Siete ejecutivas de hotel crean el T-7 (Toledo 7) para incentivar la oferta

Toledo.-  Siete ejecutivas de hoteles de alto nivel de Toledo, en su mayoría toledanas aunque buena parte de su carrera la han hecho en otras comunidades, han decidido asociarse para crear un club en el que intercambiar datos de interés común e ideas.

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(EFE)

Fachada del céntrico hotel Abad y tienda de regalos típicos de la localidad manchega de Toledo, en la calle Real del Arrabal.

Aunque el grupo no tiene un nombre específico que lo defina -lo llaman "T-7" (Toledo 7), aunque en broma dicen llamarse Las Pepas- no quieren que se les considere una especie de "lobby" (grupo de presión), ni un grupo feminista cerrado, ni nada parecido.

Su objetivo lo tienen claro: intercambiar experiencias, datos de ocupación o precios medios y promover la ciudad, además de dedicar el resto de su tiempo, cuando se reúnen formalmente una vez al mes, a hablar de lo divino y lo humano "y cosas de mujeres".

Ellas no se cierran a la entrada de hombres al club, pero, como dice a Efe su promotora, la madrileña Laura Cuadrado, directora del Hotel Palacio Eugenia de Montijo, el único de cinco estrellas del casco histórico de Toledo, "cuando se les ha invitado, no aparecen".

"Los hoteleros de Toledo, a diferencia de los de Madrid, no se reúnen ni se pasan datos de ocupación", explica Cuadrado, algo que, en su opinión, le sorprende mucho porque, al igual que sus colegas, le parece "fundamental" para mejorar la oferta.

"Si hubiese más cooperación entre los hoteleros habría más trabajo para todos", afirma la sonsecana Victoria Palencia, directora de Marketing de El Cigarral de las Mercedes.

Además de Cuadrado y Palencia, el grupo, por orden alfabético de apellidos, lo forman la talaverana Mónica Aguado, subdirectora del Eugenia de Montijo; la lucense de Foz, Inma López-Leyton, directora del Hotel Kris Doménico; y la toledana María Montero, directora del Hotel AC Ciudad de Toledo.

También figuran María José Sepúlveda (La Puebla de Almoradiel), directora del Parador Nacional Conde de Orgaz, y la argentina marplatense, con muchos años de residencia en España, Diana Vidoni, directora del Hotel Cigarral de Caravantes.

La idea de crear este club surgió en enero de este año, cuando Cuadrado invitó a sus colegas a tomar café para "charlar", explica María José Sepúlveda, que lleva poco más de un año al frente del Parador Nacional.

Las reuniones mensuales y los encuentros casuales sirven de "terapia colectiva" y "catarsis profesional" y a la vista está, cuando Efe las junta a todas para dialogar, que han formado un buen grupo de amigas, más allá de la competencia entre ellas.

En esta terapia de grupo, esta vez en Efe, sueltan frases como éstas: "cada uno mira a lo suyo hasta que hay crisis" o "se hacen promociones en el exterior, cuando no se conoce aquí el producto" o "todo el mundo (los hoteleros) llora, pero nadie hace nada".

Además del intercambio de datos e información y una acción coordinada para el realojo de clientes en momentos puntuales, las siete ejecutivas debaten en sus reuniones sobre cómo promocionar la alicaída noche toledana y otros aspectos que les preocupan.

Estas siete ejecutivas dicen no concebir que los restaurantes del casco histórico "se cierren" entre las 22 y 23 horas o apenas haya actividad los domingos a diferencia de otras ciudades-Patrimonio de la Humanidad, como Cuenca.

"No se puede encerrar a un cliente en un hotel. Hay que darle alternativas y éstas apenas existen en la noche toledana", dice Cuadrado, que reclama una acción promotora coordinada de todos los organismos públicos.

López-Leyton o Vidoni se quejan, como sus colegas, de la falta de coordinación, información y promoción de la ciudad y eso es algo que les gustaría plantear tanto a la consejera de Cultura, Turismo y Artesanía, Soledad Herrero, como al alcalde de la ciudad, Emiliano García-Page, a quienes han pedido audiencia.

El problema de la falta de promoción de Toledo, afirman, se debe, en parte, a que "durante muchos años, los turistas han venido solos a la ciudad y no se han hecho esfuerzos para incentivarles a que se queden más tiempo, especialmente por la noche", afirman.

La información sobre acontecimientos que se desarrollan en la ciudad les llega tarde o sesgada y, en muchas ocasiones solo a través de los medios informativos, y apenas reciben comunicación previa del Ayuntamiento sobre el cierre de calles que repercuten en el bienestar -y el malestar- de sus clientes.

Una de las directoras cuenta que de la noche a la mañana la única calle de acceso a su establecimiento quedó bloqueada por una grúa, sin que nadie le avisara de antemano, con el perjuicio que eso causó a su clientela.