Costa Rica empieza a descubrir los verdaderos daños causados por el terremoto

San José.-  Costa Rica empezó a cuantificar hoy con mayor claridad los verdaderos daños causados por el terremoto de 6,2 grados que sacudió el jueves al país y que deja, hasta ahora, un saldo de 14 muertos, 91 heridos, 25 de ellos de gravedad, 42 desaparecidos y cientos de casas y caminos destruidos.

Aunque la capital San José no sufrió daños de consideración, el panorama cambia por completo a solo 60 kilómetros, en la zona del epicentro del sismo, donde abundan los derrumbes, las casas desplomadas y parte de la población aún permanece aislada.

Poco más de 24 horas después del temblor, que se produjo cerca de las 20.00 GMT del jueves, el Observatorio Vulcanológico y Sismológico (Ovsicori) ya había registrado más de 1.500 réplicas con intensidades de hasta cuatro grados en la escala de Richter.

Estas réplicas aumentaron el nerviosismo entre los habitantes de Poás y Vara Blanca, las comunidades más afectadas, en las cercanías del activo Volcán Poás.

Hasta el momento, la Cruz Roja ha confirmado 14 muertos como consecuencia del terremoto: tres niñas que perdieron la vida sepultadas por derrumbes de tierra en la localidad de Fraijanes; tres adultos que fallecieron también por deslizamientos en Vara Blanca y una mujer que murió de un infarto en San José.

A los que se sumaron esta tarde siete personas sepultadas en sus vehículos, que fueron alcanzados por derrumbes en la carretera.

No se descarta, sin embargo, que el número de víctimas aumente conforme los socorristas puedan acercarse más a las zonas de mayor impacto y se remuevan los escombros bajo los derrumbes.

La situación en estas zonas, dedicadas especialmente a la agricultura y al turismo, es delicada, pues cientos de personas se mantienen en parques y potreros debido al miedo de regresar a sus viviendas o a que éstas desaparecieron con el terremoto.

Daniel Gallardo, presidente de la Comisión Nacional de Emergencias (CNE), confirmó que entre el jueves y esta tarde se ha logrado rescatar a cientos de personas, entre las que destacan cerca de 200 turistas.

En los rescates fueron usados helicópteros, caballos y los socorristas tuvieron que caminar por improvisados trechos a través de las carreteras desaparecidas.

Otros afectados han podido salir de la zona de desastre por sus propios medios, pero aun se mantienen pequeños pueblos totalmente aislados.

La mayoría de los extranjeros rescatados, algunos de los cuales sufrieron heridas leves, provienen de países como Estados Unidos, España, Bélgica, Canadá y Reino Unido.

Muchos de ellos se encontraban en un hotel en la zona de la Catarata de la Paz, en Vara Blanca, donde permanecieron aislados desde ayer hasta que hoy fueron rescatados por helicópteros y trasladados hasta San a José.

Las autoridades indicaron que se desconoce aún el número de afectados que permanecen en las zonas más cercanas al epicentro, donde los cuerpos de socorro no han logrado ingresar y donde, según sobrevivientes del área, muchas casas han quedado totalmente sepultadas.

La Cruz Roja y otras organizaciones civiles han empezado a recolectar agua, leche y alimentos perecederos para llevar a las personas refugiadas en los albergues, pues se desconoce por cuánto tiempo tendrán que permanecer allí.

El presidente Óscar Arias realizó hoy una visita a la zona cercana al epicentro y anunció que evalúa decretar una emergencia nacional para atender la situación de desastre.

El mandatario aseguró que el recuento de los daños en infraestructura "puede esperar" y que por ahora todos los esfuerzos de las autoridades estarán enfocados "en cosas esenciales" como rescatar a los heridos y garantizar los suministros básicos de agua, alimentos y luz eléctrica a las zonas más dañadas.

"Necesitamos tiendas de campaña, colchones, cobijas. Es tiempo de pedirle ayuda a la empresa privada, porque el Estado no puede hacer todo. En este momento en que se pone a prueba la generosidad y solidaridad de las empresas, ayudando con todo lo que puedan", dijo.

Arias pidió también ayuda humanitaria a los países vecinos de Centroamérica y a Colombia y Estados Unidos, nación que puso a disposición del Gobierno costarricense dos helicópteros militares para el rescate de las víctimas.