La policía, blanco de protestas: la historia de Grecia se repite

LOS ÁNGELES (CALIFORNIA).-  La historia se repite. La policía es de nuevo el centro de la ira de los ciudadanos. Hace sólo un mes Grecia sufrió la peor crisis de los últimos 35 años a raíz del asesinato del joven Alexis Grigoropoulos a manos de un agente.

Esta vez son los vecinos de Oakland, una ciudad de 400.000 habitantes situada al otro lado de la Bahía de San Francisco (California), los que se echan a la calle para protestar por la misma razón: el abuso de la fuerza por parte de la policía. ¿Pero es ésta la única razón por la que los jóvenes protestan?

Todo comenzó el día de Año Nuevo. Tras un aviso de pelea en un tren que comunica ambos lados de la Bahía de San Francisco, dos policías se presentaron en la estación de Fruitvale y separaron a los implicados en la reyerta fuera de los vagones. Mientras hablaban con los detenidos, uno de los agentes desenfundó su arma y disparó contra Oscar Grant, de 22 años, que falleció pocas horas después en un hospital.

Las imágenes, captadas por un pasajero, han sido retransmitidas por las televisiones locales y en ellas no se aprecia ninguna razón por la que el joven fue disparado. Grant, de raza negra y dependiente de un supermercado, se encontraba en el suelo inmovilizado cuando el agente Johannes Mehserle, de 27 años, le disparó por la espalda. En ningún momento se aprecia el porqué del disparo.

Hasta el momento la policía sólo ha declarado que la primera noche del año fue especialmente caótica y violenta en la zona y que suponen que el agente dispararía el arma para tratar de solucionar la situación. El agente Menhserle ha dimitido de su cargo, lo que implica que no tiene que colaborar en la investigación, y por ahora no ha sido arrestado.

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Dos manifestantes se tienden en el suelo para mostrar la posición en la que se encontraba Oscar Grant cuando le dispararon.

Aunque las primeras reacciones ante el asesinato fueron pacíficas, en los últimos días una ola de violencia se ha apoderado de la ciudad de Oakland. Los disturbios más graves se han producido por las noches y ya hay 105 jóvenes detenidos. Muchos escaparates de tiendas han sido destrozados y varios coches han aparecido quemados en los barrios céntricos de la ciudad. La situación cada vez se asemeja más a lo sucedido en Grecia hace un mes.

El alcalde de Oakland, Ron Dellums, ha pedido calma y paciencia para que la investigación pueda esclarecer lo que ha ocurrido. "Incluso si estáis muy enfadados y tenéis un gran dolor dentro, os pido que demostréis un grado de calma y civilización. No utilicemos esta tragedia como una excusa para crear violencia. No quiero gente herida o muerta", ha declarado el alcalde tras visitar la zona afectada por los disturbios.

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Varios coches han sido quemados durante las protestas.

La familia de Oscar Grant también ha pedido a los ciudadanos que claman justicia que por favor lo hagan de un modo pacífico. "Ruego a la gente que deje de usar la violencia. Sé que es un momento muy difícil pero a Oscar no le gustaría ver toda esta violencia", ha dicho la madre del joven asesinado.

Al igual que ocurría con las protestas en Grecia tras la muerte de Alexis Grigoropoulos, es posible que tras esta ola de violencia se escondan más frustraciones que las procedentes del abuso de poder de la policía. Los analistas coincidieron en que en el caso griego la crisis política y económica que vivía el país tuvo mucho que ver con la indignación que los jóvenes mostraron en las calles. Además del enfado por el asesinato, el gran descontento de la población con el Gobierno griego se puso de manifiesto en cada una de las manifestaciones. En el caso estadounidense, la alta tasa de paro, el conflicto racial y la gravísima situación económica que vive el país han podido influir para que jóvenes frustrados salgan a la calle y muestren su malestar por cómo están funcionando las cosas. Algunos jóvenes apuntan a que el asesinato se ha percibido incluso como una provocación.