La conferencia de Doha reconoce las dificultades en desarrollo y recibe críticas de ONGs

Doha.-  La Conferencia sobre Financiación para el Desarrollo de Doha concluyó hoy con un reconocimiento de las dificultades para ayudar a los países más pobres y críticas de las ONG que consideran insuficientes los compromisos adquiridos.

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(EFE)

El presidente francés, Nicolás Sarkozy, interviene en la Conferencia de Naciones Unidas sobre la Finaciación del Desarrollo en el Horel Sheraton de Doha, Qatar.

A lo largo de cuatro días, representantes de unos 70 países se han dado cita en la capital qatarí en una conferencia, organizada por la ONU, donde han revisado los mecanismos recogidos en el Consenso de Monterrey (México) del 2002 sobre la financiación al desarrollo.

La cumbre ha estado marcada por la escasa participación de jefes de Estado, entre los que ha destacado el presidente francés, Nicolas Sarkozy y su homólogo iraní, Mahmud Ahmadineyad, y las críticas de algunos grupos civiles que han calificado de "descafeinado" su comunicado final.

Con la crisis financiera mundial de fondo, uno de los principales puntos del comunicado de la Conferencia de Doha es la petición de ampliar la participación de los países en desarrollo en las instituciones financieras internacionales.

Precisamente, el asunto de la gobernanza ha sido uno de los temas sobre los que han discrepado la UE y EEUU, a pesar de que la jefa de la delegación estadounidense, Henrietta Fore, lo ha negado.

Fore rechazó que su país tenga puntos de vista diferentes de la UE y del llamado Grupo de los 77 (G77), que reúne a la mayor parte de las naciones en desarrollo, sobre la discusión de la crisis financiera fuera del marco del Grupo de los 20 (G20), los países más industrializados, en la cumbre del próximo abril en Londres.

Para la directora general de la organización humanitaria Intermón Oxfam Ariane Arpa, el futuro depende en parte de la postura que adopte el presidente electo de EEUU, Barack Obama.

En una conversación telefónica, Arpa explicó a Efe que EEUU se ha opuesto al uso de un lenguaje más concreto para alcanzar determinados compromisos, ha bloqueado avances en materia de cambio climático y en propuestas de gobernanza.

A pesar de las críticas de las ONG, Heidemarie Wieczorek-Zeul, enviada especial del secretario general de la ONU, Bank Ki-moon, calificó la cumbre de un éxito "porque muestra que el mundo permanece unido frente a la crisis económica".

Para la emisaria, prueba de ello es que en crisis económicas anteriores, la ayuda al desarrollo se recortó, pero ahora "se ha demostrado que los países son contrarios a su reducción".

En el comunicado final, los firmantes coincidieron, además, en la importancia de efectuar una reforma fiscal e instaron a la finalización de las negociaciones de la Ronda de Doha, dentro de la Organización Mundial del Comercio (OMC).

También reiteraron la importancia de que los países industrializados alcancen el objetivo de donar una 0,7 por ciento de su Producto Interior Bruto (PIB) para ayuda al desarrollo.

Sobre este tema Arpa se quejó de que "se mantiene una expresión bastante floja en cuanto a los compromisos de ayuda".

"Hay referencias al 0,7 por ciento pero no referencias a un calendario", señaló Arpa que recordó que el plazo máximo de aplicación es el 2015, pero "los pasos para su implementación quedan al final al libre albedrío de los países".

Sobre ese tema, el comunicado final de la cumbre reconoce que entre 2006 y 2007 se ha producido una reducción de la ayuda oficial al desarrollo y en cuanto a los objetivos del Milenio para erradicar la pobreza, también apunta "que aún es necesario un gran esfuerzo para lograr los objetivos".

Otro de los puntos del documento de Doha es el consenso sobre la necesidad de aumentar el flujo de las inversiones extranjeras directas hacia los países pobres.