Hay profesiones que tienen grandes ventajas sobre otras, al menos cuando llega el delicado momento de valorar la calidad o la eficiencia de su labor. Un mago que no consigue sacar el conejo de la chistera, un controlador aéreo al que se le estrellan los aviones o el responsable de fichajes del Real Madrid son tipos que, evidentemente, están haciendo mal su trabajo. Se trata de valoraciones objetivas, indiscutibles y perfectamente cuantificables. Pero, ¿cómo se valora la faena de un reportero del 'Caiga quien caiga'? ¿Y la del mismísimo rey Juan Carlos? La Sexta emite esta noche el último CQC, clásico de la televisión moderna que no ha podido soportar la presión de la audiencia: esta temporada sólo ha obtenido una media de 836.000 espectadores y un 4.8% de share, un punto y medio por debajo de la media de la cadena.
Algún republicano malintencionado podría esgrimir estos mismos argumentos (baja audiencia) para pedir el cese del Rey Juan Carlos, puesto que su tradicional discurso navideño ha sido el menos visto de los últimos cuatro años, perdiendo, nada más y nada menos, que 200.000 televidentes. "Es culpa de los guionistas, que se repiten", dirá doña Sofía, comprensiva. "No quiere dejarme el listón muy alto", afirmará su comprensivo hijo, mirando de reojo a la oficina del INEM. "Lo de este hombre es un asalto, una descarada intromisión en el mundo de los ventrílocuos profesionales", argumentará José Luis Moreno, sin abrir la boca. Los hombres del traje negro y el señor de la sangre azul, contra las cuerdas.
Pero recuperemos el comienzo del post de hoy. Y reconozcamos que no es fácil valorar de manera ecuánime trabajos tan surrealistas e innecesarios para el discurrir de la vida cotidiana como los que desempeñan tanto monarcas como presentadores de televisión. ¿La audiencia es un juez válido? ¿Un número miserable de audímetros puede dar por bueno o malo el trabajo de miles de personas? ¿En qué hogares están esos audímetros? ¿Es fiable el funcionamiento de esos aparatejos? ¿Quién analiza los datos que proporcionan? Un mundo misterioso éste de las audiencias, qué duda cabe. Si tenemos en cuenta los éxitos de 'Mira quién baila' o 'Gran Hermano', cuando menos deberíamos tener dudas al respecto. "No conocemos un sistema mejor", dirán los dueños de Sofres, los ejecutivos de publicidad, y todos aquellos que viven de esta televisión mugrienta que ingerimos cada día.
En 1792 el pueblo francés asaltó el Palacio de las Tullerías y solucionó el tema de la monarquía. No digo que asaltemos la sede de Sofres y pasemos por la guillotina a su presidente, pero sí que tengamos en cuenta que, a punto de terminar el 2008, es lamentable que no podamos prescindir de la dictadura de las audiencias. Y que programas como CQC caigan por falta de telespectadores. Programas que, por cierto, se ajustan a la perfección a la personalidad de cadenas como La Sexta.
No era éste, bien es cierto, el primer y glorioso CQC, el de Wyoming. Pero era un producto muy digno, sobre todo si lo comparamos con el resto de la oferta televisiva. Un programa que evolucionaba de manera muy positiva, con unos presentadores y unos reporteros que ganaban en soltura y criterio semana tras semana. Un programa crítico, absolutamente necesario, que sin duda satisfacía las necesidades de un determinado público. Su retirada de la programación es una derrota.
Algo que no puedo decir de 'Lex', la rimbombante serie de Antena 3 que hoy también se despide por cuestiones de audiencia. Concretamente de poca audiencia. Ni el abultado presupuesto, ni un reparto de lujo (Javier Cámara, Santi Millán, Paz Vega...), ni el desesperado esfuerzo de reanimación final, añadiendo sexo y sal gruesa a los últimos capítulos, han logrado salvar un producto que resume todos los defectos de la ficción española. Defectos que se resumen en uno: ausencia de talento.
Si quieres firmar tus comentarios, regístrate o inicia sesión »
En este espacio aparecerán los comentarios a los que hagas referencia. Por ejemplo, si escribes "comentario nº 3" en la caja de la izquierda, podrás ver el contenido de ese comentario aquí. Así te aseguras de que tu referencia es la correcta. No se permite código HTML en los comentarios.
Javier Pérez de Albéniz es El descodificador.Tiene un blog, una parienta, una niña, un perro, dos caballos, un huerto, un libro de Walt Whitman, una Gibson acústica del 78 con las cuerdas nuevas, todos los discos de Mississippi John Hurt, una foto de Kipling junto a otra de Johnny Cash, un mapa del Kala Patar (5.545 m)… Y una tele vieja que se ve como el culo.
Soitu.es se despide 22 meses después de iniciar su andadura en la Red. Con tristeza pero con mucha gratitud a todos vosotros.
Fuimos a EEUU a probar su tren. Aquí están las conclusiones. Mal, mal...
Algunos países ven esta práctica más cerca del soborno.
A la 'excelencia general' entre los medios grandes en lengua no inglesa.
Un GIF animado de poco más de 1 minuto de duración en el que ha resumido la trama completa de La Guerra de las Galaxias
En: abadiadigital.com
Recomendación: mami
¿Cuál añadirías?
En: E-Campanya
Recomendación: Albert Medrán
Las 5 mejores series de televisión
En: E-Campanya
Recomendación: Albert Medrán
Hasta el próximo fin de semana, en Pamplona
En: navarra.es
Recomendación: Jara Rocha
Lo sentimos, no puedes comentar esta noticia si no eres un usuario registrado y has iniciado sesión.
Si quieres, puedes registrarte o, si ya lo estás, iniciar sesión ahora.