Los desacuerdos se imponen a las buenas intenciones

Costa do Sauípe (Brasil).-  Los jefes de Estado y de Gobierno de América Latina y el Caribe que durante dos días han debatido en Costa de Sauípe cómo esquivar la crisis mundial no pudieron plasmar en acuerdos concretos las buenas intenciones de sus discursos.

Acuciados por la necesidad de actuar coordinadamente para mitigar el impacto de la grave situación económica, los gobernantes de los 33 países de la región se reunieron por primera vez en la historia sin la presencia de las naciones ricas, con un balneario turístico de lujo como escenario.

El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, convocó un "maratón de cumbres" que en menos de 48 horas concentró las reuniones del Mercado Común del Sur (Mercosur), la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), el Grupo de Río y la Cumbre de América Latina y el Caribe sobre Integración y Desarrollo (CALC).

En la primera de las citas, los mandatarios de los países del Mercosur apostaron por fortalecer este organismo para impulsar la integración y afrontar los efectos de la crisis económica internacional, pero terminaron su cumbre semestral sin firmar los acuerdos en los que habían estado trabajando en el último medio año.

Los socios de la unión aduanera (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) fracasaron en sus negociaciones para concretar el código aduanero regional y eliminar el doble arancel sobre los productos de terceros países que ingresan al bloque y pasan de un miembro al otro.

El jefe de Estado de Venezuela -país que está a la espera de que Brasil y Paraguay autoricen su incorporación plena- no llegó a tiempo para la reunión del Mercosur, una circunstancia que Hugo Chávez atribuyó primero a una decisión voluntaria y luego a un retraso inevitable.

Otro de los desacuerdos internos que pone en peligro el empeño de de conformar un frente unido ante la crisis es la moratoria de tramos de la deuda externa que Ecuador considera ilegítima, una medida que podrían secundar otros países.

El presidente de Paraguay, Fernando Lugo, expresó su apoyo a la decisión anunciada por su homólogo ecuatoriano, Rafael Correa, de suspender el pago de 30,6 millones de dólares correspondiente a los intereses de los bonos Global 2012, que suman 3.800 millones de dólares.

Además, el Gobierno de Ecuador declaró esta semana en "moratoria técnica" el pago de 30,47 millones de dólares de intereses de los bonos Global 2015, lo que supone un periodo de 30 días de prórroga para cancelar dicho monto.

Ecuador anunció también que impugnará la deuda de 243 millones de dólares que tiene con el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES) de Brasil para la construcción de una hidroeléctrica.

En tanto, Paraguay exige a Brasil renegociar su cuota en la deuda de 19.000 millones de dólares por la represa binacional Itaipú contraída por ambos países.

En el seno de la naciente Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), el enfrentamiento entre Uruguay y Argentina obligó a posponer la discusión sobre la elección de su secretario general hasta abril.

Aunque el nuevo organismo fue unánime en su respaldo al presidente Evo Morales y acordó enviar observadores al referendo de Bolivia del próximo enero, los mandatarios tuvieron que aparcar la votación del ex jefe de Estado argentino Néstor Kirchner -esposo de la actual gobernante argentina, Cristina Fernández-, ya que su candidatura fue vetada por el uruguayo Tabaré Vázquez.

Tampoco encontró eco entre los mandatarios la propuesta de Chávez de poner en marcha el Banco del Sur para dar sostenimiento a las políticas sociales que necesitan los países de la región y la creación de una agencia calificadora de las economías que atienda a criterios sociales.

Quizás por eso, el presidente panameño, Martín Torrijos, subrayó hoy en su intervención en la plenaria de la cumbre de América Latina y el Caribe la "urgencia" y las "acciones inmediatas" que demanda el momento actual de crisis.

También abogó por la necesidad de pasar de las palabras a las acciones el vicepresidente colombiano, Francisco Santos.

La ausencia de avances concretos tiene su contrapunto en la incorporación al Grupo de Río de Cuba, que se convirtió así en el miembro número 23 del único mecanismo de concertación política que existe la región.