Los castellano-manchegos dan un notable a la sanidad, pero piden más información

Toledo.-  Siete de cada diez castellano-manchegos están satisfechos con su sanidad pública, ya que creen que funciona bastante bien o bien, "aunque necesita mejorar en aspectos como la información que se ofrece desde la administración sanitaria y los tiempos de acceso a estos servicios".

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(EFE)

El consejero de Salud y Bienestar Social, Fernando Lamata, ha presentado hoy los datos del último barómetro sanitario.

Así lo ha dado a conocer hoy en Toledo el consejero de Salud y Bienestar Social de Castilla-La Mancha, Fernando Lamata, quien ha subrayado también que los ciudadanos de la región puntúan con un 7,25, en una escala de 1 a 10, la calidad de la atención sanitaria recibida por los profesionales tanto sanitarios como no sanitarios.

En cambio, valoran con un aprobado ajustado la información que da la administración sanitaria sobre los servicios que presta (5,16); la recibida a través de las campañas dirigidas a la población sobre los principales problemas de salud (5,48) o la disponible sobre qué trámites realizar para acceder al especialista o ingresar en un hospital (5,39).

Incluso, suspenden la información disponible acerca de los derechos y vías de reclamación de que disponen los usuarios (4,58) o la relativa a la Ley de Garantías (4,40).

Estos son algunos de los principales resultados del último barómetro sanitario elaborado por el Gobierno de Castilla-La Mancha correspondiente a noviembre de 2008, realizado entre los días 3 y 21 del citado mes mediante una entrevista telefónica a 1.607 castellano-manchegos.

Lamata ha subrayado que las puntuaciones del citado barómetro -que por el importante tamaño de la muestra permite obtener una radiografía clara de la opinión que los ciudadanos- alcanzan un notable alto en casi todos los indicadores, si bien refleja que "sigue habiendo dificultades y carencias en aspectos como la información y los tiempos de acceso".

Respecto a la información, el consejero ha adelantado que una de las medidas que se acometerán en breve para solventar este problema es completar los servicios de atención al paciente en todos los centros sanitarios de la región e incorporar informadores en todos los servicios de urgencia sobre el proceso de atención al enfermo.

En cuanto a los tiempos de acceso, ha recordado que Castilla-La Mancha cuenta con una Ley de Garantías de la que no disponen otras regiones de España ni de Europa, si bien ha reconocido que la carencia de médicos, que se hace más visible en determinadas especialidades como Pediatría o Ginecología y que afecta a toda España, se traduce en menos tiempo de atención por paciente.

Para contribuir a paliar esta carencia, Lamata ha indicado que, en Castilla-La Mancha, se va a duplicar el número de estudiantes de Medicina, gracias a la transformación en universitarios de los hospitales de Toledo y Cuenca y la ampliación del número de plazas de especialistas en el Hospital de Guadalajara.

Ha significado que actualmente se licencian 4.000 médicos al año en España, que "para cubrir la demanda futura harían falta 6.000 médicos, por lo que hay un déficit de 2.000 médicos anuales", y ha confiado en que esta situación se pueda remontar "con el esfuerzo de todas las CC.AA.", ya que hace veinte años se licenciaban 10.000.

Otros aspectos que, según Lamata, los castellano-manchegos valoran de manera muy positiva en el barómetro son la limpieza de los centros y los horarios de visitas y las facilidades para la permanencia de los familiares junto al enfermo y los aspectos que reciben una puntuación de aprobado alto son los tiempos de espera para ingreso no urgente (5,76) y el respeto a la intimidad de los enfermos (6,56).

Lamata ha comparado los resultados del barómetro sanitario de noviembre de 2008 con el elaborado en noviembre de 2000, cuando la gestión de la asistencia sanitaria correspondía en esas fechas al Gobierno de España, y ha destacado los avances logrados desde entonces.

Así, los castellano-manchegos que piensan que su sanidad pública funciona muy bien o bien ha aumentado 6,5 puntos desde el año 2000 (de 62,4 a 69 por ciento) y ha bajado 3 puntos en aquellos que piensan que son necesarios cambios fundamentales (27,9 a 24,9 por ciento).

Estas mejoras también se reflejan en la valoración que los castellano-manchegos hacen de la calidad de la atención sanitaria recibida, ya que hace ocho años los castellanos-manchegos puntuaban en una escala de 1 al 10 con un 6,64 la calidad asistencial recibida, seis décimas menos que ahora.

Además, hace ocho años, sólo el 4,9 por ciento de los castellano-manchegos decía que era mejor su sanidad pública que en la mayoría de las comunidades autónomas y en noviembre de 2008 ese porcentaje se eleva al 19,8 por ciento, cuatro veces más.