Obama estrena la presidencia con caída del 4% en Wall Street

Nueva York.-  La Bolsa de Wall Street recibió hoy con una caída del 4 por ciento la llegada de Barack Obama a la presidencia de Estados Unidos, un hecho histórico que por el momento no alivia la inquietud por el futuro de la economía y los bancos en ese país.

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(EFE)

El índice Dow Jones de Industriales, que incluye a algunas de las mayores empresas estadounidenses, perdió hoy el nivel de los 8.000 puntos al cierre. EFE/Archivo

El índice Dow Jones de Industriales, que incluye a algunas de las mayores empresas estadounidenses, perdió hoy el nivel de los 8.000 puntos al cierre, por primera vez desde noviembre y registró la mayor caída porcentual desde el 1 de diciembre pasado.

El mercado Nasdaq, con un descenso del 5,78% y el selectivo S&P 500, con un retroceso del 5,28%, también registraron en ambos casos la mayor bajada porcentual desde inicios de diciembre.

El mercado neoyorquino, que inició la jornada con una clara tendencia a la baja, mostró cierta estabilidad mientras Obama juraba el cargo de presidente de Estados Unidos en Washington y pronunciaba su discurso inaugural.

Sin embargo, nada más acabar las ceremonias, arreciaron las ventas de valores en Wall Street y de manera particular los de las entidades financieras, que arrastraron en su descenso a las demás empresas del Dow Jones.

La inquietud por el futuro de los principales bancos de EE.UU. y las sombrías perspectivas que presenta la economía y el empleo, se impusieron a la infusión de ánimo que trató de imprimir Obama a los estadounidenses, sin ocultar cuán serio es el panorama que tienen por delante.

"Nuestra economía está gravemente debilitada, como consecuencia de la codicia y la irresponsabilidad de algunos, pero también por el fracaso colectivo a la hora de elegir opciones difíciles y de preparar a la nación para una era nueva", señaló Obama.

Agregó que el estado de la economía "requiere una acción audaz y rápida" y aseguró que su Gobierno actuará "no solo para crear nuevos empleos, sino para levantar nuevos cimientos para el crecimiento".

El nuevo mandatario señaló también que esta crisis "nos ha recordado a todos que sin vigilancia, el mercado puede descontrolarse y que una nación no puede prosperar durante mucho tiempo si favorece solo a los ricos".

La crisis de las principales entidades financieras en Estados Unidos ha convertido al Gobierno, por el momento, en la principal tabla de salvación frente a las abultadas pérdidas que les puedan generar los activos de riesgo que poseen y la falta de liquidez.

Bank of America cuenta con una nueva inyección de capital público de 20.000 millones de dólares, que se suma a otros 25.000 millones de dólares anteriores, pero eso no ha detenido la fuerte caída de sus acciones, que cerraron a 5,10 dólares, un 28,9% más baratas que el viernes.

Esa entidad bancaria y Citigroup han recibido, además, garantías del Gobierno estadounidense de que les respaldará frente a perdidas conjuntas por más de 400.000 millones de dólares en ese tipo de activos, pero ello tampoco ha elevado la confianza de los inversores.

Las pérdidas multimillonarias que registraron esas entidades en los últimos tres meses de 2008, aunque esperadas, han agudizado en los últimos días la corriente de venta de sus acciones.

La bolsa neoyorquina se contagió también de la inquietud que suscitan también algunos de los principales bancos en el Reino Unido, y de forma especial Royal Bank of Scotland, que prevé cerrar 2008 con unas pérdidas de hasta 28.000 millones de libras (unos 30.000 millones de euros).

Además, el Gobierno británico elevó del 58% al 70% su participación en esa entidad, mediante la conversión en acciones ordinarias de las preferentes.

Las acciones de ese banco que se negocian en la bolsa neoyorquina se depreciaron un 69,3%, hasta llegar a los 3,33 dólares.

Así, los inversores seguirán atentos esta semana a los resultados empresariales y a cualquier signo de avance en el plan de estimulo económico que el Gobierno de Obama pretende poner en marcha con urgencia y que podría calmar algunos temores en Wall Street.