El Bernabéu no acudió al "efecto llamada" de Juande Ramos

Madrid.-  El estreno de Juande Ramos en el banquillo del Real Madrid, un reclamo para acudir al estadio Santiago Bernabéu, no fue suficiente para llenar el graderío del coliseo madridista, que presentó una de las entradas más flojas de toda la temporada.

Tampoco la presencia del ruso Andrei Arshavin en las filas del Zenit de San Petersburgo sirvió para atraer público al feudo del Real Madrid. El centrocampista suena como posible fichaje del club blanco para el mercado invernal y tenía un escaparate perfecto para llamar la atención de Juande Ramos.

Sin embargo, ambas figuras no sirvieron para que el estadio madrileño se aproximara al lleno. El fichaje de Juande Ramos el día anterior, en una jornada de locura con el anuncio de la destitución de Bernd Schuster y la inmediata presentación del técnico manchego, no fue un "efecto llamada" demasiado sugerente para atraer a la parroquia madridista.

Tres factores evitaron que el choque entre el Zenit y el Real Madrid tuviera más relevancia. Primero, los hombres de Juande apenas se jugaban nada ante los rusos; segundo, el frío de la capital llamaba a quedarse en el sofá; tercero, la mala trayectoria del equipo pedía a gritos una televisión y unas cervezas.

Pese a todo, la gente que acudió al Santiago Bernabéu analizó con lupa todos los movimientos de Juande Ramos y Andrei Arshavin. El primero apareció con un traje a medida. Tras comparecer ante la prensa el día anterior ataviado con un chándal del equipo, que no pudo ni probarse por las prisas, un día después sí pudo "mirarse al espejo" para estrenarse en el Bernabéu con elegancia.

El ex entrenador del Sevilla no fue capaz de sentarse en ninguna de las fases del partido. Siempre de pie y con los brazos cruzados, analizó la evolución de sus jugadores impasible durante los 90 minutos del duelo. Mientras, el público blanco, contemplaba impasible el encuentro, sin opinar. Ni a favor, ni en contra.

De hecho, los casi 2.000 aficionados rusos que ocupaban el fondo norte callaron con sus cánticos al estadio Santiago Bernabéu, que una vez más, parecía un teatro en el que sólo se aplaudía cuando la ocasión lo requería. Así ocurrió con los goles de Raúl y Robben, que por un momento silenciaron a la hinchada del Zenit.

Además, en el descanso desapareció el otro atractivo del partido. Arshavin fue sustituido por Viktor Fayzulin y Juande se quedó sólo ante el peligro. Sin embargo, el manchego salió victorioso en su estreno.