El brasileño Hypolito y el ucraniano Vorobyov evitan el pleno de China

Madrid.-  El brasileño Diego Hypolito, que refrendó su dominio mundial en suelo, y el ucraniano Olexander Vorobyov, ganador en anillas, impidieron el dominio absoluto de China en la primera jornada de las finales de la Copa del Mundo de gimnasia artística que se disputan en Madrid.

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(EFE)

La gimnasta china Cheng Fei (c), posa tras ganar la final de salto de la decimocuarta edición de la Copa del Mundo de gimnasia artística junto a la suiza Ariella Kaeslin (i) y la belga Aagje vanWalleghem (d), que han obtenido la segunda y tercera posición, respectivamente, en Madrid.

Zhang Hongtao en caballo con arcos y, en las pruebas femeninas, Cheng Fei en suelo y He Kexin en asimétricas aportaron una buena dosis de calidad a la cita, que cierra la temporada gimnástica y a la que faltan numerosas figuras de primera fila.

Aunque las finales de la Copa reúnen en principio a los ocho mejores de cada aparato a lo largo de las dos últimas campañas, las lesiones, el cansancio y las retiradas abrieron la puerta a gimnastas de menor calidad que hoy no hicieron sino subrayar la diferencia entre los buenos y los mejores.

Diego Hypolito presentó en Madrid el ejercicio de suelo que hubiera querido hacer cuatro meses atrás en Pekín, donde una caída en la última diagonal le costó la medalla.

Hypolito, dos veces campeón mundial de este aparato, se adjudicó la Copa con una nota sobresaliente de 16,125 que en los Juegos le hubiera supuesto la medalla de oro y a la que no pudieron acercarse sus rivales más cualificados de hoy, el japonés Koehi Uchimura (15,900), plata olímpica en el concurso completo, y el israelí Alexander Shatilov (15,500).

En ausencia de los tres medallistas olímpicos -el chino Zou Kai, el español Gervasio Deferr y el ruso Anton Golotsutskov, baja de última hora-, Hypolito compitió relajado y disfrutó de su ejercicio, al que ha prometido añadir nuevas dificultades el año próximo.

En caballo con arcos fueron especialmente visibles las diferencias de nivel entre los participantes. La mitad de los gimnastas tuvo que interrumpir el ejercicio por culpa de los errores y casi fue suficiente no caerse para entrar en el podio. Ganó el chino Zhang Hongtao, que recibió un 16,375 por una presentación en la que no escatimó dificultades.

Por detrás quedaron el subcampeón mundial húngaro Krisztian Berki (16,100) y el australiano Prashanth Sellathhurai (16,025). El británico Louis Smith, bronce en Pekín, fue cuarto (15,600).

El ucraniano Olexander Vorobyov, campeón europeo de la especialidad, ganó en anillas, secundado por un histórico de la gimnasia, el búlgaro Jordan Jovtchev, que a sus 35 años sigue con hambre de victoria.

Vorobyov hizo una exhibición de seguridad en el aparato más difícil y fue premiado con un 16,275.

Jovtchev, un virtuoso de las anillas que apura sus últimos días en activo, cumplió con creces con su segundo puesto (16,150). El búlgaro ha sido cinco veces olímpico, con cuatro medallas en Juegos, y ha estado en todos los podios mundiales o europeos del aparato desde 2006.

Completó el podio el holandés Yuri van Gelder (16,075), subcampeón mundial en la disciplina.

El venezolano Régulo Carmona, campeón panamericano y sudcamericano de la especialidad y que defendía el título de la Copa del Mundo, no pasó esta vez del quinto puesto. Alguna imprecisión en el pulso y un pequeño paso atrás en la salida marcaron la diferencia con los de arriba.

Las dos pruebas femeninas disputadas fueron cosa de las chinas.

Cheng Fei impuso su experiencia y su calidad en salto, aparato en el que ha sido tres veces campeona mundial y en el que en Pekín ganó el bronce. Con una nota de 15,050, precedió en la clasificación a la suiza Ariella Kaeslin (14,912) y a la belga Aagje vanWalleghem (14,425).

La mexicana Elsa García, que estaba en el puesto 22 del ránking mundial de salto y se clasificó para la final de Madrid gracias a la retirada de otras gimnastas, aprovechó la oportunidad y acabó cuarta (14,400).

En asimétricas hubo doblete chino, con victoria para la campeona olímpica He Kexin sobre su compatriota Jian Yuyan por un margen inusual en cualquier competición de este deporte, el que separó el 16,250 de la primera del 15,700 de la segunda.

Completó el trío de honor la japonesa Koko Tsurumi, con 15,250.

He Kexin, menos concentrada que en una competición mayor, hizo la doble suelta que la ha hecho célebre, aunque con menor amplitud, y su evidente calidad le bastó para llevarse el título y completar así una temporada redonda en la que ha sido una de las revelaciones de la gimnasia mundial.

Las dos chinas que acabaron hoy primera y segunda fueron investigadas en agosto por el COI ante la sospecha de que no tenían los 16 años necesarios para competir en los Juegos, sin que pudiera demostrarse ninguna irregularidad. Ambas formaron parte del equipo que se proclamó campeón olímpico.

Entre las otras finalistas, la brasileña Daniele Hypolito tuvo que bajar al suelo dos veces en la segunda parte de su ejercicio y perdió toda opción de medalla y la ucraniana Anastasia Koval protagonizó una aparatosa caída, aunque retomó el ejercicio sin más consecuencias que una mala nota.