudí.

EEUU debe condenar, según Al-Faisal, la construcción de colonias en Cisjordania y el bloqueo de Gaza y los asesinatos selectivos y detenciones arbitrarias de palestinos.

Asimismo debe proclamar la intención del nuevo Gobierno de Obama de trabajar a favor de "un nuevo Oriente Medio libre de armas de destrucción masiva" y ofrecer "un paraguas de seguridad a todos los países que suscriban (ese acuerdo)" e imponer sanciones a quienes no lo hagan.

EEUU debe exigir también "la inmediata retirada de las fuerzas israelíes de las Granjas de Shab'ah, en el Líbano, promover negociaciones de paz entre Israel y Siria y apoyar una resolución de la ONU que garantice la integridad territorial de Irak".

Al-Faisal insta a Obama a promover la iniciativa de paz del rey Abdulá de Arabia Saudí, que hace un llamamiento a Israel para que acate las distintas resoluciones internacionales, se retire completamente de las tierras (palestinas) ocupadas en 1967, incluido Jerusalén Oriental y regrese a las fronteras del 4 de junio de 1967.

Según el plan Abdulá, Israel debe asimismo reconocer un Estado palestino independiente con Jerusalén oriental como capital, a cambio de lo cual se firmaría el fin de las hostilidades entre Israel y los países árabes, con los que el Estado judío establecería plenas relaciones diplomáticas.

Al-Faisal informa de que la pasada semana, el presidente iraní, Mahmud Ahmadineyad, escribió una carta al rey Abdulá, "reconociendo explícitamente a Arabia Saudí como líder de los mundos árabe y musulmán" e instándole a adoptar un papel más duro frente a "tan obvias atrocidades y el asesinato de vuestros propios hijos".

El comunicado es importante, señala el político saudí, porque "el reconocimiento de la primacía del reino (saudí) por uno de sus más ardientes enemigos pone al descubierto hasta qué punto la guerra ha unido a toda una región, lo mismo a chiítas que a suníes".

Además, advierte Al-Faisal, el llamamiento de Ahmadineyad a Arabia Saudí para que encabece una yihad contra Israel crearía, en caso de cumplirse, "caos y derramamiento de sangre sin precedentes".

Señala que hasta ahora, el reino saudí se ha resistido a esos llamamientos, pero agrega que cada vez resulta más difícil esa contención.

"Eventualmente, avisa, el reino no podrá impedir a sus ciudadanos que se sumen a una revuelta mundial contra Israel", agrega el príncipe saudí.