Rodríguez Ibarra dice no discrepar de Zapatero y cree que Rajoy no tiene madera de líder

Madrid.-  El ex presidente de Extremadura Juan Carlos Rodríguez Ibarra ha asegurado que no discrepa de José Luis Rodríguez Zapatero, a quien respeta, defiende y apoya, mientras que cree que el líder del PP, Mariano Rajoy, no tiene madera de líder, ni proyecto alternativo al PSOE.

En una entrevista concedida a EFE con motivo de la presentación de su libro "Rompiendo cristales. Treinta años de vida política", el actual miembro del Comité Federal del PSOE, ha defendido que se fue de la responsabilidad política porque quiso y no tiene "ningún tipo de recelo ni resquemor" hacia el presidente del Gobierno al que respeta, defiende y apoya.

En su libro dice de Zapatero que "hay veces que me entran ganas de darle un abrazo y veces que no logro entenderle", y afirma que no comparte la concepción de igualdad con el jefe del Ejecutivo, ya que antepone "luchar contra las diferencias abismales entre lo que gana un director de banco y lo que cobra el conserje a que ambos puedan contraer matrimonio".

A pesar de ello, insiste en que no está "en contra de Zapatero", aunque puede mantener alguna diferencia con él, y constata que es "un tipo leal al PSOE, a sus dirigentes y por supuesto al secretario general del partido".

Por tanto, Rodríguez Ibarra cree que el PSOE tiene la posibilidad de pensar un proyecto político para España para 10 ó 12 años, ya que en este momento no hay alternativa porque "Rajoy no es un líder, ni tiene madera de líder, ni siquiera le gusta".

"Eso se nota, se aprecia y se ve", ha precisado, pero en cualquier caso "aunque Rajoy lo fuera, la derecha en este momento no tiene discurso, no tiene proyecto alternativo a lo que ofrecen los socialistas y además no cree en este país descentralizado".

Precisamente sobre el Estado autonómico ha comentado que "necesita ser pensado de nuevo y modificar algunas estructuras que están hechas antes de que el Estado descentralizado se produjera".

En este sentido, cree que el Senado "no tiene función que cumplir", por lo que defiende una reforma de la Ley electoral que haga posible que "el Congreso sea la Cámara para la representación de la soberanía nacional y la Cámara Alta, el sitio donde estén representados aquellos grupos que sólo representan una parte del territorio".

Ha descartado que el actual Estado autonómico sea insolidario, pero ha recalcado que es necesario "darle una vuelta de tuerca" y pensar que vamos a hacer para seguir avanzando sin que el mismo "nos conduzca al disparate".

Como titula en su libro "Rompiendo cristales", Ibarra ha tenido que romper muchos de ellos en Extremadura para dar a conocer esta región, y reconoce que lo ha hecho también en su partido, lo que "lejos de ser una deslealtad con el PSOE o con la dirección, ha significado un reforzamiento de la figura del líder".

Recuerda que antes de la llegada de Rodríguez Zapatero, los entonces "barones" del PSOE -Manuel Chaves, José Bono, y él mismo- tuvieron que echarse "el partido a la espalda ante una carencia absoluta de liderazgo".

En su libro también muestra su simpatía y respeto por la Casa Real, y preguntado por las últimas declaraciones de Doña Sofía, recogidas por Pilar Urbano, afirma que le "sorprendería mucho que la Reina de España se convirtiera en la más progresista de la pandilla".

Sin embargo y a pesar de haber pasado 30 años en política, Rodríguez Ibarra confiesa que la política nunca fue su vocación, en contraposición a la universidad donde en la actualidad desarrolla su actividad y asegura sentirse feliz.

También reconoce que a pesar de lo vivido, la mejor etapa de su vida ha sido la infancia, un momento en el que "simplemente tienes presente", ya que cuando eres joven "comienza a pesarte mucho el futuro y cuando eres maduro pesa mucho el pasado y la falta de futuro".