Espinosa atribuye a la UE el principal avance de la Cumbre de Poznan

Poznan (Polonia).-  La ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, atribuyó hoy al "empuje" de la Unión Europea el acuerdo para hacer operativas las ayudas a los países pobres para que se adapten al cambio climático, el más importante de la Cumbre del Clima de la ONU de Poznan (Polonia).

Espinosa hizo un balance de esta cita, que se clausuró ayer bien entrada la madrugada, en la que durante dos semanas las delegaciones de más de 190 países de la Convención de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático han fijado el calendario y la agenda de negociación de la cumbre de Copenhague de 2009, en la que se deberá aprobar el pos-Kioto.

Se inicia ahora el camino hacia un nuevo acuerdo mundial de reducción de emisiones, cuya primera etapa será una reunión que se celebrará en marzo en Bonn (Alemania), en la que deberá acordarse un primer borrador, que se concretará en un documento definitivo de negociación en el mes de junio.

Los documentos de trabajo que salen de Poznan mantienen la referencia introducida en la conferencia de Bali (Indonesia) del pasado año sobre la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero de entre un 25 y un 40 por ciento para los países industrializados.

Además, se incluye por primera vez la posibilidad de que las naciones en desarrollo también las limiten entre un 15 y un 30 por ciento.

La ministra ha explicado que la inclusión de estos datos no supone ningún compromiso, sino que son referencias a los informes científicos del Grupo Intergubernamental de la ONU sobre cambio climático (IPCC).

La ministra aseguró que de no ser por el impulso de la UE "no se hubiera ni avanzado" en la discusión para llegar a un acuerdo para hacer operativo el denominado fondo de adaptación, por el que los países en desarrollo, especialmente los más vulnerables, podrán enfrentarse a efectos del cambio climático como el incremento de la temperatura y del nivel del mar.

El acuerdo permitirá a los países más desfavorecidos acceder directamente a las ayudas del fondo, que gestionará entre 80 y 300 millones de euros anuales, para poner en marcha proyectos como la construcción de diques, playas artificiales y sistemas de alerta meteorológico.

Los países en desarrollo aplaudieron el impulso que la cumbre dio a este fondo, pero criticaron duramente a los Estados industrializados por no haber accedido a incrementar su cuantía, un aspecto que se pospone probablemente para marzo o junio, cuando se celebrarán dos de las cuatro reuniones previstas antes de Copenhague.