El mundo del circo inspira "El rey que rabió" que llega al Palacio

Santander.-  El Palacio de Festivales cerrará este fin de semana su homenaje a Ataúlfo Argenta con un nuevo montaje de la zarzuela "El rey que rabió" de Ruperto Chapí inspirado en el mundo del circo y que tiene a dos voces cántabras, Julio Morales y Luis Álvarez, entre los intérpretes que lo protagonizan.

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(EFE)

El responsable del Teatro de la Zarzuela, Luis Olmos, que produce "El rey que rabió". EFE/Archivo

El maestro Miguel Ortega regresa al foso de la Sala Argenta para dirigir a la Orquesta Sinfónica de Baleares en este producción del Teatro de la Zarzuela que llega al Palacio de Festivales dos años después de su estreno.

El responsable de este teatro, Luis Olmos, es también el director escénico de esta versión de "El rey que rabió", cuya puesta en escena se convierte en Santander en un doble homenaje, al director cántabro Ataúlfo Argenta, en el cincuenta aniversario de su muerte, y a Chapí, en su centenario.

Según ha explicado hoy Olmos, la música de Chapí le remitió desde un primer momento al mundo circense, cuya estética ha trasladado a esta zarzuela, en la que el circo "se parece mucho a un hemiciclo de congreso de diputados".

Como todos sus montajes, este "Rey que rabió" está "plagado de coreografías de baile" y lleno de humor. En esta propuesta, recrea además un país "fantástico y rarísimo" en el que un nuevo monarca ha llegado al poder y encuentra que todo es maravilloso hasta que decide viajar de incógnito, para descubrir que la realidad de ese país está muy lejos de su primera impresión y más cerca del desastre.

Este espectáculo se estrenó en 2007 y, tras una gira por distintos teatros, regresó en noviembre al de la Zarzuela, donde se ha representado hasta hace quince días "con un éxito arrollador", ha dicho Olmos, quien ha destacado que no hay nada que llene tanto como la zarzuela.

"La gente tiene aún un concepto erróneo y cree que la zarzuela es una cosa casposa", ha opinado, después de comentar que cada vez que se programa en su teatro, la ocupación se sitúa entre el 80 y el 95 por ciento, que es "una barbaridad".

Y ha confesado que uno de sus objetivos a la hora de concebir este montaje fue seducir a quienes tienen prejuicios o desconocen el género y descubrirles que "El rey que rabió" puede competir con los musicales de Broadway.

Para Miguel Ortega, el autor de esta zarzuela escribió una obra modélica pero el problema es que nació en Villena y no en Milán. La partitura, ha explicado, descubre la "gran inteligencia" de este compositor, su gran conocimiento de los clásicos y su instinto escénico.

A su juicio, Chapí, que escribió obras sinfónicas y de cámara aunque dejó ese camino como otros compositores porque no daba de comer, consiguió un estilo cercano a la opereta vienesa.

Ortega, que es una presencia habitual en el Palacio de Festivales y prefiere hablar de teatro lírico porque cree que todos los géneros que engloba ese término son "hijos de una misma madre", ha alabado el trabajo de la Orquesta de Baleares y del Coro Lírico de Cantabria, que se han subido en Santander "al carro" de una producción que lleva ya un largo recorrido.

Tanto el responsable artístico de esta propuesta como el musical han hecho hincapié en la calidad y la profesionalidad del coro cántabro, unas cualidades que, a su modo de ver, ha puesto de manifiesto en este montaje.

Un equipo artístico integrado por un centenar de personas está detrás de esta versión de "El rey que rabió" con la que el Palacio de Festivales cierra temporada y también su recuerdo a Argenta.

Según el director del teatro cántabro, en ese homenaje no podía faltar la zarzuela, que es un género que el maestro castreño "dignificó y elevó de categoría", un empeño en el que contó además con voces entonces jóvenes como la de Teresa Berganza.