Un español en la meca musical de Broadway

Hace poco más de un año que aterrizó en Nueva York y ya está a punto de protagonizar su primer musical en la Gran Manzana: José Limón, The Making of an Artist, un estreno mundial previsto para finales de enero que se inspira en las memorias inacabadas del bailarín mexicano.

Con su pelo castaño y ojos oscuros, Diego Rodríguez da el perfil para encarnar al artista latino. En casi todo lo demás, este joven madrileño va contra corriente: se ha dedicado a trabajar el teatro musical en un país, España, que apenas lo cultiva; es uno de los pocos nacionales dedicado a ese género en Nueva York y ha logrado el papel central de una obra off Broadway apenas acabar sus estudios en The American Musical and Dramatic Academy (AMDA).

"La oferta de teatro musical en Estados Unidos es infinita, inabarcable. En España, haces un casting para un musical y si no te escogen puedes pasar desde seis meses hasta un año sin que haya audiciones para otro musical, tienes que dedicarte todo ese tiempo a hacer cosas que nada tienen que ver con el género", dice. "En Estados Unidos cada día hay ofertas para dos, tres cuatro musicales".

Algo de esa incomparable oferta tiene que ver con que el género del musical es esencialmente 'made in USA'. En Europa tiene que competir con el teatro clásico, la ópera o la zarzuela, pero en Estados Unidos, más allá del realismo de dramaturgos como Arthur Miller, el musical tiene escasos rivales escénicos y su público es global. "Desde los años cincuenta, los musicales se han hecho para agradar a todo el mundo. Obras como 'El Rey y Yo', 'Oklahoma' o 'Chicago' no van dirigidos a un público concreto, sino que cuanta más gente puedan abarcar mejor. Hoy, el público de Broadway sigue siendo muy disperso y cosmopolita, procede de todas partes del país y de muchos lugares del mundo".

En Soitu...

Los primeros musicales que se hicieron en España 'a la americana', desde 'Jesucristo Superstar' hasta 'Evita', fueron una importación casi directa de las producciones estadounidenses, grandes hits de una época en la que el musical se convierte en un fenómeno universal de la mano de figuras como Andrew Lloyd Weber, cuyas obras no sólo se transforman en éxitos de taquilla sino en un fenómeno socio-cultural y de marketing.

'La Bella y La Bestia', 'Cabaret' en su última versión o 'High School Musical' son importaciones directas de Estados Unidos. Tanto es así -según aclara Diego- que a menudo vienen equipos de fuera a montar esos musicales. "Pero en los últimos años han surgido obras de factura más española como 'Hoy no me puedo levantar' -con un lenguaje muy nuestro y música de Mecano- o 'Enamorados Anónimos'. Así que el género está creando curiosidad. El problema que yo encuentro es que en España no se estudia la tradición del musical americano sino que con frecuencia lo escribe alguien que simplemente ha visto unos cuantos espectáculos de ese tipo por el mundo, sin profundizar más. Falta un poco de poso".

En España, de momento, los recursos no dan para mucho. Sólo dos escuelas públicas, el Instituto del Teatro de Barcelona y la ESAD (Escuela Superior de Arte Dramático de Murcia) ofrecen la posiblidad de estudiar este género. En Madrid, aún nada. La RESAD (Real Escuela de Arte Dramático de Madrid), tiene idea de implantarlo hacia el 2010, pero por el momento esto es solo un proyecto.

Otras aspectos sugieren que al musical aún le queda mucho camino por recorrer en la Península. El género ni siquiera está legislado dentro de la Unión de actores de España mientras que el Actors' Equity Association es el sindicato más antiguo de Estados Unidos y tiene mucha presencia en la vida de los actores, hasta el punto de que regula el tipo de contratos que se suscriben.

Ahora, después de años en los que pocos se arriesgaban a producir cosas nuevas y los estrenos solían estar basados en películas, el musical parece estar experimentando en Estados Unidos un revival que le empuja a explorar nuevos territorios. 'In the Heights', por ejemplo, que habla sobre la vida de los portorriqueños en Nueva York e integra rap, ritmos latinos y reggaeton, ha ganado el premio Tony al mejor musical, el equivalente a los Oscars del teatro en Estados Unidos.

Desde el mes que viene, en la sala Symphony Space, José Limón —un estudio de la compleja biografía del bailarín mexicano y de la batalla para expresar su identidad a través de la coreografía en Estados Unidos— aportará ideas propias al musical que florece off broadway.