Obama pudo: los gays también quieren hacer historia

CALIFORNIA/ MADRID.-  En Estados Unidos la regulación en materia de uniones civiles y matrimonios no está en manos del Gobierno federal: es cada Estado quien decide qué es matrimonio y qué no.

(REUTERS)

Los oponentes a la 'Propuesta 8', en California, la noche electoral.

Originalmente, una ley planteada de forma tan abierta tenía sentido con el fin de dejar a los Estados la definición de matrimonio, que por entonces era fuertemente discutida, por la decisión de algunos de aceptar como matrimonio a las parejas interraciales. Muchos años después, la discusión vuelve, pero ahora discutimos si incluir o no dentro del matrimonio a las parejas del mismo sexo. Los cambios en estas leyes se votan mediante proposiciones en las elecciones norteamericanas y muchas de éstas se votaron el pasado martes.

El resultado, sí a la eliminación de los matrimonios entre personas del mismo sexo en los Estados de Arizona, California y Florida, ensombrece unas elecciones que han marcado un punto de inflexión en la historia. Sorprende especialmente el triunfo del sí en California, que además de apoyar con un 61% de votos a Obama, es uno de los Estados con mayor historia de movilización LGTB (Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales) de EEUU, y donde de esta manera se ha dado fin a la corta vida legal del matrimonio entre personas del mismo sexo.

La polémica proposición número 8 en California planteaba la 'Eliminación del derecho de las parejas del mismo sexo a casarse' y ha creado gran revuelo en los últimos meses, saldándose con un ajustado 52% del sí a la eliminación de este derecho.

Diferentes grupos en contra de los matrimonios entre personas del mismo sexo consiguieron que esta proposición llegase a las urnas y organizaron una fuerte campaña. Su discurso suena familiar para los españoles: los dos puntos sobre los que se apoya son la defensa del matrimonio tradicional y la de los niños. El siguiente vídeo (en inglés) muestra a una preocupada madre cuando su hija pequeña le cuenta que en el colegio le han enseñado que algún día podrá enamorarse de una princesa: es sólo una muestra de los muchos que han llenado los espacios publicitarios en estos meses.

Tampoco ha faltado campaña desde las plataformas por el 'No'. El grupo 'No on 8' presentaba los siguientes vídeos (en inglés). El primero responde al anterior, diciendo que ese tipo de situaciones en los colegios californianos son totalmente falsas y propone votar no porque "independientemente de lo que pienses en relación al matrimonio, está mal eliminar derechos fundamentales".

Lo más sorprendente es el apoyo de muchos políticos a esta postura, entre los que destacan tanto Barack Obama —que considera esta proposición como 'divisiva y discriminatoria'— como Arnold Schwarzenegger, gobernador de California. Ambos aparecen en el siguiente vídeo pidiendo el 'no' a la 'proposición 8' junto con otras personalidades y los principales medios del estado, favorables a la inclusión de todos en el matrimonio:

La batalla por el reconocimiento del matrimonio de personas del mismo sexo tiene una larga historia en California. La proposición número 8 era hermana gemela de la 22, ya aprobada por el 61% de los californianos en el año 2000 y que establecía que "sólo el matrimonio entre un hombre y una mujer es válido y reconocido en California" y que fue declarada inconstitucional posteriormente.

El origen de estas proposiciones se remonta al año 1971, con la promulgación del Código Civil de California, donde el matrimonio se define como "la relación personal surgida de un contrato civil, en la que el consentimiento de las partes contratantes es necesario". La alarma se desató con una definición tan amplia: formalmente el matrimonio era entendido como la unión entre personas de diferente sexo, pero al no especificar más, se dejaba la puerta abierta a un posible reconocimiento legal del matrimonio homosexual. Ante esto, en 1977 se incluía una cláusula especificando que las uniones entre personas del mismo sexo quedaban fuera de la definición del matrimonio.

Conseguir declarar esta cláusula inconstitucional ha sido el gran objetivo de la población homosexual de California y reforzarla en forma de prohibición de los matrimonios, la lucha central de los ciudadanos contrarios a la inclusión de los homosexuales, apoyados fundamentalmente por los discursos religiosos de distintas iglesias. La Proposición 22 se erigía así, en el año 2000, como una forma de afianzar la idea del matrimonio como unión entre hombre y mujer, pero tras su éxito en las urnas, la lucha no cesa y en 2008 la Corte Suprema de California declaraba anticonstitucional la exclusión de estas parejas del derecho al matrimonio.

Tal vez el caso más sonado fuera el del condado y la ciudad de San Francisco donde, entre el 12 de febrero y el 11 de marzo de 2004, serían expedidas en torno a 4.000 licencias matrimoniales a parejas del mismo sexo, amparándose en la inconstitucionalidad de una ley que violaba la cláusula de la 14ª Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos, por la que ningún Estado podrá "negar a cualquier persona que se encuentre dentro de sus límites jurisdiccionales la protección de las leyes, igual para todos", pues todos los hombres son iguales. La misma Corte Suprema que en 2008 declaró inconstitucional la exclusión de los homosexuales del matrimonio anuló entonces la validez de esos 4.000 matrimonios.

Pese a lo complicado de la situación y la tensión entre ambas posturas, en California la esperanza de que el matrimonio deje de ser un privilegio para convertirse en un auténtico derecho sigue viva. Sólo un día después de la votación, el caso vuelve a la Corte Suprema, buscando mantener dentro de la legalidad los matrimonios ya celebrados, pero, sobre todo, retornando a la lucha por el reconocimiento legal de las parejas del mismo sexo a contraer matrimonio. Si el ya célebre 'Yes, we can' ha funcionado en una ocasión, ¿por qué no una segunda vez?