México pide al nuevo presidente de EEUU que reconozca problemas fronterizos

Biarritz (Francia).-  El ministro mexicano de Desarrollo Social, Ernesto Cordero Arroyo, afirmó hoy que el nuevo presidente estadounidense debe dar más peso a la relación entre ambos países y "reconocer que tenemos un problema de seguridad en ambos lados de la frontera".

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(EFE)

El lehendakari, Juan José Ibarretxe (i), el ministro de Desarrollo Social de México, Ernesto Cordero Arroyo (d), el presidente de la Asamblea Nacional de México, César Duarte (2d), y el ministro de Justicia y de Derechos Humanos de Ecuador, Gustavo Jalkh (2i), en el acto de inauguración de la novena edición del Foro de Biarritz "Estado de las relaciones Europa-America Latina" que este año trata la crisis económica, además de las relaciones bilaterales.

Cordero, que participaba en la novena edición del Foro de Biarritz (País Vasco francés), señaló a la prensa que el presidente que salga de la elección de mañana debe admitir que la situación de violencia que se vive en el norte de México, sobre todo a causa del narcotráfico, tiene en parte su origen en EEUU.

El hecho de que muchas de las armas utilizadas por los narcotraficantes han entrado desde Estados Unidos "es una realidad que debe ser reconocida", al igual que buena parte de la responsabilidad de los problemas del tráfico de droga tienen su origen en la existencia de una demanda para el consumo.

También pidió a la nueva Administración estadounidense que reconozca que México está llevando a cabo "una guerra sin cuartel" contra el narcotráfico, que también "es un problema de consumo" que las autoridades mexicanas están afrontando en la medida en que les corresponde.

"El nuevo presidente debe ponderar su relación con México" en relación con los vínculos que ambos países tienen al compartir una larga frontera y por la importancia de los flujos migratorios, entre otras razones.

Sobre la inmigración, el secretario mexicano insistió en que "hay que resolverla de forma realista, y no tapar el sol con un dedo", al reiterar su condena contra la construcción de un muro en la frontera.

"No hay muro que pueda detener" los movimientos migratorios, aseguró antes de insistir en que el nuevo presidente de Estados Unidos "debe entender que debemos ordenar los flujos migratorios".

Esa regulación, añadió, se tiene que hacer "de manera justa" y "transparente", con el objetivo de que los flujos de personas entre Estados Unidos y México "aporten prosperidad" a los dos.

El responsable de Desarrollo Social afirmó que su Gobierno está muy atento a que la actual crisis financiera y económica acarree una disminución de las remesas que envían los inmigrantes mexicanos en Estados Unidos, e incluso a la posibilidad de que algunos de ellos regresen a su país.

Sin querer anticipar la dimensión de ese fenómeno, sobre el que dijo que "hay que ser muy prudente", Cordero precisó que "estamos haciendo todo lo posible para que los mexicanos que quieran regresar encuentren una actividad productiva", y habló en particular de préstamos al 0% de interés para poner en marcha sus proyectos empresariales.

Previamente, en el discurso ante la plenaria del Foro de Biarritz, el secretario señaló que "ante la adversidad económica (...) México está aumentando la inversión en infraestructuras".

Y advirtió contra un repliegue de los países sobre sí mismos: "aislarnos en estos momentos puede traer consecuencias desastrosas".

A ese respecto, recordó que en los últimos siete años se han multiplicado por siete los intercambios comerciales, hasta llegar a 5.000 millones de dólares con la Unión Europea, que el pasado año se convirtió en el primer inversor extranjero en su país.

Antes de Cordero, había intervenido el presidente de la Asamblea Nacional de México, César Duarte, que, tras felicitarse por el acuerdo de relación estratégica suscrito por su país y la UE, dijo que ahora "hay que hacer del subcontinente latinoamericano un espacio de inversión global".