La Academia optimizará sus recursos humanos con una "importante" reestructuración

Toledo.-  La Academia de Infantería acometerá en enero una reestructuración interna que afectará a una "parte importante" del centro, mediante la cual se creará una Jefatura de Adiestramiento y Doctrina que refundirá a tres jefaturas anteriores para optimizar sus recursos humanos.

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(EFE)

El general de brigada Adolfo Orozco López, toma la bandera de España de la Academia de Infantería de Toledo, durante el acto de su toma de posesión como director del citado centro castrense.

"Todas las estructuras orgánicas son vivas y se mueven", dice el nuevo director de la Academia, el general de Brigada, Adolfo Orozco López, en una entrevista con Efe en su despacho, al explicar el alcance de esa medida.

La formación de oficiales y suboficiales sufrirá notables variaciones, de manera que los primeros, cuando se graduen de tenientes en Toledo tendrán, además, un título universitario que habrán adquirido en sus primeros años de formación en la Academia General Militar de Zaragoza, y los segundos uno de técnico superior cuando se graduen como sargentos.

El general Orozco explica que este sistema se pretende implantar en el curso 2010-2011 en Zaragoza, con lo cual "llegará a la Academia de Infantería alrededor del 2015", mientras que el de suboficiales se implantará en el curso 2011-2012.

Estas modificaciones implican que los dos últimos años de formación de oficiales en Toledo se reducirán a uno y, por el contrario, la de suboficiales, aumentará a dos, precisa el general.

El título de técnico superior para la escala de suboficiales se hará mediante acuerdos con la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) y los institutos que otorgan ese tipo de titulación.

El general Orozco afirma que se están barajando, al menos, dos titulaciones "de acuerdo con las posibilidades que tenemos en Toledo" y acordes "con el ejercicio de la profesión militar" y aunque no dice cuáles, sí considera que la educación física es una parte importante de la formación.

Orozco (Antequera, Málaga, 1955) asumió la dirección de la Academia de Infantería el pasado 3 de octubre, en sustitución del general de División César Muro Benayas, nombrado comandante general de Melilla.

Para el general, que tiene una amplia experiencia en operaciones de paz, la formación en esta materia es "una parte importantísima" del adiestramiento militar porque el escenario ha variado y de la guerra convencional se ha pasado a la guerra irregular y debe hacerse una enseñanza más "práctica".

El general dice que en su mensaje a los profesores recalca que "hay que huir del concepto de enseñanza que teníamos de las grandes lecciones magistrales, de las conferencias impresionantes adornadas con mucho power point".

"La realidad es distinta" y "el secreto está en hacer un balance entre lo que es la tradición, que no debemos olvidar, y la modernidad".

Cuando se le pregunta por la asignatura estrella de la Academia, no lo duda un instante: "La táctica es una asignatura fundamental".

Al respecto, señala que allí donde las Fuerzas Armadas participan en operaciones de paz se da lo que define como un "combate asimétrico" y una "guerra irregular" y "sin relegar a un segundo plano lo que es el combate o guerra convencional, este tipo de conflictos asimétricos están teniendo especial preponderancia en la enseñanza de nuestros alumnos".

En este sentido, señala que, parte del programa de estudios lo conforma el manejo de una negociación, cómo colaborar con las autoridades civiles o cómo desarrollar el área gubernativa en sitios donde no está desarrollada.

"Ha habido algunas asignaturas que a lo mejor tenían un menor peso específico y que naturalmente ante los nuevos escenarios requieren mayor atención, como, por ejemplo, el derecho humanitario de los conflictos bélicos o, sobre todo, el estudio del inglés", que considera "esencial" porque muchas de las operaciones se realizan bajo el mando de la ONU o la OTAN, señala.

"En la Academia formamos soldados, oficiales y suboficiales. El trabajo de las ONG se lo dejamos a las ONG y el diplomático para las representaciones diplomáticas. Cada uno a lo suyo", afirma con rotundidad, despejando la incógnita sobre si las operaciones de paz convierten a los militares en una suerte de políticos, diplomáticos, embajadores o protectores de las ONG.

El general Orozco dice que en Toledo se siente "como en casa" y asegura que hablar de integración entre la ciudad y la Academia "está empezando a pasar a la categoría de tópico", al considerar que ambos están integrados por el simple hecho de que los 700 trabajadores de la Academia son de por sí parte integrante de la sociedad "a la que servimos, en la que vivimos y de la que venimos".

"Nos separa desgraciadamente el Tajo, pero nada más", afirma.