Ros dice que las inversiones y el desarrollo de Lleida son una "cuestión nacional" para Cataluña

Barcelona.-  El alcalde de Lleida, Àngel Ros, reclamó hoy inversiones en infraestructuras y para el desarrollo económico de Lleida al estimar que supone "una cuestión nacional" para Cataluña por la función vertebradora del territorio de la que definió como la "única ciudad-región" de la comunidad catalana.

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(EFE)

El alcalde de Lleida, Angel Ros, durante la conferencia "Lleida, ciutat emergent de la Catalunya del segle XX", que pronunció hoy dentro del "Fórum Europa.Tribuna Catalunya", en un acto celebrado en Barcelona.

"Cataluña necesita una Lleida fuerte para ser un gran país", aseguró el alcalde leridano en una intervención en Barcelona en el "Forum Europa. Tribuna Catalunya" ante más de 200 personas, entre ellas varios consellers de la Generalitat y diputados al Parlament.

Ros explicó que la ciudad de Lleida, con 136.000 habitantes, constituye un "gigante demográfico" respecto de su entorno más cercano y es un núcleo de comunicaciones que ejerce un labor de articulación y atracción "desde Viella y La Seu d'Urgell hasta Fraga y desde Monzón hasta Flix".

A las autovías y autopistas existentes, Lleida sumará la autovía hacia Huesca en construcción y espera contar en el futuro con otras autovías hacia Francia, por la Vall d'Aran, y hasta Tarragona, su puerto natural, lo que, junto a la llegada del AVE al centro de la ciudad y la apertura en 2009 del aeropuerto de Alguaire "completarán la centralidad de Lleida como nudo de comunicaciones".

Para Ros, sin una ciudad como Lleida en la parte occidental del territorio catalán, "Cataluña sólo sería aquella estrecha franja costera mediterránea con una gran concentración en el área barcelonesa", por lo que reivindicó el "papel equilibrador" y la "función vertebradora" de la capital ilerdense.

En esta línea, destacó la situación estratégica de Lleida en el "Eje del Ebro" y recordó al gobierno de la Generalitat que "la influencia catalana en el sistema económico del Eje del Ebro y del norte de España pasa por Lleida".

Àngel Ros desgranó los numerosos proyectos del "intenso proceso de transformación" que vive una ciudad que ha dejado de ser "provinciana" tras muchos años de expansión urbana, y que cuenta ya con un 20% de población inmigrante.

Entre estos proyectos, destacó el Plan de la estación del AVE, que afecta a 14 hectáreas, los planes de Barrio para rehabilitar la Mariola y el centro histórico, la construcción de un décimo puente sobre el Segre, el Plan estratégico para ampliar la Fira de Lleida en 90 hectáreas, la construcción del centro de convenciones La Llotja, el desarrollo del parque científico de Gardeny y el nuevo polígono industrial Torreblanca, de 500 hectáreas.

Ante estas transformaciones, el "paer en cap" calificó a Lleida como "una ciudad moderna y en la que resulta atractivo invertir", y que quiere "mantener su foco de excelencia en el sector agroalimentario, y ser relevante en construcción, obra pública, comercio, logística y tecnología".

Destacó, asimismo, la pujanza de Lleida como segunda ciudad de Cataluña, tras Barcelona, en el turismo emergente relacionado con los negocios, y que supuso la celebración de 333 congresos, ferias y convenciones el pasado año, junto a su tradicional apuesta por el turismo cultural, con La Seu Vella como referente, un monumento que "obviamente tiene que ser Patrimonio de la Humanidad".

Àngel Ros enumeró tres retos fundamentales para Lleida, el primero de los cuales sería "reforzar el tejido industrial que añade valor económico", mediante la implantación de empresas que conviertan la materia prima de calidad que se produce en las tierras leridanas en producto acabado.

También apeló a "reforzar la atracción comercial" de Lleida, para lo que apostó por "implantar centros comerciales modernos en la trama urbana", ya que "no queremos ni autorizaremos equipamientos comerciales en el desierto".

"Las limitaciones a la implantación comercial tienen que ser sólo de carácter urbanístico, nunca de proteccionismo económico o empresarial", aseveró Ros, quien estima que, de lo contrario, "se perjudica a los consumidores y haces menos atractivo tu entorno comercial".

Como último reto, indicó que "hace falta una apuesta decidida del Govern por convertir la fortaleza geográfica de Lleida en valor económico para Cataluña, y la herramienta para activar la geografía es la obra pública".