Dos aliados de Ortega respaldan la revisión de actas para superar la crisis política

Managua.-  Los diputados Agustín Jarquín y Miriam Argüello, aliados de Daniel Ortega, se declararon inconformes con los resultados oficiales sobre las recientes elecciones municipales y decidieron apoyar que las actas sobre las votaciones sean revisadas.

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(EFE)

En la imagen, el presidente nicaragüense, Daniel Ortega (i), y el vencedor en las recientes elecciones por la Alcaldía capitalina, Alexis Argüello. Dos aliados de Ortega respaldan la revisión de actas para superar la crisis política.

Según publica hoy la prensa local, Jarquín, de filiación socialcristiana, y Argüello, conservadora, reconocen que la revisión de estas actas debe efectuarse en presencia de observadores nacionales e internacionales imparciales, tal como lo demanda la oposición liberal.

Ambos integrantes de la Convergencia Nacional, que aglutina a los aliados del gobernante Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), afirman que el recuento de los votos con las actas ayudará a resolver la crisis que afronta el país, que se agravó a raíz de que el Consejo Supremo Electoral (CSE) dio el pasado 21 de noviembre los resultados oficiales sobre los comicios.

Los resultados del CSE son rechazados y desconocidos totalmente por la oposición liberal con el argumento de que antes, durante y después de los comicios los jueces electorales "apañaron un fraude masivo".

Esos datos oficiales dieron como ganador al FSLN en 105 de los 146 municipios en disputa, incluida Managua, la capital nicaragüense, mientras que la alianza encabezada por el Partido Liberal Constitucionalista (PLC), ganó 37 municipios.

La Alianza Liberal Nicaragüense (ALN) obtuvo victorias en cuatro ayuntamientos, de acuerdo con los resultados definitivos, dados por el Poder Electoral sin precisar con cuántos votos ganaron los candidatos sandinistas y con cuántos perdieron los opositores.

La oposición, como parte de su lucha contra el supuesto fraude, presentó en la Asamblea Nacional un proyecto de ley que anularía los recientes comicios, pero a esto último se oponen Jarquín y Argüello.

"Se debe de proceder a un recuento de votos o a un recuento de actas, que viene siendo parecido. Es sano, por la situación de desconfianza que se ha incrementado, por los señalamientos críticos al CSE", dijo Jarquín.

"Hoy me siento como que perdí 50 años de mi vida, porque lo que está viviendo Nicaragua es un desmadre total (gran desorden), y para mí se debe a situaciones irregulares del CSE", enfatizó Argüello.