Afganistán y Pakistán abren un nuevo "capítulo" en su lucha antiterrorista

Kabul.-  Con motivo de la primera visita a Afganistán de Asif Alí Zardari como presidente de Pakistán, ambos países expresaron hoy su deseo de abrir un nuevo "capítulo" en sus relaciones y se comprometieron a "eliminar la amenaza" del terrorismo en la región.

ampliar foto

(EFE)

El presidente de Pakistán, Asif Alí Zardari, durante la rueda de prensa ofrecida hoy en Kabul, la capital afgana.

En una declaración conjunta, Islamabad y Kabul acordaron "desarrollar una exhaustiva estrategia para combatir el terrorismo", que azota con especial virulencia a la frontera entre ambos países, donde se refugian miembros de la insurgencia talibán y de la red terrorista Al Qaeda.

Los dos países islámicos convinieron en la necesidad de "abrir un nuevo y lúcido capítulo en las relaciones bilaterales para fortalecer" la cooperación regional y la "paz mundial".

La declaración, de trece puntos, admitió que el terrorismo es una "amenaza común" para ambos países, que se comprometieron a "cooperar con la comunidad internacional para contrarrestar y eliminar completamente la insurgencia, el extremismo y el terrorismo".

También subrayaron la necesidad de erradicar el narcotráfico en la región, una de las principales fuentes de financiación de la insurgencia talibán.

La explotación conjunta de recursos minerales, los intercambios culturales y la cooperación en los foros internacionales fueron otras de las iniciativas que expusieron.

Tras su aterrizaje en Kabul, Zardari ofreció una rueda de prensa con su homólogo afgano, Hamid Karzai, en la que ambos exhibieron una buena sintonía.

"Desde la investidura del presidente Zardari no nos hemos quejado, así que gracias, señor presidente, porque con usted hemos dejado de quejarnos", afirmó Karzai.

El presidente afgano se hizo eco así del malestar de su Gobierno de los últimos años, en que acusó a Pakistán de no hacer lo suficiente para frenar el terrorismo y llegar a amenazar con atacar a líderes insurgentes en territorio paquistaní, por considerar que las agresiones que sufría Afganistán tenían su origen en las áreas tribales de su país vecino.

"Tenemos mejor entendimiento que nunca entre los dos gobiernos, entre los dos presidentes", admitió el mandatario afgano.

Karzai explicó que ambas partes examinan "métodos" para avanzar en la "guerra contra el extremismo", y expresó su deseo de que se consigan "éxitos rápidos" por el "bien" de las dos naciones islámicas.

Zardari recogió el guante y subrayó que con esta colaboración no pretenden complacer a nadie, sino "hacerse un favor" a ellos mismos y a las generaciones venideras.

"Queremos decir al mundo hoy que estamos juntos, hombro con hombro, en la lucha contra estos actores no estatales que han llevado a naciones y países, y de hecho a superpotencias, a la guerra", proclamó el viudo de la fallecida ex primera ministra Benazir Bhutto.

"Queremos decir al mundo que no caeremos víctimas de sus planes, aguantaremos el dolor de cualquiera de sus acciones y continuaremos trabajando juntos por un mañana mejor", abundó.

A pesar de las complicadas relaciones entre ambos países, Karzai viajó a Islamabad el pasado mes de septiembre para apoyar a Zardari en su investidura como nuevo presidente de Pakistán.

Estaba previsto que Zardari visitara Afganistán en diciembre, pero finalmente retrasó el viaje debido al mal tiempo.

La conflictiva región limítrofe entre ambos países (dividida por la famosa Línea Durand) está poblada mayoritariamente por la etnia pastún, la propia de los talibanes.

En el sur afgano los insurgentes tienen sus principales bastiones y se registran los combates más feroces con las tropas internacionales y afganas, mientras que en el vecino noroeste paquistaní el Ejército lleva a cabo operaciones contra los talibanes y son frecuentes los atentados contra las fuerzas de seguridad.