Discrepancias en la cumbre con la recesión ya en casa

Madrid.-  Los dispares planteamientos de los países que han acudido a Washington a la cumbre del G-20 en torno al grado de intervención que precisan los mercados financieros para su recuperación y control amenazan con "descafeinar"el encuentro que se produce ya con la recesión económica puertas adentro.

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(EFE)

El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero (i), es recibido ayer por el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, a su llegada a la Casa Blanca donde el mandatario estadounidense organizó una cena con los jefes de Estado o de Gobierno del G20, previa a las sesiones plenarias de hoy.

La intervención de Bush defendiendo las bondades del libre mercado y alertando contra un exceso de intervencionismo ha dividido ya a los asistentes a la cumbre en la que, además, los países emergentes defienden un mayor protagonismo en las grandes instituciones financieras mundiales como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial.

Y ello con la constatación de que la recesión ya está aquí, con una depresión que afecta a los principales sectores productivos y que se ha ensañado especialmente en los sectores de la construcción y el automóvil.

Tras las alarmas que disparó la Organización para el Desarrollo y la Cooperación Económica (OCDE) sobre el rumbo económico de sus 30 países miembros, la oficina estadística de la UE, Eurostat constató el viernes que la eurozona ha entrado en recesión técnica tras dos trimestres consecutivos de decrecimiento de la economía, el 0,2 por ciento en el segundo y en el tercer trimestre.

Alemania, Italia, Irlanda, Estonia y Letonia están en recesión y el Reino Unido, Hungría y España están a punto de agregarse a la lista.

La economía española también se contrajo un 0,2 por ciento en el tercer trimestre, situación desconocida desde 1993, y los analistas pronostican que la situación negativa se mantendrá al menos hasta mediados de 2009, y todo ello en un duro contexto de fuerte incremento del paro y caída de la demanda interna.

Los mercados, que atraviesan un convulso periodo de fuerte volatilidad, cuentan, sin embargo con la esperanza de un nuevo recorte de los tipos de interés por parte del Banco Central Europeo, dado que la inflación se ha reducido hasta el 3,2 por ciento y los precios del petróleo han retrocedido a niveles desconocidos desde hace 3 años.

Es España, el selectivo Ibex se dejó el 5,47 por ciento de su valor en el ciclo semanal, a pesar de los resultados que han presentado las empresas cotizadas con un aumento del 7 por ciento en sus beneficios contabilizados hasta septiembre, 43.821 millones de euros.

Los mayores desplomes fueron para los grandes bancos. El Santander, que anunció una macroampliación de capital para reforzar sus índices de solvencia, se dejó el 21,7 por ciento de su valor en tan sólo cinco sesiones, mientras que el BBVA se dejó el 12,5 por ciento.

Otros valores especialmente castigados fueron Inditex que retrocedió el 9,8 por ciento, banco Popular, un 9,7, Banesto, 7,6, Sabadell, un 6,3, y Bankinter, un 6,1 por ciento.

Datos positivos conocidos en la semana fueron la evolución de la inflación que se recortó hasta el 3,6 por ciento en octubre y que según los analistas podría quedar por debajo del 3 por ciento a finales de año, y la evolución del euribor que prosigue su goteo a la baja y que quedó en el 4,35 por ciento al cierre semanal.

Los precios del crudo también siguen tendencia bajista, con el crudo de la OPE a 47,73 dólares y el Brent a 54,24 dólares/barril, situación que ha alertado a los países productores agrupados en la OPEP que han anunciado una próxima reunión para tratar de encontrar una estrategia para sostener los precios.

El sector del automóvil sigue sufriendo una fuerte caída de la demanda que obliga a los grandes fabricantes a acudir a los expedientes de regulación de empleo. Igualmente están sufriendo los efectos de la crisis la construcción (350.000 parados en el último año en España), cementeras, fabricantes de ladrillos, azulejeros, y sectores de bienes de consumo como electrodomésticos.

La crisis financiera sigue produciendo datos espectaculares. El coste del rescate de la aseguradora AIG, con pérdidas de 37.530 millones de dólares hasta septiembre, se eleva a 150.000 millones de dólares, la hipotecaria estadounidense Fannie Mae arrojó pérdidas de 33.500 millones en el mismo periodo, la alemana Hypo Real Estate 3.100 millones de euros, ING 478 millones de euros (2.300 millones de beneficios un año antes, y suma y sigue.

En este contexto, el FMI ha anunciado que pedirá al G-20 fondos adicionales de 250.000 millones de dólares para hacer frente a la crisis.