África y Occidente difieren sobre cómo resolver la crisis en Zimbabue

Harare.-  La crisis sociopolítica de Zimbabue se agrava con un brote de cólera que parece fuera de control y las presiones de la comunidad internacional al presidente Robert Mugabe para que abandone el poder ante el deterioro generalizado de la situación.

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(EFE)

El presidente de Zimbabue, Robert Mugabe.

Mientras Occidente señala directamente al presidente zimbabuense, Robert Mugabe, como el responsable de la crisis en el país y reitera sus llamamientos para que renuncie, la Unión Africana (UA) insiste en que el diálogo político es la única manera de sacar a Zimbabue de la crisis política, económica y humanitaria que pone en peligro la vida de millones de personas.

Salva Rweyemamu, portavoz del presidente tanzano y titular de turno de la UA, Jakaya Kikwete, rechazó hoy los llamamientos a una acción más dura contra Mugabe y su gobierno hechos por la Unión Europea y los Estados Unidos.

"Sólo el diálogo entre los partidos zimbabuenses, respaldados por la UA y otros organismos regionales, pueden restaurar la paz y la estabilidad en Zimbabue", afirmó Rweyemamu.

La actitud de la UA será bienvenida por Mugabe, que ha contado siempre con el respaldo de sus colegas africanos cada vez que Occidente ha denunciado sus desmanes.

Sin embargo, fuertes diferencias han surgido también entre los líderes africanos, dos de los cuales, el primer ministro keniano, Raila Odinga, y el presidente botsuano, Ian Khama, han pedido públicamente una acción más firme respecto de Zimbabue.

Khama ha instado a los vecinos de Zimbabue a cerrar sus fronteras comunes con el país a fin de forzar la dimisión de Mugabe, mientras que Odinga solicitó la intervención de una fuerza de paz internacional que salve a los zimbabuenses de la catástrofe.

Rweyemamu rechazó, no obstante, los llamamientos para una intervención militar, invocando, precisamente, la crisis humanitaria.

"Tenemos una grave crisis humanitaria en Zimbabue. Tenemos cólera. Se piensan que podemos erradicar el cólera con fusiles", recalcó el portavoz del presidente de la Unión Africana.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó hoy desde Ginebra que 589 personas, la mayoría en Harare, han muerto ya a causa del brote epidémico, que ha infectado a 13.960 personas en todo el país y que, en el peor de los escenarios, elevaría a 60.000 el número de infectados, sólo en esta capital.

El brote tiene como epicentros aquellos suburbios donde la Autoridad Nacional de Agua de Zimbabue (ZINWA) no puede suministrar agua potable debido a una escasez de productos químicos de purificación, como así también a las roturas de cañerías por la falta de mantenimiento.

Desde hace varios años ha sido usual que suburbios enteros no tengan suministro de agua por períodos que van de semanas a meses, lo que obliga a sus residentes a procurarla de charcas estancadas o lugares similares, por lo general contaminados.

Entretanto, el Gobierno de Zimbabue ha rechazado las demandas de varios países occidentales y africanos para que renuncie Mugabe como primer paso hacia la resolución de la crisis que sufre el país.

Según George Charamba, el portavoz oficial de Mugabe, los países occidentales quieren llevar a Zimbabue ante el Consejo de Seguridad de la ONU con el argumento de que el cólera y la falta de alimentos han incapacitado al Gobierno.

"Los británicos y los norteamericanos están empeñados en arrastrar nuevamente a Zimbabue ante el Consejo de Seguridad", dijo Charamba al periódico estatal "The Herald".

Según Charamba, "Occidente no se detendrá ante nada para asegurarse de que Zimbabue sea invadido por fuerzas extranjeras" con el objetivo de derrocar a Mugabe.

El presidente estadounidense, George W. Bush, ha sido el último gobernante occidental en unirse a la presión internacional para que Mugabe "se marche".

En un comunicado distribuido hoy por la Casa Blanca, Bush afirma que "ya hay voces africanas que comparten el deseo de los zimbabuenses de un país próspero, demócrata y pacífico y hablan con valentía para decir que ya ha llegado el momento de que (Mugabe) dimita".

El pasado domingo el primer ministro británico, Gordon Brown, instó a los países del mundo a unirse para decir "basta" a Mugabe.