Barcelona obtiene la sede de la Unión por el Mediterráneo

Marsella (Francia).-  La ciudad de Barcelona fue elegida hoy sede de la secretaría de la Unión por el Mediterráneo (UPM), proceso que se ha dotado de una estructura institucional y de un programa de trabajo para 2009.

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(EFE)

El ministro francés de Exteriores, Bernard Kouchner, hoy en Marsella.

Los ministros de Asuntos Exteriores de la UPM acordaron hoy en Marsella (Francia) varios aspectos de carácter institucional imprescindibles para que eche a andar el proceso impulsado el pasado mes de julio en París.

Según la declaración final, la sede del secretariado estará en Barcelona, tendrá un estatuto autónomo, personalidad jurídica e inmunidad, aspectos todos estos que tendrán que estar definidos antes de mayo de 2009.

Además de la sede, los ministros acordaron que la figura del secretario general recaiga en un país del sur, la distribución por países de las cinco subsecretarías generales, qué país o países deben copresidir la UPM y cuál debe ser la participación de la Liga Árabe en la discusión y toma de decisiones.

El ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, mostró su satisfacción por la designación de Barcelona y afirmó hoy que "España tiene peso e influencia en el espacio euromediterráneo, ya que si no lo tuviera Barcelona no sería la sede".

"Para España hoy es un día muy importante", destacó Moratinos, para quien las negociaciones "no han sido fáciles", ya que la candidatura de Malta sólo fue retirada anoche.

El secretariado permanente de la Unión por el Mediterráneo, que se instalará físicamente en el Palacio de Pedralbes, tendrá esencialmente unas funciones de carácter técnico, para el impulso de los proyectos mediterráneos.

Por otra parte, las cinco subsecretarías generales corresponderán a Israel, Palestina y tres países de la Unión Europea (Malta, Italia y Grecia).

Según el ministro francés de Exteriores, Bernard Kouchner, que junto a su colega egipcio, Ahmed Abul Gheit, copresidió la reunión de Marsella, la delegación turca ha pedido para sí una sexta subsecretaría, algo que deben decidir en el futuro los dos presidentes de la UPM: Nicolas Sarkozy (Francia) y Hosni Mubarak (Egipto).

Sobre la copresidencia de la UPM, los ministros decidieron que sea cada dos años, y que en lado europeo ésta conviva con la semestral de turno de la Unión Europea (UE), según dijo Kouchner en rueda de prensa, lo que, según su opinión, "dará coherencia y estabilidad" a los proyectos.

El próximo año, la República Checa y Suecia (primer y segundo semestre del año) tendrán que compartir la presidencia de la UPM con los copresidentes francés y egipcio, y lo mismo pasará en 2010, cuando España sea presidencia comunitaria.

En cuanto a la participación de la Liga Arabe, el ministro egipcio de Exteriores, Ahmed Abul Gheit, destacó que los israelíes hayan aceptado la participación de la Liga Arabe en todos los niveles de discusión.

La Liga Árabe participará en todos los foros pero a cambio, según las conclusiones de la reunión de Marsella, Israel tendrá una de las cinco subsecretarías sectoriales de la UPM.

Sobre si la Liga Árabe tendrá o no derecho a voto en las discusiones en las que participe, tanto el ministro egipcio como su colega francés, Bernard Kouchner, afirmaron que tal problema en realidad no existe "porque todas las decisiones se adoptan por consenso".

El viceministro israelí de asuntos exteriores, Majalli Wahabi, dijo ante la prensa que aunque se aceptaba la presencia de la Liga Arabe en la UPM, también se "había aceptado" la exigencia israelí de que su papel fuera "de observador" y "sin derecho a voto".

Bernard Kouchner destacó otro aspecto que, dijo, fue una iniciativa de España: a partir de la reunión de Marsella, el "Proceso de Barcelona: Unión por el Mediterráneo", se llama, nada más, "Unión por el Mediterráneo".

Sobre el resultado final de las negociaciones, Kouchner dijo que "fueron difíciles", pero que al final "todo el texto había sido adoptado".

El ministro egipcio calificó de "histórica" la reunión, no sólo por el entramado institucional acordado, sino por lo que a su juicio fue "novedosa" actitud israelí con respecto a las negociaciones de paz y el papel de la Liga Árabe.