Un FC Barcelona repleto de suplentes pierde el trámite europeo en un partido flojo

BARCELONA.-  El FC Barcelona perdió el último partido de la fase de grupos de Liga de Campeones ante el Shakhtar Donetsk (2-3), en un partido que no era más que un trámite y que estuvo marcado por un juego más lento de lo habitual en un conjunto azulgrana plagado de suplentes.

ampliar foto

Reuters (EUROPA PRESS)

El FC Barcelona perdió el último partido de la fase de grupos de Liga de Campeones ante el Shakhtar Donetsk (2-3), en un partido que no era más que un trámite y que estuvo marcado por un juego más lento de lo habitual en un conjunto azulgrana plagado de suplentes.

Partido aburrido en el que se notó la importante ausencia tanto de los ocho jugadores titulares descartados por Pep Guardiola como del público. En un frío Camp Nou, el juego del Barcelona estuvo congelado y sólo las pinceladas de calidad de Pedro en el ataque parecieron despertar al resto de jugadores blaugrana, que fueron al remolque de los ucranianos en el marcador durante todo el encuentro.

El primer disparo llegó de las botas de Bojan, hoy por el centro, que paró sin problemas Pyatov. El extremo canterano Pedro, pese a su estatura (1.69 metros), conectó un cabezazo escorado que detuvo bien el cancerbero ucraniano. El meta ucraniano se erigió en el protagonista de los primeros minutos pues detuvo todo lo que le llegó, que con el paso del tiempo no fue poco. Un trallazo de Hleb desde la frontal y dos disparos de Bojan tras buenas jugadas individuales acabaron en sus manos.

Los ucranianos no se acercaron a la portería de Jorquera hasta el minuto 28. Avisaron con un contraataque que cortó Hleb gracias a un 'sprint' en defensa y a una buena intercepción, y con un córner en el que el balón se paseó por el área azulgrana sin encontrar rematador. Pero el dicho 'A la tercera va la vencida' se cumplió y Gladkiy colocó el primero en el marcador para el Shakhtar tras una buena triangulación dentro del área azulgrana.

El Barcelona intentó tímidamente abrir la lata ucraniana de la mano, otra vez, del canario Pedro Rodríguez que con sus internadas inquietó a Pyatov. El extremo es muy habilidoso con el balón en los pies y dispone de un sinfín de recursos para irse de sus marcadores, que aprovechó para animar el partido aunque sin frutos. Junto al canterano, el bielorruso Hleb también demostró su calidad, pero no supo concretar en el último y definitivo pase.

El FC Barcelona salió más enchufado tras el descanso y se acercó en distintas ocasiones al área de Pyatov, que seguía rechazando todos los balones, la mayoría con los puños. La mejor ocasión azulgrana llegó con un disparo lejano de Víctor Vázquez desde fuera del área. No obstante, la sensación no era de claro peligro y no parecía que pudiera llegar el gol del empate.

Es más, quien marcó fue el conjunto visitante. El delantero Gladkiy se anotó el segundo en su cuenta particular con un remate de cabeza sobre la línea de gol tras un saque de esquina. Pero la reacción azulgrana, esta vez, no se hizo esperar y el veterano Sylvinho se construyó él sólo, con una pared con Keita, una jugada que finalizó con un trallazo en las mallas ucranianas.

El juego blaugrana mejoró tras el gol número 17 en esta fase de grupos, superando así el récord anotador de la temporada 2005-06 en la que el Barcelona consiguió la segunda 'Champions'. Sin embargo, el peligro seguía siendo procedente de tiros lejanos que detenía, en dos tiempos, o despejaba Pyatov.

El Shakhtar aprovechó que el Barcelona avanzó sus filas para conseguir el tercer gol y volver a poner tierra de por medio en el marcador. Tras una jugada de ataque por la banda izquierda, ante la pasividad de Cáceres, le llega un centro buenísimo a Fernandinho que, con la portería vacía, marca a placer. Igual que en el segundo gol ucraniano, el Barcelona no tardó en responder y en a falta de 8 minutos para el final del partido Sergio Busquets marcó el segundo tanto azulgrana con un buen control y excelente definición ante Pyatov.

Tras el gol azulgrana, los jugadores del Shakhtar se dedicaron a repartir patadas y el árbitro inglés se vio obligado a repartir tarjetas amarillas, hasta un total de 5, en menos de 10 minutos de juego. En lo deportivo, el Barcelona lo intentaba pero sin mucho acierto.