Un ganadero denuncia la muerte de 130 ovejas en cinco días por la vacuna de la lengua azul

Ciudad Rodrigo (Salamanca).-  Un total de 130 ovejas se le han muerto a una ganadero de la localidad salmantina de Tenebrón, Francisco Sánchez, unos fallecimientos que el propietario de la cabaña ovina ha atribuido a la vacuna de la "lengua azul" y que la Junta de Castilla y León ha rechazado.

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(EFE)

Francisco Sánchez, ganadero de ovino de Tenebrón, municipio de la comarca salmantina de Ciudad Rodrigo, muestra algunas de las 130 ovejas que se le han muerto en los últimos días, unos fallecimientos que el propietario de la cabaña ovina ha atribuido a la vacuna de la "lengua azul" y que la Junta de Castilla y León ha rechazado.

"Caen como moscas, de un día para otro, y está claro que es por la vacuna contra la lengua azul", ha opinado hoy en declaraciones a EFE el dueño del rebaño, Francisco Sánchez.

Durante esta jornada, medio centenar de ovejas yacen apiladas, unas encima de las otras, junto al aprisco que tiene Francisco Sánchez, a la espera de que llegue el camión oficial de recogida de cadáveres, que ayer se llevó otras ochenta.

Este ganadero tenía en julio de 2006, cuando comenzó el proceso de vacunación contra la lengua azul, un total de 1.700 cabezas de ovino y "apenas me quedan ahora cuatrocientas".

"Todas presentan los mismos síntomas: se debilitan mucho, echan muchos mocos y se les hincha la cabeza", ha explicado Sánchez.

La situación la ha denunciado en numerosas ocasiones ante los responsables de Ganadería de la Junta de Castilla y León, "pero nadie pone remedio", ha asegurado.

Además, en el establo que tiene Francisco Sánchez a las afueras de Tenebrón, las ovejas vivas se entremezclan con algunas que van muriendo, "de un momento para otro", ha asegurado.

Las Agrupaciones de Defensa Sanitaria de la provincia de Salamanca vienen denunciando hechos similares desde que comenzara el proceso de vacunación a mediados de 2006.

Esta misma situación la padecen otros ganaderos de ovino, como José Andrés Sánchez, que tiene un rebaño lechero en Ciudad Rodrigo y "por culpa de la vacuna, las ovejas dan muchísima menos leche", ha asegurado.

"Con respecto a años anteriores, las ovejas han dado cuarenta toneladas menos en 2008, y eso que tengo ahora más cabezas", ha argumentado José Andrés Sánchez, quien además es el presidente de la Agrupación de Defensa Sanitaria (ADS) de ovino-caprino de Ciudad Rodrigo.

José Luis Velasco, productor de ovino de leche de Serradilla del Arroyo (Salamanca), ha asegurado a Efe que su "cabaña también se ha reducido ya que las ovejas no dejan de morirse y casi no dan leche, desde que se vacunan, ya que se quedan muy débiles".

En Villasrubias (Salamanca), el pastor Sebastián Aldehuelo Santos también ha denunciado esta situación, ya que ha perdido en el último año cien ovejas.

En el municipio de Valdelamatanza, perteneciente a la comarca de Béjar y que limita con la provincia de Cáceres, un ganadero de ovino, Francisco Amores Nieto, ha elevado sus quejas al Procurador del Común de Castilla y León, "ya que se nos mueren las ovejas por la vacuna y la Junta no lo quiere reconocer", ha precisado.

Según ha informado hoy a EFE el director general de Producción Agropecuaria de la Junta de Castilla y León, Baudilio Fernández-Marcodmingo "no existe relación causa-efecto entre la muerte de las ovejas de las cabañas salmantinas y la vacuna contra la lengua azul".

El director general ha explicado que "se han analizado muchas muestras de las ovejas muertas en la provincia de Salamanca en la facultad de Veterinaria de León y ninguna ha muerto por la vacuna, la mayoría mueren por parasitosis; así lo dicen los catedráticos de esta facultad".