El PSOE dice que el acuerdo está hecho, a falta sólo de resolver el problema del trasvase

Madrid.-  El secretario general del grupo socialista en el Congreso, Ramón Jáuregui, ha asegurado hoy que el pacto con el PP sobre la reforma del Estatuto de Castilla-La Mancha se encuentra ultimado, a falta solo de solucionar el "gran problema" del trasvase Tajo-Segura.

Las "fórmulas finales" para solventar ese último obstáculo hacia el acuerdo "están en estudio", ha destacado el diputado del PSOE durante una conferencia de prensa celebrada en el Congreso de los Diputados.

Tanto socialistas como populares se habían comprometido a limar sus diferencias a lo largo del pasado mes de diciembre con el objetivo de alcanzar un acuerdo antes de fin de año, pero el consenso no se ha producido aún, debido, tal y como ha remarcado Jaúregui, a las diferencias que las partes negociadoras conservan respecto de la fecha de caducidad del trasvase, 2015.

Según ha indicado el número dos del grupo socialista en la Cámara Baja, los interlocutores en la negociación -representantes de los Gobiernos central y castellanomanchego, así como de los grupos socialista y popular- dialogaron durante los últimos días de 2008 y los primeros del presente año para resolver aspectos técnicos del articulado aprobado por las Cortes autonómicas.

Esas conversaciones han permitido "ultimar un paquete de enmiendas" sobre una importante cantidad de preceptos del Estatuto, y en casi todos ellos el acuerdo ha sido posible tras "encauzar" cuestiones "técnicas, competenciales y constitucionales".

Pero, ha matizado, "ha habido un gran problema, el del agua", en cuyos artículos se ha dado, no obstante, "una aproximación importante".

"El trabajo técnico está hecho; falta que los protagonistas del acuerdo lo determinen", ha resumido Jáuregui.

Fuentes del PP en la negociación consultadas por Efe han precisado que el "gran problema" sobre el trasvase que los negociadores deben resolver consiste en definir qué cuestiones finalmente figurarán en el preámbulo del Estatuto.

Habida cuenta de que Castilla-La Mancha, al fijar la caducidad del trasvase Tajo-Segura en 2015, se entrometía en una competencia nacional, fuentes populares han explicado que PSOE y PP pactaron trasladar esta cuestión al preámbulo, siguiendo el ejemplo del Estatuto catalán, que recoge el término "nación" en ese fragmento inicial del texto y no en el articulado.

Sin embargo, siempre según las fuentes consultadas, el Gobierno de Castilla-La Mancha estimó que esa pretensión rebajaba las aspiraciones de las Cortes autonómicas, si bien no rechazó de plano la posibilidad, sino que planteó una redacción alternativa.

Así, los grupos parlamentarios recibieron como respuesta de la Junta de Castilla-La Mancha que en el preámbulo, además de la fecha de caducidad, figurase también la necesidad de una reserva hidráulica de 600 hectómetros cúbicos en la cabecera del Tajo y que el consumo de agua se destinara sólo a las necesidades del ser humano.

Los negociadores del PP no descartaron que completamente la opción, pero hicieron saber al PSOE que "ése no era el camino" hacia el acuerdo, por lo que, más que de ruptura, las fuentes hablan de "bloqueo" de las negociaciones.