Abás obtiene el respaldo ruso ante el pulso con Hamás y la tensión en Gaza

Moscú.-  El líder palestino, Mahmud Abás, se reunió hoy por primera vez con el presidente ruso, Dmitri Medvédev, para asegurarse el respaldo de Moscú en su pulso con Hamás y entre este movimiento radical islámico y el Estado de Israel.

"El número de problemas (en Oriente Medio) no disminuye, pero debemos avanzar" dijo Medvédev a Abás al comienzo de la reunión en Kremlin, en la que se pronuncio a favor de una "cooperación fructífera" con la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

Abás, por su parte, destacó que Moscú fue una de las primeras en reconocer el Estado palestino en 1989, tras lo cual la ANP abrió su embajada en la capital rusa.

"Desde entonces, avanzamos por el camino de la cooperación y coordinación entre nuestros países", indicó Abás, quien recordó que Rusia integra, junto a EEUU, la ONU y la Unión Europea (UE), el Cuarteto de mediadores internacionales en el arreglo en Oriente Medio.

El jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, expresó el apoyo del Kremlin a Abás ante la ruptura por los islamistas de Hamás de la tregua con Israel y las amenazas del Estado israelí de lanzar una operación masiva en Gaza, controlada por ese movimiento radical.

"Respaldamos los esfuerzos de Mahmud Abás por mantener la unidad palestina a pesar de las múltiples provocaciones", dijo Lavrov, que consideró el proceso de paz en Oriente Medio amenazado tanto por los ataques terroristas de los islamistas como por la política israelí de asentamientos.

El líder palestino denunció que los dirigentes de Hamás, el Movimiento de Resistencia Islámica, "han complicado en gran medida la celebración de la nueva ronda del dialogo interpalestino", pero reafirmó su compromiso con ese diálogo.

"Quiero confirmar que sigo comprometido con la tarea de conseguir la unidad palestina, y también respaldo los esfuerzos que emprende para ello Egipto, pese a los errores cometidos por Hamás", dijo Abás en rueda de prensa con Lavrov.

Por otra parte, Abás aseguró que las elecciones presidenciales y legislativas en los territorios palestinos "deben celebrarse simultáneamente" y serán convocadas en cuanto sea posible.

"Estamos preparados para celebrar estos comicios a la primera posibilidad favorable que se dé", indicó Abás, quien la semana pasada visitó también Washington.

En Cisjordania, el mandato presidencial de Abás expirará oficialmente el próximo 9 de enero, aunque la legislación palestina le permite seguir gobernando hasta principios de 2010, aspecto que cuenta con el rechazo de la facción rival Hamás, gobernante de facto en Gaza.

El ministro de Exteriores ruso, por su parte, afirmó que Rusia está dispuesta a prestar ayuda financiera a la Autoridad Nacional Palestina.

"Estamos listos para incentivar la cooperación inversora de nuestras compañías con la ANP. Tenemos planes concretos que serán negociados en el Kremlin", dijo Lavrov antes de la reunión de Abás con Medvédev.

El jefe del Kremlin, a su vez, se mostró complacido por el hecho de que Abás se haya convertido en el primer líder del mundo islámico en visitar la víspera Chechenia, la antaño separatista república rusa que se reconstruye tras dos guerras de secesión con Rusia.

"Hemos conocido la experiencia de la dirección chechena en los asuntos políticos y la esfera social", dijo Abás sobre la visita a Chechenia, donde lamentó el sufrimiento del pueblo chechén durante la guerra, pero apoyó la política del Kremlin en el Cáucaso.

Según fuentes del Kremlin, Medvédev y Abás se proponían abordar hoy la necesidad de proseguir la senda marcada en la conferencia internacional de Annapolis (noviembre de 2007) y evitar tanto una confrontación entre los distintos movimientos palestinos como un nuevo conflicto con Israel.

Moscú, el único miembro del Cuarteto de mediadores que no considera a Hamás una organización terrorista, cree que con ese fin será muy importante la celebración en Moscú en la primera mitad de 2009 de una conferencia internacional sobre Oriente Medio.

El Kremlin propone que, a diferencia de Annapolis, la de Moscú no sólo aborde el conflicto palestino-israelí, sino también los otros problemas que afectan a la región, es decir, Siria y el Líbano.

La iniciativa rusa cuenta desde hace meses con el visto bueno de la ANP y también del presidente egipcio, Hosni Mubarak, y otros líderes regionales, pero ni Israel ni EEUU han dado aún su brazo a torcer.

Según el Kremlin, Rusia y la ANP buscan posibilidades de activar la cooperación bilateral, "con hincapié en ayudar a los palestinos a lograr sus objetivos primordiales: crear un poder sólido, único y eficaz, y unas instituciones estatales".