La caída de Habitat: una gran indigestión en el peor momento

MADRID.-  Ha caído la mayor inmobiliaria familiar de Cataluña: Habitat. Una compañía que, de la noche a la mañana, pasó de facturar 180 millones de euros a 'zamparse' a la división inmobiliaria de Ferrovial —una de las principales constructoras del país—, cuya cifra de negocio se situaba en torno a los mil millones en 2006, cuando fue adquirida. Un bocado que, casi dos años después, no ha podido digerir.

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Sede de la compañía en Barcelona.

Y es que lo del "pez grande que se come al chico" no siempre sale bien, y, si no, que se lo digan a Martinsa Fadesa, que se atragantó con la deuda acumulada por la adquisición, por parte de la que entonces era una pequeña inmobiliaria madrileña (Martinsa), del gigante gallego Fadesa. Pero son muchas otras las que se encuentran al borde del abismo por intentar 'tragar' bocados demasiado grandes. En las quinielas se barajan varias candidatas, algunas de ellas con muchas papeletas, como Colonial o Metrovacesa.

Un bocado envenenado

Habitat compró hace casi dos años Ferrovial Inmobiliaria, por 2.200 millones de euros, incluida una deuda de 600 millones y la red de franquicias Don Piso, que desde el principio supuso un lastre para la compañía catalana, que quiso deshacerse de ella en múltiples ocasiones. Se convirtió así en una de las grandes del sector, pero quedó atrapada en el cambio de ciclo que desde hace meses vive la promoción residencial en España.

Ya el pasado febrero, la inmobiliaria que preside Bruno Figueras logró sortear la suspensión de pagos al alcanzar in extremis un primer acuerdo de refinanciación de deuda, que incluía desinversiones por importe de 545 millones de euros. Pero el patrimonio de la compañía se ha devaluado y actualmente, se enfrenta a una deuda que supera los 1.500 millones de euros, y que los bancos se han negado a renegociar.

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Figueras, el empresario 'fashion'.

Los accionistas de la compañía tampoco han respaldado la idea del consejo de ampliar capital para "restablecer el equilibrio patrimonial". Llegados a este callejón sin salida, la dirección de la empresa considera que su única opción es declararse en concurso de acreedores, con "el objetivo de preservar de la mejor manera posible los derechos de todos los acreedores y de proceder a una restructuración de su situación financiera, que permita garantizar la continuidad de su proyecto empresarial". Así, esta misma mañana ha presentado toda la documentación pertinente en los juzgados.

Habitat se convierte así en la protagonista de la segunda mayor suspensión de pagos del sector en la historia, tras la presentada por Martinsa-Fadesa el pasado verano, ya que supera a las de Grupo Tremón, que se declaró insolvente hace algo más de una semana con una deuda de 900 millones, y Aifos.

La sofisticación del ladrillo

Habitat está controlada por su presidente, Bruno Figueras, y tiene al grupo Ferrovial como segundo máximo accionista, con una participación del 20%. Entre el resto de socios de la inmobiliaria destacan el propietario de Mango, Isak Andic; la sobrina de Amancio Ortega, Dolores Ortega; y el propietario de Hoteles Hesperia, José Antonio Castro. Todos ellos suman alrededor del 25% del capital.

Este accionariado resulta tan llamativo y sofisticado como las corbatas que acompañan a los modernos trajes con los que suele vestirse el principal representante de la empresa, Bruno Figueras, que accedió a la presidencia a la muerte de su padre. En el sector resulta ser el empresario más fashion. Sus coloridas corbatas y su pasión por el jazz son la 'marca de la casa'. Sin embargo, lejos de parecer estrambótico, Figueras se ha ganado el respeto de los ejecutivos del sector. No en vano, forma parte del comité ejecutivo de la patronal Fomento del Trabajo y de Fira de Barcelona, además de ser vicepresidente de la Asociación de Constructores y Promotores de Edificios de Barcelona y cónsul honorario de Australia.

Licenciado en Económicas por la universidad de Barcelona y MBA por la universidad de Stanford (California), el presidente de Habitat es también un melómano que estudió en el Conservatorio de Música de Barcelona. Virtuoso de la guitarra, toca ese instrumento en el grupo Pesadijazz, con el que actúa esporádicamente en clubes barceloneses. Además, es mecenas del Liceo y patrono del museo de Arte Contemporáneo de Cataluña.