El FMI cree que la recesión en España será más profunda de lo previsto

Washington.-  El FMI dijo hoy que la economía española se contraerá por lo menos un 1 por ciento en 2009, más de lo previsto en su anterior informe, y alertó de que si el país no acomete reformas profundas caerá en una espiral de bajo crecimiento y alto desempleo.

Hace poco más de un mes el Fondo Monetario Internacional (FMI) había pronosticado una caída de la actividad económica del 0,7 por ciento, pero una vez más ha bajado sus cálculos de crecimiento para el país, como lleva haciendo todo el año.

Mientras tanto, los presupuestos del Gobierno prevén un alza del Producto Interior Bruto (PIB) del 1 por ciento en 2009, una cifra que ayer el ministro de Economía, Pedro Solbes, reconoció "desactualizada".

El Gobierno se agarró a algunos aspectos positivos de la evaluación del Fondo sobre sus medidas a corto plazo contra la crisis, al subrayar que el Fondo ensalza su respuesta "enérgica y más rápida" que la de otros países europeos.

Además, el Ejecutivo afirmó hoy en un comunicado que el FMI respalda sus medidas económicas, aunque reclama mayores reformas estructurales.

Aparte de ese reconocimiento, sin embargo, el tono general del informe del FMI es muy pesimista.

A corto plazo las perspectivas son "sombrías e inciertas", en vista de que el ajuste del sector inmobiliario "llevará tiempo" y de la caída de la demanda de las exportaciones españolas, señala el informe.

El FMI cree que el déficit público español alcanzará el 3 por ciento del PIB este año y superará el 5 por ciento el que viene, muy por encima del límite del 3 por ciento estipulado en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la zona euro.

La entidad recomendó al Gobierno que, si decide inyectar aún más dinero para revivir a la economía, aumente las ayudas a los pobres e invierta en infraestructura.

En cambio, señala que "dada la modesta carga tributaria, España tiene razón en resistirse a recortes de impuestos adicionales", afirmó. El presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, ha pedido una bajada de los tributos para enfrentar la crisis.

A medio plazo las cosas no pintan mucho mejor para la economía española. El FMI señaló que la recuperación depende de la aplicación de unas reformas profundas que el Gobierno ha evitado hasta ahora.

"Si no se llevan a cabo, España podría verse atrapada en una situación de baja competitividad, bajo crecimiento, desapalancamiento generalizado y alto desempleo, desde la cual sería difícil volver a un nivel bajo de deuda pública", alertó.

El FMI cree que el desapalancamiento -la reducción de la deuda por parte del sector privado- es un fenómeno ya presente, que se refleja en la caída del consumo y la renuencia de las empresas a invertir.

La recuperación de la economía será débil, predijo, si continúa la baja productividad del país, su inflación es superior a la de sus vecinos y no hay un programa de reformas de mayor calado.

En ese sentido, aconsejó la liberalización de los sectores de los servicios y de los transportes, donde existen normas que dificultan la competencia.

La política más importante "que falta" en los planes del Gobierno es la reforma del mercado laboral, en opinión del FMI.

La entidad pidió que se eliminen los ajustes de sueldos según la inflación, que a su juicio alimentan las alzas de precios, y también recomendó que se faciliten los despidos.

Sobre el sector inmobiliario, el FMI dijo que son "esenciales" cambios en las regulaciones que agilicen la resolución de disputas entre arrendatarios e inquilinos, de forma que se fomente el alquiler de casas vacías.

También se mostró a favor de las ayudas a los desempleados para pagar la hipoteca, pero criticó la construcción de viviendas de protección civil, porque aumentan el inventario de casas, lo que baja los precios aún más.

Uno de los pocos aspectos relativamente positivos del informe fue su evaluación del sector bancario. Alabó las regulaciones vigentes en el país, más estrictas que en otros sitios, y la gestión "conservadora" de los recursos por parte de las instituciones financieras.

No obstante, la dependencia de los bancos españoles de la financiación externa "es su talón de Aquiles", alertó el Fondo.

Su entorno de negocio seguirá siendo "extremadamente difícil", predijo, y es posible que algunas entidades tengan que ser absorbidas por otras.

El organismo pidió, además, que no haya "interferencia política" cuando ciertas instituciones sean incapaces de mantener la cabeza sobre el agua y que haya intervenciones públicas sólo si las quiebras amenazan al sistema financiero en su conjunto.