Lula dice que la Cumbre del G-20 permitirá a los presidentes discutir cómo evitar otra crisis

Río de Janeiro.-  El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, manifestó que de la Cumbre de jefes de Estado del G-20 convocada por Estados Unidos para el próximo sábado no saldrán soluciones definitivas pero por lo menos permitirá a los presidentes discutir herramientas para evitar otras crisis.

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(EFE)

De acuerdo con Lula, la Cumbre permitirá específicamente que los países más desarrollados del mundo y los emergentes discutan formas de controlar el sistema financiero, al que responsabilizó de la actual crisis financiera global por actuar como un casino.

"Tengo la conciencia de que la reunión no va a definir todo lo que necesitamos que sea definido pero es un inicio extraordinario para que los jefes de Estado asuman personalmente la responsabilidad de discutir soluciones futuras para evitar que vuelvan a ocurrir crisis como ésta", dijo el gobernante en su programa semanal de radio.

De acuerdo con Lula, la Cumbre permitirá específicamente que los países más desarrollados del mundo y los emergentes discutan formas de controlar el sistema financiero, al que responsabilizó de la actual crisis financiera global por actuar como un casino.

"Sabemos de dónde viene la crisis, sabemos qué fue lo que generó esta crisis y sabemos que el sistema financiero internacional tiene que tener un cierto control del Estado. Tiene que haber regulación. El sistema financiero no puede ser un casino", afirmó.

"Queremos que exista un sistema financiero cada vez más fuerte pero para ayudar el desarrollo y al crecimiento del país; es decir para ganar dinero generando riqueza y generando empleo y no apenas acumulando riqueza a través de la especulación", agregó.

Lula dijo esperar que lo que los ministros de Economía y los presidentes de los Bancos Centrales del G-20 discutieron este final de semana en Sao Paulo sobre formas de control al sistema financiero sirva para orientar las decisiones de la reunión de presidentes del próximo 15 de noviembre en Washington.

"Espero que el G-20 tome esa decisión (control del sistema financiero) porque hace mucho tiempo estoy pidiendo una reunión de los líderes políticos para poder discutir cómo salvar la Ronda de Doha de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y ahora llegó la oportunidad de hacer una reunión", indicó.

"La crisis puede afectar el desarrollo y el crecimiento económico de los países emergentes, que también tienen que ser escuchados en la discusión porque la salida tiene que ser global. Además de ser una crisis global, la salida también tiene que ser global", dijo.

En la reunión de ministros de sábado y domingo en Sao Paulo, Brasil, en su condición de actual presidente del G-20, defendió una reforma del sistema financiero internacional que dé a los países emergentes mayor participación en los organismos multilaterales y a los gobiernos más control sobre los mercados.

Según el gobierno brasileño, es necesario reformar el G-7, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), así como fortalecer el G-20.

Además de los siete países más desarrollados, el G-20 agrupa a la Unión Europea y a países emergentes como Rusia, India, China, Brasil, Argentina, México, Sudáfrica, Egipto y Arabia Saudí.

"Tenemos que tomar una decisión para enfrentar la crisis. No podemos temerle a la crisis. Sabemos que existe, que es grande y que es grave, pero también sabemos que (los países emergentes) estamos en mejores condiciones que los países ricos porque aún tenemos un potencial extraordinario de crecimiento interno", argumentó Lula.

Según el gobernante, lo que Brasil y los otros países del Mercosur (Argentina, Paraguay y Uruguay) pueden hacer particularmente para afrontar la crisis es fortalecer el bloque económico y aumentar el comercio entre sí.

Lula dijo igualmente que aprovechará la visita oficial que empieza hoy a Italia para discutir con las autoridades italianas y hasta con el Papa Benedicto XVI sobre la crisis y sobre la necesidad de que los países ricos inviertan en los pobres.