Una matrícula falsa, símbolo de una ETA inexperta y acelerada

Con la detención de 'Txeroki' ha caído el líder "de todos los comandos" de ETA durante los últimos años, según ha especificado el ministro Rubalcaba. El detonante del arresto ha sido una "chapuza" del dirigente del aparato militar de la banda, que utilizó un coche robado con unas placas falsas cuya numeración, perteneciente a otra época, "simplemente no podía existir", según el ministro. Para Rubalcaba, éste es un hecho que "da buena cuenta de la situación por la que corre ETA". Los años que ha pasado 'Txeroki' al frente del aparato militar de la banda se han caracterizado por la creciente presión policial y el goteo de detenciones, los cuales han llevado a los terroristas a actuar, en muchas ocasiones, de una forma precipitada.

(Reuters)

Uno de los detenidos en Cauterets.

De hecho, la trayectoria de Txeroki dentro de la banda ya representó cierto cambio en el seno de la organización. El dirigente etarra se fogueó en la 'kale borroka' a finales de los años noventa, en 2001 ingresó en el 'comando Olaia', un año más tarde se desplazó a Francia y poco después ya figuraba como jefe de los comandos etarras, tras la caída de su predecesor Gorka Palacios en diciembre de 2003. Esta meteórica ascensión en el seno de la banda se debe a los continuos arrestos que se fueron produciendo por las fuerzas del orden, lo que condujo hasta la dirección a un grupo de terroristas con una trayectoria breve, poca formación, pero con un violento historial a sus espaldas ('Txeroki' acumula un total de 22 causas en la Audiencia Nacional, entre las que se cuenta el asesinato del juez Lidón y el atentado contra el socialista Eduardo Madina, ambos como miembro del 'comando Olaia').

Una de las características propias de 'Txeroki' como dirigente fue su obsesión a la hora de organizar personalmente el adiestramiento de los comandos y su afán por impartir directamente las últimas instrucciones previas a los atentados. Este hecho, que se conoció merced a la detención de Iker Aguirre en Portbou en enero de 2007, demuestra cómo la obsesión por la seguridad había crecido en el aparato militar de la banda, que se fue aislando con respecto a los demás aparatos de la organización. También hay quien interpreta estos movimientos, en su conjunto, como un síntoma de debilidad y una muestra de su incapacidad para organizarse.

Esa misma debilidad ha llevado a que, durante el liderazgo de 'Txeroki', se frustraran algunos atentados (como la furgoneta cargada de dinamita que los etarras pensaban activar en Madrid o el atentado fracasado contra el Rey), así como que otros golpes parezcan más fruto de la precipitación que de una concienzuda organización (como el atentado que acabó con la vida de los guardias civiles Trapero y Centeno en Capbreton, con el que la banda terrorista dinamitó su consigna de no atentar en suelo francés).

Precisamente, uno de los delitos que se atribuyen a 'Txeroki' (desde un punto de vista material, a raíz de las declaraciones de unos etarras detenidos del 'comando Nafarroa') es el de Capbreton. El otro de mayor relevancia cometido bajo la dirección de 'Txeroki' es la orden de volar el aparcamiento de la T4 de Barajas, en un atentado en el que murieron dos ecuatorianos y que marcó la ruptura del alto el fuego en diciembre de 2006. Este hecho se leyó como el triunfo de los más violentos dentro de la banda y la derrota de aquellos partidarios de la negociación.

Sin embargo, la detención de 'Txeroki' puede marcar un punto de inflexión, ya que este tipo de acciones obliga a establecer un nuevo equilibrio de fuerzas. El ministro no ha querido valorar esta situación, pero se dice que, en estos momentos, se habla de dos opciones. Una, más continuista y encarnada por Aitzol Iraondo, hasta ahora número dos en lo militar y lugarteniente de 'Txeroki'. Y, por otro lado, la toma en consideración de las posturas más posibilistas y proclives a la negociación, que podrían cobrar fuerza a la vista de los pocos resultados que ha logrado la estrategia violenta encarnada por 'Txeroki'. A pesar de que 'Txeroki' representaba la línea más dura dentro del grupo terrorista, lo cierto es que la banda no ha logrado un gran número de víctimas en comparación a años anteriores.

(EFE)

Rubalcaba, tras la rueda de prensa.

El ministro Rubalcaba ya ha apuntado en otras ocasiones hacia una de las características que también sirve para definir la nueva organización etarra, encarnada durante estos años por 'Txeroki': la 'vida útil' de los comandos se ha ido reduciendo de forma progresiva, de forma que, desde su constitución hasta su desarticulación pasa cada vez menos tiempo, algo que demuestra cómo la banda ha de actuar cada vez de forma más apresurada.

¿Y qué espera en los próximos días? La experiencia dice que las detenciones etarras suelen traer más arrestos, a raíz de la documentación de la que se incautan las autoridades. El ejemplo más clásico de esta situación es el aluvión de arrestos que siguieron a la detención de Ibon Fernández Iradi, 'Susper', otro de los precedentes de 'Txeroki' en la dirección militar de la banda. En aquel momento se dijo que ni el propio 'Susper' era consciente de las importantes implicaciones de los papeles que tenía en su poder, lo que muchos consideraron una nueva muestra de vulnerabilidad y desorganización.

En el piso donde ha sido detenido 'Txeroki' han aparecido dos ordenadores y dos memorias USB, que podrían contener información sobre la organización y la estrategia de la banda, así como sobre posibles objetivos. Ante la pregunta sobre la utilización de dos cuentas de correo electrónico para rastrear a 'Txeroki' y lograr su arresto, Rubalcaba ha afirmado: "Para nadie es un secreto que ETA utiliza cibercafés. Las Fuerzas de Seguridad lo saben y lo investigan".

• El vídeo de 'Txeroki' tras el registro, en rtve.es