El Senado de EE.UU. iniciará sesiones con la incertidumbre sobre su composición

Washington.-  El Senado de EEUU abrirá sus puertas el martes bajo la incógnita sobre su composición, con un escaño aún no decidido, otro otorgado por un político supuestamente corrupto y la posibilidad incluso de que haya un senador llamado Bill Clinton.

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(EFE)

Cuatro gobernadores demócratas tendrán la responsabilidad de designar a un igual número de parlamentarios que dejaron vacantes sus puestos, tras ser llamados a conformar el gabinete de Gobierno del presidente electo Barack Obama. En la foto una sesión conjunta bicameral del Parlamento estadounidense.

La victoria de Barack Obama en las elecciones y la configuración de su gabinete han dejado en el aire cuatro de los cien asientos de la Cámara, los cuales deben ser designados por los gobernadores de los Estados respectivos.

Los cuatro gobernadores con el poder de decisión son demócratas, así que en el partido del nuevo presidente estadounidense muchos dieron los nombramientos por hechos.

No obstante, el asiento del propio presidente electo les ha explotado en la cara, después de que el gobernador de Illinois, Rod Blagojevich, acusado de querer vender el escaño de Obama al mejor postor, les desafiara y nombrara a Roland Burris como su sucesor.

Burris ha dicho que tiene intención de jurar el cargo, pese a la oposición de la bancada demócrata. "En el pasado se ha negado el puesto con un voto de mayoría simple", dijo a Efe una fuente del partido que pidió no ser identificada.

Pero la normativa sobre los poderes de la Cámara Alta para rechazar a un miembro no está clara y es posible que los demócratas tengan que aceptar inicialmente el juramento de Burris, al que posteriormente intentarán expulsar, según las fuentes.

No es el único escaño con destino incierto. John Cornyn, el presidente del Comité Nacional Republicano del Senado, ha dicho que bloqueará la toma de posesión del demócrata Al Franken como senador por Minnesota por estar inmerso en una disputa por el puesto con el republicano Norm Coleman desde las elecciones de noviembre.

Franken tiene una ventaja de tan sólo 49 votos, a falta de contar algunas papeletas por correo que están en disputa.

Cornyn ha indicado que impedirá la jura hasta que los tribunales resuelvan la demanda que se prevé que presente Coleman.

Los demócratas serán incapaces de neutralizar a Cornyn, dado que carecen de la "súper-mayoría" de 60 votos necesaria para bloquear a la minoría.

Con ello, el martes habrá con seguridad en el hemiciclo 55 demócratas, 41 republicanos y 2 independientes que generalmente votan con los demócratas, más la incógnita del escaño de Obama, que irá para un demócrata en todo caso, y el de Minnesota.

Sin embargo, tres de los nuevos senadores ocuparán su silla tan sólo brevemente, si no hay sorpresas de última hora.

De ellos, el más disputado es el escaño por Nueva York que dejará Hillary Clinton cuando el Senado la ratifique como nueva secretaria de Estado.

Lo quiere Caroline Kennedy, la única hija viva del presidente John F. Kennedy, una mujer reservada que se ha mantenido fuera de la arena pública prácticamente hasta que durante la campaña electoral ungió a Obama con un respaldo que le valió su peso en oro.

La perspectiva de una senadora Kennedy fascina a los columnistas de la prensa rosa, pero en las últimas semanas algunos analistas han criticado que se le dé el cargo básicamente por su apellido, en vista de que no ha participado en los debates de fondo de los temas que afectan a los neoyorquinos.

El gobernador podría, en su lugar, designar a una persona de renombre, como el ex presidente Bill Clinton o el ex gobernador demócrata de Nueva York Mario Cuomo, para ocupar el cargo de forma provisional hasta las elecciones de 2010.

Mientras, el asiento del senador Ken Salazar, propuesto por Obama como su secretario del Interior, parece estar a punto de decidirse.

El gobernador de Colorado, Bill Ritter, pretende dárselo al superintendente de Educación de ese estado, Michael Bennett, según varias fuentes.

Finalmente, el puesto de Joseph Biden en el Senado lo ocupará Ted Kaufman, un ex asesor del futuro vicepresidente, quien lo mantendrá hasta las elecciones de 2010, a las que ha dicho que no se presentará.