¿Dónde estaba el hermano 'chino' de Obama?

PEKÍN.-  Se llama Mark Ndesandjo. Nació en Kenia, estudió en Estados Unidos y desde hace siete años trabaja y vive en Shenzhen, al sur de China, alejado del revuelo que acompaña a su hermanastro, ése que hoy se ha convertido en el presidente número 44 de Estados Unidos. Multifacético en sus actividades laborales (es músico, escritor, consultor y empresario, además de solidario), Mark ha logrado hasta ahora esquivar a la prensa. Pero eso, en China, no ha hecho sino acrecentar la curiosidad por su parentesco con los Obama.

(REUTERS)

¿Estaría entre la muchedumbre que aplaudía al nuevo presidente?

Prefiere el apellido materno

Mark habla mandarín, es vegetariano y practica caligrafía china, tal y como se muestra en un vídeo de la televisión local que está haciendo furor en internet. Emplea el apellido de su madre, Ruth, una americana que convivió con Barack Obama padre cuando éste regresó a Kenia en busca de sus raíces. El progenitor que el nuevo presidente estadounidense y Mark comparten murió en un accidente de tráfico, en 1982, cuando tenía 46 años. Hasta entonces se le contaban cuatro mujeres y ocho hijos, aunque no todos recibieron el grado de reconocimiento que Mark, de cuya paternidad nunca ha habido dudas. Ruth, la madre, lleva una prestigiosa guardería en la capital de Kenia, Nairobi.

El propio Obama, en su autobiografía, se ha referido a Mark como su "hermano", sin la distancia de "hermanastro", pero las descripciones que el presidente electo de Estados Unidos hace de los encuentros con Mark dejan claro que no mantienen una relación muy estrecha. A pesar de ello, el misterioso ‘China connection’ de Obama parece que estará hoy en Washington para asistir a la investidura presidencial. "Mi familia no me lo habría perdonado", bromeó Mark la semana pasada, durante una gala benéfica en Shenzhen, al referirse a un viaje inminente que debía hacer a Washington.

Presentado como "consultor de marketing" y miembro de la Cámara de Comercio estadounidense en Shenzhen, Mark hacía las veces de anfitrión en un evento que recaudaba fondos para un grupo de huérfanos. Como músico autodidacta que es (entre otras muchas cosas), el hermanastro ha estado dando lecciones a estos niños desde que se mudó a China, a principios del año 2002.

Ni las invitaciones ni la publicidad del evento benéfico mencionaban los lazos familiares con la persona que hoy centra la atención del mundo. Pero ni falta que hacía. A estas alturas, en Shenzhen casi todos conocen que entre ellos cohabita uno de los Obama. Tanto es así, que más de 200 personas acudieron al lujoso hotel de la gala. Mark apareció sobre el escenario, vestido con una camisa de seda marrón con motivos chinos, con ese color de piel que identifica sus orígenes africanos, un bigote fino, cabeza rapada y pendiente dorado, una imagen que en China no pasa desapercibida.

Durante la reunión, Mark tocó el piano (tres piezas, en total: una china, una clásica de Chopin y otra de jazz). Su esposa china observaba de lejos, según cuenta la agencia AP. Mark recaudó dinero y se marchó, sin complacer a quienes se acercaron al evento por el morbo de estar cerca de un Obama. En su discurso no hubo mención al nuevo inquilino de la Casa Blanca. Y lo más que se acercó a hablar de su hermanastro fue asentir a las palabras del responsable de la Cámara de Comercio cuando dijo que le gustaba el nuevo presidente. "¡A mí también me gusta nuestro presidente!", dijo Mark antes de desaparecer.

Un tipo discreto

El bajo perfil que observa Mark contrasta con la maquinaria publicitaria y la expectación que acompañan al Obama candidato, presidente electo y, ahora, mandamás estadounidense. Pero cuando Obama pasó a primera plana de la atención mundial, Mark no tuvo más remedio que admitir sus lazos familiares. Ni siquiera su gran amigo y socio en una aventura empresarial de restaurantes de comida rápida conocía los detalles hasta que el Times lo desveló. "No descubrí el parentesco hasta julio, cuando comenzó a aparecer información en la prensa", ha dicho Sui Zhenjun, que conoce a Mark desde su llegada a Shenzhen, en 2002. "Entonces me llamó y me lo contó", señaló a AP.

"Le gusta practicar deportes como la caída libre, el esquí y el surf", dice de Mark una pequeña biografía que aparece en la solapa de uno de sus tres CDs. De ella se desprende que estudió en las universidades de Brown y Stanford, donde obtuvo una licenciatura en Física, además de un máster en Emory. Quienes siguen sus pasos han logrado saber que tiene una compañía de internet, Worldnexus Ltd., con la que durante un tiempo proporcionó servicios de comunicación corporativa y diseño web a empresas chinas que buscan clientes internacionales.

Pero parece que recientemente Mark se ha centrado en la consultoría y la expansión de Cabin BBQ, la cadena de restaurantes que abrió con su amigo chino, Sui. Cuenta ya con siete establecimientos distribuidos en varias provincias chinas y en un reportaje para la prensa local, Mark mencionó su intención de expandir el negocio a su Kenia natal.

También escribe. Además de un libro titulado "Observaciones en África", durante la gala en favor de los huérfanos anunció que ha escrito una novela autobiográfica titulada "De Nairobi a Shenzhen", en la que cuenta algunos de los detalles de una vida sin duda interesante. Aunque mencionó que todavía no ha encontrado editor, seguro que ofertas no le faltarán. Es de prever que incluso con traducción al mandarín.