Tabaré Vázquez afronta críticas y propone compensaciones a su veto al aborto

Montevideo.-  Tras vetar la ley que despenaliza el aborto, el presidente uruguayo, el socialista Tabaré Vázquez, ha propuesto una serie de medidas basadas en la solidaridad económica, en un intento de compensar los efectos de su decisión en las capas más pobres de la sociedad.

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(EFE)

Con su veto, Vázquez provocó las protestas de organizaciones de mujeres pero se ganó los elogios de la Iglesia Católica y de la oposición conservadora.

Vázquez afronta las críticas de su partido y de la coalición gubernamental "Frente Amplio", enfrascada en buscar un candidato para las elecciones presidenciales del próximo año, ya que, según la Constitución, el actual mandatario no puede presentarse a la reelección.

Con su veto, Vázquez provocó las protestas de organizaciones de mujeres pero se ganó los elogios de la Iglesia Católica y de la oposición conservadora.

Según medios uruguayos, Vázquez no lo tuvo fácil para conseguir el respaldo de la mayoría de los ministros de su gobierno antes de presentar el veto.

El presidente uruguayo alegó "razones de orden jurídico, científico y técnico" al presentar su veto a la Ley de Defensa del Derecho a Salud Sexual y Reproductiva, aprobada el pasado martes por el Parlamento, donde fue impulsada por la bancada oficialista, en especial por la senadora Mónica Xavier, médica de profesión y dirigente del Partido Socialista, el mismo del presidente Vázquez.

En Uruguay se realizan unos 30.000 abortos en el año, según las cifras oficiales, pero se calcula que la realidad es por los menos el doble.

El Parlamento tiene 30 días desde que recibió el veto para pronunciarse, si no lo hace la decisión del presidente quedará firme.

El veto presidencial es común en diversos períodos políticos del país y, los más recientes, fueron durante los anteriores gobiernos de Julio María Sanguinetti y Luis Alberto Lacalle, que lo utilizaron en unas 24 ocasiones.

El representante de la Conferencia Episcopal, Monseñor Luis Del Castillo, afirmó que "nunca dudó de la palabra del presidente Vázquez", quien antes de que el Parlamento aprobó la ley ya había anunciado que la vetaría.

Por su parte, el ex presidente, Jorge Batlle, del Partido Colorado, dijo que Vázquez hizo lo mismo que él "estaba dispuesto a hacer, cuando ejercía la Presidencia de Uruguay y se manejaba la posibilidad de votar la ley" y resaltó la existencia de métodos preventivos del embarazo disponibles.

El también ex presidente Luis Lacalle, dijo que su Partido Nacional (Blanco) incluye en su carta de principios la defensa de la vida, desde la concepción, y ha mantenido esa tesitura a lo largo de los años.

"La actitud del presidente Vázquez de interponer un veto contra los artículos de la despenalización (del aborto) es valiente, lo ha hecho contra la opinión de muchos de sus correligionarios y demuestra que hay personas que ponen ciertos valores por encima de las conveniencias y coyunturas políticas", subrayó Lacalle.

El jefe de Estado, el primero de izquierda en la historia de Uruguay, es considerado uno de los principales oncólogos del país y alterna sus actividades presidenciales con la atención a sus pacientes.

"La objeción de los capítulos del proyecto de ley referidos a la interrupción voluntaria del embarazo, disposiciones generales y modificación del delito de aborto, está fundamentada en razones de orden jurídico, científico y técnico: identidad filosófica y principios éticos", afirmó el presidente uruguayo en un comentario publicado en la página digital de la Presidencia.

Según una encuesta de la empresa "Interconsult", difundida esta semana, el 57 por ciento de los uruguayos está a favor de la ley que legaliza el aborto y el 63 por ciento rechaza el veto presidencial.

Otro sondeo del Latinbarómetro realizado en 18 países, muestra que en Uruguay, un 71 por ciento de los uruguayos está satisfecho con la democracia que hay en el país.

A su vez, el 60 por ciento de los consultados manifiesta tener confianza en el gobierno del Presidente Vázquez.