¡Viva Boluda!: el Bernabeu celebra la victoria ante el colista

Madrid.-  Vicente Boluda, que hace apenas dos días sustituyó en la presidencia del Real Madrid a Ramón Calderón, saboreó hoy la victoria en su debut como mandatario blanco, en el Santiago Bernabeu, donde la afición local celebró un triunfo ante Osasuna (3-1), último clasificado de la liga española.

ampliar foto

(EFE)

El centrocampista holandés del Real Madrid Arjen Robben (d) y su compañero el delantero holandés Klaas Jan Huntelaar, tras el final del partido correspondiente a la decimonovena jornada de fútbol en primera división que Real Madrid y Osasuna han jugado en el estadio Santiago Bernabéu de Madrid.

La visita de los pamploneses se recetaba como bálsamo para acelerar la vuelta a la calma de las turbulentas aguas que humedecen los cimientos del club madrileño. El equipo navarro llegaba al Santiago Bernabeu como "farolillo rojo" del campeonato español y sus estadísticas le señalaban como el peor fuera de su feudo.

La presencia en el banquillo visitante del ex seleccionador nacional José Antonio Camacho, -institución dentro de la institución- añadía, no obstante, cierto morbo a un choque en el que también se enfrentaban a 'su' club Juanfran -en el once inicial- y Portillo -que salió en el minuto 68-.

La crónica de una agitación anunciada no se llegó a redactar, sin embargo, gracias a que los hechos se precipitaron las jornadas previas. Y porque, además, el Madrid ganó. Calderón se fue y Boluda saboreó sus primeros tres puntos en la presidencia.

En los aledaños del estadio, unos aficionados mostraban una pancarta que refería a algunos de los antiguos mandatarios de la entidad merengue comparándoles con Pinocho, el simpático personaje de cuento al que le crecía la nariz cuando faltaba a la verdad. Dentro del estadio, una señalaba a la Junta Directiva como "cómplice" y otra reclamaba elecciones "ya". Pero la sangre no llegó a las orillas de Concha Espina.

A los 30 segundos, el argentino Gonzalo Higuaín, en espectacular jugada, pudo abrir el marcador, aunque también pudo haberlo hecho, instantes después, el uruguayo Pandiani. Si no fuera porque a Walter Gerardo se le atascó el rifle cuando, solo ante el mejor portero del mundo, cabeceó fuera un balón de oro servido por Juanfran.

Juande alineó de entrada al francés Lass Diarra y dejó en el banquillo al holandés Klaas Jan Huntelaar -que saldría tras el intermedio-, los dos fichajes de invierno que, involuntariamente por su parte, añadieron más leña al fuego que quemaba la paz blanca, tras haber obviado los responsables del club que sólo uno de ellos puede ser inscrito para jugar la Liga de Campeones.

Aportó su granito de arena a la calma local el colegiado, Alfonso Pérez Burrull, que dejó de señalar, al cuarto de hora, un claro penalti sobre Juanfran -el mejor de los visitantes-, al que, además, amonestó, por protestar su decisión.

El Bernabeu tampoco se convulsionó cuando el omnipresente Casillas no pudo evitar el gol del iraní Javad Nekounam. En el minuto 33 se oyen los primeros silbidos, que aumentaron ligeramente con el pitido arbitral que anunciaba un descanso que presumiblemente hubiese sido más que revuelto con el anterior 'propietario' del sillón principal. Pero en el quinto minuto de la reanudación, el golazo de Sergio Ramos comenzó a colocar las cosas en su sitio. Y trece después, el tanto de Higuaín invitó a la sonrisa.

Que para muchos torno en irónica cuando Burrull se la volvió a jugar a Juanfran: el árbitro repitió error doble. Dejó sin señalar -a siete para el final- otra pena máxima sobre el ariete local y le volvió a amonestar, anticipando la ducha del ariete, que vio la roja.